Torreón Silente
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17 participantes
- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
07/03/20, 01:22 am
La vuelta al torreón fue cuanto menos silenciosa. Por una parte el shock de ver un asesinato todavía hacía mella en el grupo y, por otra parte, la petición de Adam era bastante intrigante. ¿Sería ya por fin que les contaría lo que ya avisó días atrás que haría? Tendría que esperar a la noche para saberlo, pero al menos de camino podía teorizar en su mente que les iba a contar el terrestre.
Un rato después llegaron al torreón y les abrieron tras avisar. Una vez dentro el ochrorio ,con una sonrisa un tanto alicaída pero a la que había puesto esfuerzo para que no se notara, dijo: -¡Misión cumplida! Tenemos bastantes cestas y parece que el otro grupo también ha tenido suerte.- Siguió con un poco de pesar con: -Aunque...- Pero Adam se adelantó y de paso también vomitó. Le sorprendió mucho, sobre todo porque no lo había visto mal en ningún momento desde esa mañana. Instintivamente le ayudó a recomponerse mientras el terrestre seguía contando lo ocurrido. -Por suerte quien fuera que fuese desapareció y pudimos coger las cestas. No se hasta que punto podría volver a pasar, la verdad.... Añadió justo después: -Bueno, habría que limpiar esto. ¿Alguien nos echa una mano?-
Tras prepararse se pusieron a limpiar aquel estropicio que, con suerte, no olería mucho pasadas unas horas. Al menos no se comparaba a cuando tenía que limpiar los excrementos de Zuto, el tritón de la familia.
Después de eso ayudó a guardar la comida y a preparar las conservas. En su casa no es que solieran hacerse en demasía, pero sabía defenderse bastante bien. Tras esto subió a cambiarse la ropa manchada (poniéndose unos pantalones grisáceos que le quedaban ligeramente anchos y unas chanclas) y volvió a bajar para intentar limpiar la sangre. Le llevó bastante limpiarla casi completamente, aunque todavía podían verse algunas manchas. Al ochrorio le molestaba un poco que sus ropas preferidas no se limpiaran del todo, pero estaba decidido a quitar esas manchas. Aunque seguramente tendría que invertir otro día más. El resto del día lo dedicó a cuidar del huerto y a tener conversaciones no muy profundas con algunos del grupo. No se planteó tallar aquel día pues no se sentía con las fuerzas ni la tranquilidad para ello.
Tras la cena Adam les llamó a Kradko y a él a la primera planta. Fueron allí y, tras sentarse en una cama frente al terrestre, dijo: -Bueno, ¿qué querías decirnos?- A partir de ese momento Chromsa escuchó atentamente todo lo que dijo. Notó al instante de empezar que a Adam le costaba mucho hablar de lo que fuera que iba a hablar, y eso no era una buena señal. A la vez que seguía hablando de su amigo Mijail también se bajó por primera vez desde que lo había visto la bufanda roja, mostrando en el cuello un tatuaje en forma de flecha. Se le pasó por la cabeza fugazmente que no era un tatuaje tan feo como para taparlo, pero el ochrorio se convenció a si mismo que no era momento para pensar en cosas así. Y entonces llegó el final de la historia del terrestre, que llegó acompañada de lloros por su parte. Chromsa tenía los ojos ligeramente como platos en aquel momento e interiormente estaba cuanto menos aturdido. Había algo que no cuadraba. La visión de un Adam tímido y bueno que tenía de estos días no concordaba en absoluto con la imagen de delincuente y asesino que le estaba contando. Sabía que en Ochroria los vales podían matarte si no presentabas los debidos respetos a los superiores, pero cualquier otro modo para matar a otro era ilegal (y aun así los vales no es que le parecieran muy bien en según que casos). No sabía ni que hacer ni que decir en aquel momento.
Pero instintivamente se levantó de la cama y abrazó al chico mientras hablaba: -Yo... Creo que en un momento así es difícil hablar, pero...- Le estaba costando horrores hablar. -Se que no nos conocemos desde hace mucho, pero por lo poco que se estoy seguro de que ese no es el Adam que conozco. Podría creerme que hace mucho tiempo cometiste errores, pero pienso que la gente puede superar las adversidades de su pasado para llegar a la Acromía. Todo lo que hayas hecho no tiene relevancia aquí si estás decidido a cambiar. Y, bueno, creo que en parte ya eres alguien mejor.- Rompió el abrazo, pero a continuación lo que hizo fue mover la cabeza del terrestre suavemente para que lo mirara. -Yo creo en ti, Adam. Se que no eres como lo que hay ahí fuera. Tenlo siempre en cuenta, ¿vale?-
Un rato después llegaron al torreón y les abrieron tras avisar. Una vez dentro el ochrorio ,con una sonrisa un tanto alicaída pero a la que había puesto esfuerzo para que no se notara, dijo: -¡Misión cumplida! Tenemos bastantes cestas y parece que el otro grupo también ha tenido suerte.- Siguió con un poco de pesar con: -Aunque...- Pero Adam se adelantó y de paso también vomitó. Le sorprendió mucho, sobre todo porque no lo había visto mal en ningún momento desde esa mañana. Instintivamente le ayudó a recomponerse mientras el terrestre seguía contando lo ocurrido. -Por suerte quien fuera que fuese desapareció y pudimos coger las cestas. No se hasta que punto podría volver a pasar, la verdad.... Añadió justo después: -Bueno, habría que limpiar esto. ¿Alguien nos echa una mano?-
Tras prepararse se pusieron a limpiar aquel estropicio que, con suerte, no olería mucho pasadas unas horas. Al menos no se comparaba a cuando tenía que limpiar los excrementos de Zuto, el tritón de la familia.
Después de eso ayudó a guardar la comida y a preparar las conservas. En su casa no es que solieran hacerse en demasía, pero sabía defenderse bastante bien. Tras esto subió a cambiarse la ropa manchada (poniéndose unos pantalones grisáceos que le quedaban ligeramente anchos y unas chanclas) y volvió a bajar para intentar limpiar la sangre. Le llevó bastante limpiarla casi completamente, aunque todavía podían verse algunas manchas. Al ochrorio le molestaba un poco que sus ropas preferidas no se limpiaran del todo, pero estaba decidido a quitar esas manchas. Aunque seguramente tendría que invertir otro día más. El resto del día lo dedicó a cuidar del huerto y a tener conversaciones no muy profundas con algunos del grupo. No se planteó tallar aquel día pues no se sentía con las fuerzas ni la tranquilidad para ello.
Tras la cena Adam les llamó a Kradko y a él a la primera planta. Fueron allí y, tras sentarse en una cama frente al terrestre, dijo: -Bueno, ¿qué querías decirnos?- A partir de ese momento Chromsa escuchó atentamente todo lo que dijo. Notó al instante de empezar que a Adam le costaba mucho hablar de lo que fuera que iba a hablar, y eso no era una buena señal. A la vez que seguía hablando de su amigo Mijail también se bajó por primera vez desde que lo había visto la bufanda roja, mostrando en el cuello un tatuaje en forma de flecha. Se le pasó por la cabeza fugazmente que no era un tatuaje tan feo como para taparlo, pero el ochrorio se convenció a si mismo que no era momento para pensar en cosas así. Y entonces llegó el final de la historia del terrestre, que llegó acompañada de lloros por su parte. Chromsa tenía los ojos ligeramente como platos en aquel momento e interiormente estaba cuanto menos aturdido. Había algo que no cuadraba. La visión de un Adam tímido y bueno que tenía de estos días no concordaba en absoluto con la imagen de delincuente y asesino que le estaba contando. Sabía que en Ochroria los vales podían matarte si no presentabas los debidos respetos a los superiores, pero cualquier otro modo para matar a otro era ilegal (y aun así los vales no es que le parecieran muy bien en según que casos). No sabía ni que hacer ni que decir en aquel momento.
Pero instintivamente se levantó de la cama y abrazó al chico mientras hablaba: -Yo... Creo que en un momento así es difícil hablar, pero...- Le estaba costando horrores hablar. -Se que no nos conocemos desde hace mucho, pero por lo poco que se estoy seguro de que ese no es el Adam que conozco. Podría creerme que hace mucho tiempo cometiste errores, pero pienso que la gente puede superar las adversidades de su pasado para llegar a la Acromía. Todo lo que hayas hecho no tiene relevancia aquí si estás decidido a cambiar. Y, bueno, creo que en parte ya eres alguien mejor.- Rompió el abrazo, pero a continuación lo que hizo fue mover la cabeza del terrestre suavemente para que lo mirara. -Yo creo en ti, Adam. Se que no eres como lo que hay ahí fuera. Tenlo siempre en cuenta, ¿vale?-
- Birdo
Ficha de cosechado
Nombre: Qirra
Especie: Parqia
Habilidades: Habilidad manual, Inmutabilidad, Imaginación.
Re: Torreón Silente
07/03/20, 03:59 pm
oofNo se esperaba esa reacción por parte de los demás, pero sabía que en el fondo tenían razón. Quizá lo mejor por ahora fuese alegrarse por su victoria con la comida. Se disculpó, poniendo cara de corderito degollado sin darse cuenta. Poco después llegó la otra parte del grupo con más comida. Resulta que habían presenciado el asesinato de otra persona. Quizá debían empezar a acostumbrarse a esas cosas. Sin pensar demasiado en ello, se puso a ayudar en lo que pudo. El resto del día lo pasó interrogando al vikingo acerca del metal. Había muchas cosas que no tenía claras, pero lo que sí tenía claro era que sí tenía vivir allí con aquellos otros chicos algún tiempo, quería aprender todo lo que pudiese tanto de ellos como de Rocavarancolia.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torreón Silente
08/03/20, 12:29 pm
Kradko no sabía qué hacer o qué decir. No sabía ni si debía reaccionar de algún modo. Estaba en frente de un asesino, sí, pero hasta ella se daba cuenta de que aquello no era todo. No entendía muchas cosas. No entendía qué era el mercado negro ni eso de las drogas. ¿Pero si aquello les estaba yendo bien a qué venía que el tal Mijaíl quisiera dejarlo? ¿Tan malo era como para querer renunciar a un estilo de vida que les resultaba provechoso? ¿Tan provechoso era como para generar una discusión tan fuerte que uno acabara muerto? Entendía por qué las bestias matan «quieren comida o son malas, sobre todo cuando son reptiles», pero no podía comprender los motivos de que una persona matara a otra.
—C-creo que no lo entiendo —dijo sin haberse movido de delante de los otros dos chicos en ningún momento—. Me voy un rato.
Totalmente confusa y sin saber a dónde ir, dejó a los dos chicos solos.
—C-creo que no lo entiendo —dijo sin haberse movido de delante de los otros dos chicos en ningún momento—. Me voy un rato.
Totalmente confusa y sin saber a dónde ir, dejó a los dos chicos solos.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Torreón Silente
10/03/20, 03:25 am
Kolja se escandalizó con las noticias que traían sus compañeros, eso de que andase por ahí un asesino sin identificar le sacaba de sus casillas. Lo del asesinato era trágico, pero la verdad es que no conocía a la asesinada y no podía sentir demasiada pena, sobretodo sentía alegría de que no hubiese habido un fuego cruzado en el que alguno de sus compañeros hubiese resultado herido o muerto y le martirizaba no haber estado allí para protegerlos, aunque realmente no podría haber hecho nada ni hubiese sido necesario. Terminó de sacar lo de las cestas y dejarlo para que otros hiciesen el recuento o las conservas o lo que quisiesen hacer, mientras el volvía a montar su área de entrenamiento en el patio, ya que al haberse despertado poco antes de que pasaran las bañeras y al haber estado ocupado forjando, no había realizado su ejercicio matutino.
Cuando terminó, un buen rato después, estaba sudando a mares, por lo que comenzó a llenar cubos para bañarse antes de bajar a comer lo que fuera que se estaba cociendo. Comió en silencio, sin prestar demasiada atención a la conversación, y nada más terminar comunicó que se iba a dedicar a forjar el resto de los ganchos que necesitaba durante la tarde y de que por lo tanto haría cierto calor en la cocina. Empezó a meter leños en el fuego, una vez estuvo todo recogido y volvió a quitarse la camisa, para trabajar más a gusto. Mientras trabajaba Qirra se le acercó para hacerle más preguntas sobre el metal y lo que estaba haciendo. Él estaba encantado de hablar sobre algo que había formado parte de su vida desde siempre, por lo que le iba respondiendo lo mejor que podía dada la diferencia de desarrollo y de cultura.
A la siguiente mañana se fijó en que la pájara y la japonesa empezaban a practicar con el arco. Se sintió un poco ofendido, pero dados los roces que había tenido con la pájara y el hecho de que no recordaba haber hablado nunca con la japonesa, se lo tomó con bastante filosofía.
Y aquella fue su rutina durante los próximos días. Despertarse, observar las bañeras, hacer sus ejercicios, comer y trabajar en los ganchos. No estuvo muy sociable durante ese tiempo, ya que el trabajo le dejaba molido, tanto mental como físicamente y en los pocos momentos en los que paraba se arrastraba hasta alguna silla para descansar. De vez en cuando Luci se le acercaba con un vaso de agua, gesto que Kolja agradeció, ya que una vez empezaba con el trabajo este lo envolvía y tendía a olvidarse de cosas tan sencillas como hidratase debidamente. Cada vez que Luci le traía el agua Kolja le dedicaba una sincera sonrisa y se lo terminaba antes de volver a lo que se traía entre manos. También observó que la pájara se fijaba en lo que estaba haciendo, aunque cuando se giraba esta volvía a entrar en el torreón, sin prisas pero sin darse la vuelta. Chromsa parecía haberse tomado a pecho el conseguir sacar algo del pequeño huerto del patio, pues lo veía trabajar en el mientras él mismo se afanaba en su propia tarea.
Fue en uno de esos momentos de descanso cuando se acordó de que iban a ir a visitar el jardín que había visto Luci desde las almenas, pero dedujo que debido al incidente habían limitado las salidas a las absolutamente necesarias, como abastecerse. Le apenó aquello, ya que estaba empezando a encariñarse con el niño chuche y sabía que este estaba deseando ir, pero no le dio más vueltas, estaba claro que había que dejar que las cosas se calmasen un poco y que al hacer varias salidas sin percances todos volviesen a sentirse un poco más seguros de si mismos.
Al cuarto día ya tenía suficiente información de las bañeras y los ganchos ya estaba casi terminados, por lo que solo quedaba hacer algunas pruebas. Estaba impaciente por descubrir si todo su trabajo había sido de provecho, por lo que decidió que era hora de comentarles al grupo, y específicamente a la pequeña dragona y a la bicho, que había terminado y que quería probar suerte. Además había usado bastante leña durante el proceso, así que sería conveniente hacer una salida de abastecimiento, quizás a aquel misterioso jardín.
Cuando terminó, un buen rato después, estaba sudando a mares, por lo que comenzó a llenar cubos para bañarse antes de bajar a comer lo que fuera que se estaba cociendo. Comió en silencio, sin prestar demasiada atención a la conversación, y nada más terminar comunicó que se iba a dedicar a forjar el resto de los ganchos que necesitaba durante la tarde y de que por lo tanto haría cierto calor en la cocina. Empezó a meter leños en el fuego, una vez estuvo todo recogido y volvió a quitarse la camisa, para trabajar más a gusto. Mientras trabajaba Qirra se le acercó para hacerle más preguntas sobre el metal y lo que estaba haciendo. Él estaba encantado de hablar sobre algo que había formado parte de su vida desde siempre, por lo que le iba respondiendo lo mejor que podía dada la diferencia de desarrollo y de cultura.
A la siguiente mañana se fijó en que la pájara y la japonesa empezaban a practicar con el arco. Se sintió un poco ofendido, pero dados los roces que había tenido con la pájara y el hecho de que no recordaba haber hablado nunca con la japonesa, se lo tomó con bastante filosofía.
Y aquella fue su rutina durante los próximos días. Despertarse, observar las bañeras, hacer sus ejercicios, comer y trabajar en los ganchos. No estuvo muy sociable durante ese tiempo, ya que el trabajo le dejaba molido, tanto mental como físicamente y en los pocos momentos en los que paraba se arrastraba hasta alguna silla para descansar. De vez en cuando Luci se le acercaba con un vaso de agua, gesto que Kolja agradeció, ya que una vez empezaba con el trabajo este lo envolvía y tendía a olvidarse de cosas tan sencillas como hidratase debidamente. Cada vez que Luci le traía el agua Kolja le dedicaba una sincera sonrisa y se lo terminaba antes de volver a lo que se traía entre manos. También observó que la pájara se fijaba en lo que estaba haciendo, aunque cuando se giraba esta volvía a entrar en el torreón, sin prisas pero sin darse la vuelta. Chromsa parecía haberse tomado a pecho el conseguir sacar algo del pequeño huerto del patio, pues lo veía trabajar en el mientras él mismo se afanaba en su propia tarea.
Fue en uno de esos momentos de descanso cuando se acordó de que iban a ir a visitar el jardín que había visto Luci desde las almenas, pero dedujo que debido al incidente habían limitado las salidas a las absolutamente necesarias, como abastecerse. Le apenó aquello, ya que estaba empezando a encariñarse con el niño chuche y sabía que este estaba deseando ir, pero no le dio más vueltas, estaba claro que había que dejar que las cosas se calmasen un poco y que al hacer varias salidas sin percances todos volviesen a sentirse un poco más seguros de si mismos.
Al cuarto día ya tenía suficiente información de las bañeras y los ganchos ya estaba casi terminados, por lo que solo quedaba hacer algunas pruebas. Estaba impaciente por descubrir si todo su trabajo había sido de provecho, por lo que decidió que era hora de comentarles al grupo, y específicamente a la pequeña dragona y a la bicho, que había terminado y que quería probar suerte. Además había usado bastante leña durante el proceso, así que sería conveniente hacer una salida de abastecimiento, quizás a aquel misterioso jardín.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
11/03/20, 08:26 pm
Aunque sus compañeros pensasen como él y tratasen de desviar el tema el momento se había roto. Como si la pregunta de la lagarta les hubiera gafado, cuando el resto del grupo llegó trajo malas noticias junto a la comida, por lo que no hubo ninguna sensación de victoria a pesar de haber conseguido sus objetivos. Luci salió huyendo hacia el patio en cuanto Adam vomitó, el olor era cien veces más repugnante que en Daelicia. Llegó a tiempo a las letrinas para no hacer un estropicio más y una vez hubo vaciado lo poco que tenía en el estómago se escondió en un rincón del patio hasta que estuvo demasiado oscuro e hizo demasiado frío, entonces volvió adentro.
No ayudó con el inventario y las conservas hasta el día siguiente. Decidió que mantenerse ocupado era mucha mejor opción que darle vueltas a la cabeza y pensar en los asesinatos que habían ocurrido en un espacio de tiempo tan reducido. Se centró en lo que necesitaba el grupo y en todas las tareas interminables para intentar hacer habitable un espacio que no tenía salvación. Según pasaban los días fue más capaz de fingir que todo iba bien, o al menos que no todo iba mal. Pero a pesar de sus constantes sonrisas y sus buenas intenciones, la realidad se hacía patente en su aspecto. Tenía unas ojeras horribles, su piel estaba pálida y con moratones y raspones por todas partes y cada vez necesitaba siestas más largas después de realizar una tarea. Por supuesto Luci no era consciente de lo que el cambio brusco de dieta le estaba haciendo.
Esa mañana la naturaleza lo obligó a salir de la cama, porque si fuera por él se habría quedado durmiendo hasta bien tarde. Saludó a Kolja y a quien estuviera levantado y cuando volvió de la letrina ya se había despejado con el aire fresco de la mañana así que decidió no volver a acostarse y hacer el desayuno.
No ayudó con el inventario y las conservas hasta el día siguiente. Decidió que mantenerse ocupado era mucha mejor opción que darle vueltas a la cabeza y pensar en los asesinatos que habían ocurrido en un espacio de tiempo tan reducido. Se centró en lo que necesitaba el grupo y en todas las tareas interminables para intentar hacer habitable un espacio que no tenía salvación. Según pasaban los días fue más capaz de fingir que todo iba bien, o al menos que no todo iba mal. Pero a pesar de sus constantes sonrisas y sus buenas intenciones, la realidad se hacía patente en su aspecto. Tenía unas ojeras horribles, su piel estaba pálida y con moratones y raspones por todas partes y cada vez necesitaba siestas más largas después de realizar una tarea. Por supuesto Luci no era consciente de lo que el cambio brusco de dieta le estaba haciendo.
Esa mañana la naturaleza lo obligó a salir de la cama, porque si fuera por él se habría quedado durmiendo hasta bien tarde. Saludó a Kolja y a quien estuviera levantado y cuando volvió de la letrina ya se había despejado con el aire fresco de la mañana así que decidió no volver a acostarse y hacer el desayuno.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Personajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
14/03/20, 07:06 pm
Los siguientes días para Kradko supusieron el intentar adaptarse a lo que más o menos se podría llamar una nueva rutina. Realmente no es que se tratara de una muy constante, pero esta suponía su nueva vida en la ciudad. La pequeña clinger colaboró lo que pudo en las distintas tareas de aquella comuna improvisada, no pasó hambre de nuevo, durmió de forma más o menos constante y en general intentó no aburrirse. Al principio ver el trabajo de Kolja mientras lo bombardeaba a preguntas caóticas, escalar y aprovechar esta capacidad para dar algún divertido susto a sus compañeros fue suficiente, pero no tardó muchas jornadas en sentir que algo le faltaba: la música.
Se maldijo con las peores palabrotas por no haber pensado en traerlo. Cuando finalmente aceptó que no le quedaba otra opción, siguió soltando palabrotas mientras empezaba a juntar materiales que podrían serle prácticos. Al fin y al cabo, un tambor no es más que una caja de resonancia, una membrana y algo con lo que mantenerla tensa. Meses atrás había podido fabricar su primer instrumento, así que debería ser capaz de hacerlo de nuevo. Lo último lo solucionaba con cuerda, era sencillo. Para la membrana consiguió encontrar alguna una prenda de cuero por el torreón. Aunque era un tanto basta, creyó que le podía servir. Para la caja, se agenció una de las ollas más pequeñas de la cocina y se puso manos a la obra.
Para mayor pena y desgracia de la niña insecto, no pasó mucho tiempo hasta que alguien echó en falta la olla durante aquella mañana y la descubriera mientras intentaba fabricar el tambor en uno de los cuartos vacíos.
Se maldijo con las peores palabrotas por no haber pensado en traerlo. Cuando finalmente aceptó que no le quedaba otra opción, siguió soltando palabrotas mientras empezaba a juntar materiales que podrían serle prácticos. Al fin y al cabo, un tambor no es más que una caja de resonancia, una membrana y algo con lo que mantenerla tensa. Meses atrás había podido fabricar su primer instrumento, así que debería ser capaz de hacerlo de nuevo. Lo último lo solucionaba con cuerda, era sencillo. Para la membrana consiguió encontrar alguna una prenda de cuero por el torreón. Aunque era un tanto basta, creyó que le podía servir. Para la caja, se agenció una de las ollas más pequeñas de la cocina y se puso manos a la obra.
Para mayor pena y desgracia de la niña insecto, no pasó mucho tiempo hasta que alguien echó en falta la olla durante aquella mañana y la descubriera mientras intentaba fabricar el tambor en uno de los cuartos vacíos.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
15/03/20, 12:16 pm
Tras aquella noche pasaron unos cuantos días de calma para el grupo. Y la verdad es que el ochrorio lo agradeció teniendo en cuenta todo lo que había pasado en tan poco tiempo.
Durante ese tiempo, Chromsa estuvo ayudando en las tareas del torreón sobre todo en la limpieza y estuvo conversando con todos. Su interés en la limpieza vino un poco influenciado en que necesitaba un poco de ayuda para limpiar las manchas de sangre que todavía quedaban en sus zapatos y pantalones. Le costó, pero para unos días después ya no quedaba rastro apenas de aquello.
Kolja se estaba dedicando en cuerpo y alma al plan de conseguir las cestas desde su refugio y por ello solía verlo en lo alto de la torre o haciendo más ganchos (alguna vez incluso le preguntó al respecto). Por otra parte no había visto muy bien a Luci en ese tiempo e intentó animarlo un poco.
Aparte de aquella tarea, el ochrorio se centró en dos cosas más: su proyecto de talla y el cuidado del huerto. Ambas cosas le ocupaban una buena parte de su tiempo, aunque se centró por supuesto en lo segundo. Con la talla seguía teniendo el problema al principio de no encontrar las herramientas necesarias, pero con más tiempo y tranquilidad para investigar encontró algunos cinceles para madera. Junto con otro martillo como el que estaba usando Kolja se puso manos a la obra en algún lugar apartado del resto (al fin y al cabo era una sorpresa). Consiguió delimitar los contornos generales de su pequeña obra después de tener una idea mental de cómo quería que fuera. Con el huerto Chromsa estaba muy contento dado que algunas de las semillas ya habían germinado. Contó a todo el torreón la buena noticia en cuanto vio las primeras hojitas salir de la tierra. Todavía quedaba una buena parte por salir, pero aquello era una señal de que tendrían suerte. Lo único que temía ahora es que alguien dañara el pequeño campo, centrando su atención en Lethe que estaba practicando el tiro con arco en el patio. Confiaba en ella y en que tendría la suficiente puntería para que las flechas no cayeran encima de las plantas, pero una minúscula parte de su instinto lo tenía preocupado.
Una mañana se despertó como cualquiera de los otros días, aunque pudo ponerse su ropa habitual, ahora ya limpia por completo. Al bajar se encontró con que Kolja estaba despierto y Luci acababa de entrar al torreón desde el patio. -Buenos días a todos- dijo alegremente. Le devolvieron el saludo y, viendo que el chico rosa iba a la cocina con intención de hacer el desayuno, el ochrorio le dijo: -Luci, ¿puedo ayudarte? La verdad es que hoy tengo ganas de cocinar y estoy seguro de que juntos nos saldrá algo riquísimo.- No hubo ninguna oposición y el ochrorio se dispuso a ayudar... hasta que se fijó en un detalle. Al abrir uno de los cajones se fijó en que había un hueco libre, lo cual le extrañó. Preguntó tanto a Luci como a Kolja al respecto y ninguno supo darle una respuesta, así que decidió buscar qué había pasado. Buscó por el salón mientras el resto iba bajando y a cada uno le preguntó sobre lo que había desaparecido de la cocina sin mucho avance. Miró después en las habitaciones y en una de ellas encontró a Kradko. Cuando se acercó vio que estaba intentando hacer algo con una cuerda, un trozo de cuero y... una olla pequeña. Misterio resuelto. Chromsa entonces, sin ningún atisbo de reproche y más con curiosidad, dijo: -Hola Kradko. Estábamos Luci y yo preparando el desayuno abajo y nos pareció que faltaba alguna cosa. ¿Qué estás haciendo con la olla?-
Durante ese tiempo, Chromsa estuvo ayudando en las tareas del torreón sobre todo en la limpieza y estuvo conversando con todos. Su interés en la limpieza vino un poco influenciado en que necesitaba un poco de ayuda para limpiar las manchas de sangre que todavía quedaban en sus zapatos y pantalones. Le costó, pero para unos días después ya no quedaba rastro apenas de aquello.
Kolja se estaba dedicando en cuerpo y alma al plan de conseguir las cestas desde su refugio y por ello solía verlo en lo alto de la torre o haciendo más ganchos (alguna vez incluso le preguntó al respecto). Por otra parte no había visto muy bien a Luci en ese tiempo e intentó animarlo un poco.
Aparte de aquella tarea, el ochrorio se centró en dos cosas más: su proyecto de talla y el cuidado del huerto. Ambas cosas le ocupaban una buena parte de su tiempo, aunque se centró por supuesto en lo segundo. Con la talla seguía teniendo el problema al principio de no encontrar las herramientas necesarias, pero con más tiempo y tranquilidad para investigar encontró algunos cinceles para madera. Junto con otro martillo como el que estaba usando Kolja se puso manos a la obra en algún lugar apartado del resto (al fin y al cabo era una sorpresa). Consiguió delimitar los contornos generales de su pequeña obra después de tener una idea mental de cómo quería que fuera. Con el huerto Chromsa estaba muy contento dado que algunas de las semillas ya habían germinado. Contó a todo el torreón la buena noticia en cuanto vio las primeras hojitas salir de la tierra. Todavía quedaba una buena parte por salir, pero aquello era una señal de que tendrían suerte. Lo único que temía ahora es que alguien dañara el pequeño campo, centrando su atención en Lethe que estaba practicando el tiro con arco en el patio. Confiaba en ella y en que tendría la suficiente puntería para que las flechas no cayeran encima de las plantas, pero una minúscula parte de su instinto lo tenía preocupado.
Una mañana se despertó como cualquiera de los otros días, aunque pudo ponerse su ropa habitual, ahora ya limpia por completo. Al bajar se encontró con que Kolja estaba despierto y Luci acababa de entrar al torreón desde el patio. -Buenos días a todos- dijo alegremente. Le devolvieron el saludo y, viendo que el chico rosa iba a la cocina con intención de hacer el desayuno, el ochrorio le dijo: -Luci, ¿puedo ayudarte? La verdad es que hoy tengo ganas de cocinar y estoy seguro de que juntos nos saldrá algo riquísimo.- No hubo ninguna oposición y el ochrorio se dispuso a ayudar... hasta que se fijó en un detalle. Al abrir uno de los cajones se fijó en que había un hueco libre, lo cual le extrañó. Preguntó tanto a Luci como a Kolja al respecto y ninguno supo darle una respuesta, así que decidió buscar qué había pasado. Buscó por el salón mientras el resto iba bajando y a cada uno le preguntó sobre lo que había desaparecido de la cocina sin mucho avance. Miró después en las habitaciones y en una de ellas encontró a Kradko. Cuando se acercó vio que estaba intentando hacer algo con una cuerda, un trozo de cuero y... una olla pequeña. Misterio resuelto. Chromsa entonces, sin ningún atisbo de reproche y más con curiosidad, dijo: -Hola Kradko. Estábamos Luci y yo preparando el desayuno abajo y nos pareció que faltaba alguna cosa. ¿Qué estás haciendo con la olla?-
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
15/03/20, 12:40 pm
La voz llegó mientras ella recortaba un poco el cuero con uno de los cuchillos de la armería —el mejor que encontró para la tarea—. La clinger tuvo la ligerísima intuición de que había hecho algo mal.
—Buenos días. Pues… ¡estoy haciendo un tambor! Porque me gusta tocar el tambor —le respondió atropelladamente—. La olla sirve para que suene alto… ¡fuerte!
—Buenos días. Pues… ¡estoy haciendo un tambor! Porque me gusta tocar el tambor —le respondió atropelladamente—. La olla sirve para que suene alto… ¡fuerte!
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
15/03/20, 01:17 pm
La sonrisa del ochrorio se hizo un poco más grande ante la respuesta de Kradko. En cierta manera esa inocencia le recordaba a su hermana Chrille. La echaba mucho de menos, y en parte fue por eso por lo que se negaba a enfadarse con su compañera de torreón.
Muy a su pesar dijo: -La idea es muy buena, pero creo que es mejor que no utilices una olla para ello.- Como no quería entristecerla, se acercó más y siguió: Se me ocurre que tal vez algún día que salgamos para explorar podríamos buscar si hay algún árbol caído en buen estado. Con su madera creo que podríamos hacer un tambor muy bonito. Puede que haya suerte y en el jardín que mencionó Luci haya algo así. Bueno, ¿qué te parece la idea?-
Espero con una sonrisa llena de dulzura la respuesta de Kradko y después añadió: -Por cierto, deberíamos bajar para el desayuno. Creo que somos los últimos aquí arriba.-
Muy a su pesar dijo: -La idea es muy buena, pero creo que es mejor que no utilices una olla para ello.- Como no quería entristecerla, se acercó más y siguió: Se me ocurre que tal vez algún día que salgamos para explorar podríamos buscar si hay algún árbol caído en buen estado. Con su madera creo que podríamos hacer un tambor muy bonito. Puede que haya suerte y en el jardín que mencionó Luci haya algo así. Bueno, ¿qué te parece la idea?-
Espero con una sonrisa llena de dulzura la respuesta de Kradko y después añadió: -Por cierto, deberíamos bajar para el desayuno. Creo que somos los últimos aquí arriba.-
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Silente
15/03/20, 02:20 pm
Las palabras y el abrazo del ochrorio fueron clave para animar a Adam. Nunca esperó que alguien quien conoció solo unos días lo consolase tan bien, superando incluso los muchos meses de terapia que tuvo en su anterior hogar. Asintió ante lo último que Chromsa dijo mientras se limpiaba la cara con la bufanda que se volvió a poner.
Se sintió muy mal con Kradko temiendo haberla asustado con lo que fue, aunque para él fue comprensible no pudiendo evitar ponerse en su lugar.
Los días siguientes los pasó intentando aprender algunas cosas que le sean de utilidad. En un principio quiso observar a Kolja quien trabajaba forjando y entrenaba por igual—. <<Tal vez debería ponerme en forma>> —pensó mientras observaba su rollizo cuerpo. Estuvo a punto de pedirle al alemán una rutina de entrenamiento. Si bien le daban mucho rechazo las armas blancas, el entrenarse no sería mala idea ya que podría ser útil a la hora de defender a los demas. Las palabras no le salían de la boca, no podía negar que le cortaba hablar con Kolja y, después de un rato, tomó la decisión de dejarlo.
Ayudó un poco a Chromsa con su huerto, frustrado de cometer más errores que otra cosa solo limitándose a observarlo en su tarea de cuidarlo, aprendiendo concienzudamente.
Los últimos días no hizo nada más que respirar un poco. Tomó largos paseos en círculos en el torreón, tuvo conversaciones cortas con algunos del torreón y ayudó en momentos puntuales.
Se levantó de la cama con un gran bostezo, levantándose para desayunar. Vio a todos levantados y a Luci y Chromsa preparando el desayuno. En su cara dormida se dibujo una sonrisilla al oler el aroma.
Se sintió muy mal con Kradko temiendo haberla asustado con lo que fue, aunque para él fue comprensible no pudiendo evitar ponerse en su lugar.
Los días siguientes los pasó intentando aprender algunas cosas que le sean de utilidad. En un principio quiso observar a Kolja quien trabajaba forjando y entrenaba por igual—. <<Tal vez debería ponerme en forma>> —pensó mientras observaba su rollizo cuerpo. Estuvo a punto de pedirle al alemán una rutina de entrenamiento. Si bien le daban mucho rechazo las armas blancas, el entrenarse no sería mala idea ya que podría ser útil a la hora de defender a los demas. Las palabras no le salían de la boca, no podía negar que le cortaba hablar con Kolja y, después de un rato, tomó la decisión de dejarlo.
Ayudó un poco a Chromsa con su huerto, frustrado de cometer más errores que otra cosa solo limitándose a observarlo en su tarea de cuidarlo, aprendiendo concienzudamente.
Los últimos días no hizo nada más que respirar un poco. Tomó largos paseos en círculos en el torreón, tuvo conversaciones cortas con algunos del torreón y ayudó en momentos puntuales.
Se levantó de la cama con un gran bostezo, levantándose para desayunar. Vio a todos levantados y a Luci y Chromsa preparando el desayuno. En su cara dormida se dibujo una sonrisilla al oler el aroma.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
15/03/20, 02:36 pm
—¡P-pero si hay más ollas! Y… y… —Kradko empezó a protestar como solo un niño sabía hacer cuando contradicen sus planes.
Por suerte, Chromsa sabía cómo manejar la situación y evitó un más que seguro berrinche.
—¡Madera! —su estado de ánimo pasó de molesta a emocionada en un abrir y cerrar de ojos—. La madera es perfecta. ¿Puedes tallar madera? ¡Es la que suena mejor! Tenemos que ir al jardín. ¿Por qué no vamos hoy? ¡Vamos hoy!
Dejó todo esparcido por el suelo y salió corriendo al comedor para desayunar y prepararse para salir.
Por suerte, Chromsa sabía cómo manejar la situación y evitó un más que seguro berrinche.
—¡Madera! —su estado de ánimo pasó de molesta a emocionada en un abrir y cerrar de ojos—. La madera es perfecta. ¿Puedes tallar madera? ¡Es la que suena mejor! Tenemos que ir al jardín. ¿Por qué no vamos hoy? ¡Vamos hoy!
Dejó todo esparcido por el suelo y salió corriendo al comedor para desayunar y prepararse para salir.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
15/03/20, 03:40 pm
-Buenas días, Chromsa-devolvió el saludo.
Kolja estaba sentado en una de las sillas del comedor, esperando a que todos bajasen para comunicar que ya había terminado los preparativos para el plan "abordaje de la bañera" y que estaba listo para hacer los primeros intentos. Luci se encontraba en la cocina, empezando a preparar el desayuno, con la ayuda de Chromsa al parecer. El alemán, distraído, jugaba con su barba, pensando en lo que podría pasar el día ahora que tenía tiempo libre de nuevo. Consideró de que era hora de hacer una nueva salida para explorar los alrededores, habían pasado unos días desde el último incidente y la verdad es que necesitaban conocer mejor la zona. Se planteó proponer otra salida para investigar las casas que los rodeaban, pero se acordó de aquel jardín que había descubierto el niño chuche desde la azotea y pensó que, dado que había utilizado bastante madera durante la forja, esa podría ser la mejor opción. Además, le apetecía ver más verde que las pocas plantas de Chromsa, que empezaban a germinar.
Mientras pensaba en aquello, la gente había ido bajando para desayunar, y cuando juzgó que ya eran suficiente, se dispuso a plantear el plan para aquel día.
-Tengo que deciros algo, ya he terminado los preparativos para el abordaje de las bañeras, así que por mi parte estoy listo para el primer intento. Pensaba que igual podíamos salir a aquel jardín que vio Luci desde la azotea. Nos conviene explorar un poco más esta ciudad, ya que, por lo que parece, vamos a estar aquí una buena cantidad de tiempo. - propuso.
Kolja estaba sentado en una de las sillas del comedor, esperando a que todos bajasen para comunicar que ya había terminado los preparativos para el plan "abordaje de la bañera" y que estaba listo para hacer los primeros intentos. Luci se encontraba en la cocina, empezando a preparar el desayuno, con la ayuda de Chromsa al parecer. El alemán, distraído, jugaba con su barba, pensando en lo que podría pasar el día ahora que tenía tiempo libre de nuevo. Consideró de que era hora de hacer una nueva salida para explorar los alrededores, habían pasado unos días desde el último incidente y la verdad es que necesitaban conocer mejor la zona. Se planteó proponer otra salida para investigar las casas que los rodeaban, pero se acordó de aquel jardín que había descubierto el niño chuche desde la azotea y pensó que, dado que había utilizado bastante madera durante la forja, esa podría ser la mejor opción. Además, le apetecía ver más verde que las pocas plantas de Chromsa, que empezaban a germinar.
Mientras pensaba en aquello, la gente había ido bajando para desayunar, y cuando juzgó que ya eran suficiente, se dispuso a plantear el plan para aquel día.
-Tengo que deciros algo, ya he terminado los preparativos para el abordaje de las bañeras, así que por mi parte estoy listo para el primer intento. Pensaba que igual podíamos salir a aquel jardín que vio Luci desde la azotea. Nos conviene explorar un poco más esta ciudad, ya que, por lo que parece, vamos a estar aquí una buena cantidad de tiempo. - propuso.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
15/03/20, 05:00 pm
A pesar de su conversación con Reina la enderth no pensaba descuidar sus entrenamientos. Siguió practicando tiro con arco como lo había estado haciendo hasta ese momento. A vece se fijaba en lo que hacía Kolja por si notaba algo que a ella se le pudiera estar escapando, como posturas o formas de tensar el arco. No pensaba pedirle ayuda a él, ya que de todas formas le parecía hipócrita hacerlo tras los encontronazos que habían tenido. El humano, no obstante, no dio ningún disgusto durante aquellos días y Lethe, de hecho, no solo le observó mientras practicaba con el arco sino que también lo que estaba haciendo con su forja improvisada suscitó su interés. Tan solo observaba de vez en cuando el proceso mientras Kolja no se diese cuenta, y se iba sin más si notaba su presencia.
Propuso un par de salidas más en los alrededores del torreón, en busca de materiales. Recalcando que no se tocasen objetos claramente sospechosos en el proceso. Así fue como logró encontrar más cosas que le ayudarían en su pequeño proyecto. El sedal, no obstante, seguía siendo el mayor problema. Se tendría que conformar con lo que tenía y reponerlo las veces que hiciera falta… pero no sabía cuánto peso podía soportar algo tan poco práctico.
Habían salido solo una vez más a por provisiones gracias al éxito de hacía unos días y no había ocurrido nada malo. Tanta calma ya escamaba a la enderth, acostumbrada a eventualidad tras otra, pero no pensaba quejarse. Creía que aquel día también lo pasarían dentro del torreón, pero al parecer Kolja tenía otras ideas. Sin duda ya era demasiado tarde para probar el “abordaje” a las bañeras, pero parecía que podrían probar suerte al día siguiente. Pero eso no era lo único que quería decirles y la enderth escuchó la propuesta mientras buscaba una fruta de su agrado para desayunar. No dijo nada, pero si otros aceptaban la propuesta se prepararía para salir con ellos a ver esos supuestos jardines. Era cierto que necesitaban reconocer el terreno y explorar nuevas posibilidades.
Propuso un par de salidas más en los alrededores del torreón, en busca de materiales. Recalcando que no se tocasen objetos claramente sospechosos en el proceso. Así fue como logró encontrar más cosas que le ayudarían en su pequeño proyecto. El sedal, no obstante, seguía siendo el mayor problema. Se tendría que conformar con lo que tenía y reponerlo las veces que hiciera falta… pero no sabía cuánto peso podía soportar algo tan poco práctico.
Habían salido solo una vez más a por provisiones gracias al éxito de hacía unos días y no había ocurrido nada malo. Tanta calma ya escamaba a la enderth, acostumbrada a eventualidad tras otra, pero no pensaba quejarse. Creía que aquel día también lo pasarían dentro del torreón, pero al parecer Kolja tenía otras ideas. Sin duda ya era demasiado tarde para probar el “abordaje” a las bañeras, pero parecía que podrían probar suerte al día siguiente. Pero eso no era lo único que quería decirles y la enderth escuchó la propuesta mientras buscaba una fruta de su agrado para desayunar. No dijo nada, pero si otros aceptaban la propuesta se prepararía para salir con ellos a ver esos supuestos jardines. Era cierto que necesitaban reconocer el terreno y explorar nuevas posibilidades.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Silente
15/03/20, 05:14 pm
Reina
El paso de los días se le antojaron como la parte más lenta de un libro. Con suficiente inversión para interesarte en lo que iba a pasar, pero sin la anticipación o emoción del principio y a cada nueva página se demostraba ser más decepcionante. Reina haria su parte incluso participar en las salidas más proactivamente, pero en ellas se dejó de responsabilizar de los demás y se mentalizó de antemano, que quizás la cautela no le era tan inmediata como a ella. Por lo tanto, dejó de molestarles también.
Cogió la costumbre de la practica, la cual le llevaba horas, la mayoria de ellas sentada o de rodillas. Era bien una parte meditativa, otra parte de perseverancía y constancia. Con su arco predeterminado de la armería, el primer día estuvo tres horas en el patio para tirar la total suma de nueve flechas contra diferentes dianas a diferentes distancias. Aunque acostumbrarse a las severas diferencias entre armamentos, descubrió que el cambio y sus complicaciones, se podían aquejar más a la diferencia de calidad con lo que estaba acostumbrada a manejar que con lo que se veia obligada a usar. Sin embargo, tras los primeros tiros, con la calma y composición del Kyudo, compensó esas deficiencias considerablemente, y volvió a una suerte de constancia al siguiente día.
Reina se dedicaba horas del día simplemente meditando, pausada y ritualisticamente esgrimiendo el arco y cargando la flecha en movimientos que le eran cuestion de memoria muscular a aquel punto. Pero la mayoria del tiempo, observaba las dianas, vacias o con la prueba de los anteriores tiros. Si se pestañeaba uno podía llegarse a perder el tiro y simplemente quedarse con la nipona de rodillas, en su meditación pausada y ritualistica. Cada día necesitaba menos flechas para encontrar su punto, lograr su constancia y paz interna. Pero la cantidad de horas permanecia la misma. Sumergida en aquello, no tuvo mayor contacto con nadie particular y siguió su propio ritmo entrecosido con el del torreón.
—Buenos días.— Saludó a nadie en particular, mero formalismo. El alemán procedió a empezar la planificación de la salida, con sus propias sugerencias y motivos. Aunque Reina tomó nota mental de lo que dijo, era bastante obvio que estaba a sus propios asuntos, entre desayunar y permanecer en un estado de calma y paz interna.
El paso de los días se le antojaron como la parte más lenta de un libro. Con suficiente inversión para interesarte en lo que iba a pasar, pero sin la anticipación o emoción del principio y a cada nueva página se demostraba ser más decepcionante. Reina haria su parte incluso participar en las salidas más proactivamente, pero en ellas se dejó de responsabilizar de los demás y se mentalizó de antemano, que quizás la cautela no le era tan inmediata como a ella. Por lo tanto, dejó de molestarles también.
Cogió la costumbre de la practica, la cual le llevaba horas, la mayoria de ellas sentada o de rodillas. Era bien una parte meditativa, otra parte de perseverancía y constancia. Con su arco predeterminado de la armería, el primer día estuvo tres horas en el patio para tirar la total suma de nueve flechas contra diferentes dianas a diferentes distancias. Aunque acostumbrarse a las severas diferencias entre armamentos, descubrió que el cambio y sus complicaciones, se podían aquejar más a la diferencia de calidad con lo que estaba acostumbrada a manejar que con lo que se veia obligada a usar. Sin embargo, tras los primeros tiros, con la calma y composición del Kyudo, compensó esas deficiencias considerablemente, y volvió a una suerte de constancia al siguiente día.
Reina se dedicaba horas del día simplemente meditando, pausada y ritualisticamente esgrimiendo el arco y cargando la flecha en movimientos que le eran cuestion de memoria muscular a aquel punto. Pero la mayoria del tiempo, observaba las dianas, vacias o con la prueba de los anteriores tiros. Si se pestañeaba uno podía llegarse a perder el tiro y simplemente quedarse con la nipona de rodillas, en su meditación pausada y ritualistica. Cada día necesitaba menos flechas para encontrar su punto, lograr su constancia y paz interna. Pero la cantidad de horas permanecia la misma. Sumergida en aquello, no tuvo mayor contacto con nadie particular y siguió su propio ritmo entrecosido con el del torreón.
—Buenos días.— Saludó a nadie en particular, mero formalismo. El alemán procedió a empezar la planificación de la salida, con sus propias sugerencias y motivos. Aunque Reina tomó nota mental de lo que dijo, era bastante obvio que estaba a sus propios asuntos, entre desayunar y permanecer en un estado de calma y paz interna.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
15/03/20, 06:01 pm
Alec se dedicó a ayudar en lo que pudo los días siguientes. Echó una mano en las conservas, continuó puliendo el escudo hasta que reflejó la imagen del propio escocés de forma algo tosca y siguió entrenando con la maza. No había una mejora particular pero sí constante.
Sin embargo lo que más hizo fue estar a solas. Sólo con sus pensamientos en la azotea desde la que contemplaba la ciudad. Echaba muchas cosas de menos, a su amigo, sus hermanos, sus padres, los animales y labrar la tierra de la granja. Echaba de menos mancharse las manos trabajando y la ducha de agua ardiendo después de un buen día de trabajo para relajar los músculos. Contemplaba a Chromsa cuidar de aquel pequeño huerto con nostalgia. Pero siendo sincero Alec no habría tenido ni para empezar con tan poca cosa, y el ochrorio parecía poder encargarse a la perfección él sólo.
Llegado el punto empezó a echar de menos la privacidad de su cuarto o las charlas casuales con Jack y sus puyas. Ciertamente el agua fría del baño no invitaba a un momento de relajación e intimidad. También sabía que no era el momento para intimar con nadie del torreón y la verdad no tenía muy claro que los del torreón tuvieran esa necesidad. Estaba empezando a echar de menos hasta un buen vaso de whisky escocés para calmar la ansiedad que sentía en los peores momentos.
Sin embargo no compartió ninguno de aquellos pensamientos con el resto, eran cosa suya. No quería incomodar a gente que apenas conocía con sus problemas. Así que fuera de la azotea donde estaba solo todo eran sonrisas, buen humor y disposición a ayudar.
El desayuno de ese día fue bastante frugal. La verdad es que Alec estaba empezando a comer por obligación y no por gusto. Siempre había sido de buen comer pero el lugar estaba empezando a quitarle el apetito. Levantó la mirada del plato y dirigió una sonrisa a los reunidos allí.
-¿Qué tal habéis dormido? - preguntó.- Yo como un bebé la verdad, pero echo de menos tener algo para abrazar mientras duermo. Estaba pensando en usar a Luci de peluche - le dirigió al niño una sonrisa y un guiño bromista.- ¿Qué hacemos hoy?
Sin embargo lo que más hizo fue estar a solas. Sólo con sus pensamientos en la azotea desde la que contemplaba la ciudad. Echaba muchas cosas de menos, a su amigo, sus hermanos, sus padres, los animales y labrar la tierra de la granja. Echaba de menos mancharse las manos trabajando y la ducha de agua ardiendo después de un buen día de trabajo para relajar los músculos. Contemplaba a Chromsa cuidar de aquel pequeño huerto con nostalgia. Pero siendo sincero Alec no habría tenido ni para empezar con tan poca cosa, y el ochrorio parecía poder encargarse a la perfección él sólo.
Llegado el punto empezó a echar de menos la privacidad de su cuarto o las charlas casuales con Jack y sus puyas. Ciertamente el agua fría del baño no invitaba a un momento de relajación e intimidad. También sabía que no era el momento para intimar con nadie del torreón y la verdad no tenía muy claro que los del torreón tuvieran esa necesidad. Estaba empezando a echar de menos hasta un buen vaso de whisky escocés para calmar la ansiedad que sentía en los peores momentos.
Sin embargo no compartió ninguno de aquellos pensamientos con el resto, eran cosa suya. No quería incomodar a gente que apenas conocía con sus problemas. Así que fuera de la azotea donde estaba solo todo eran sonrisas, buen humor y disposición a ayudar.
El desayuno de ese día fue bastante frugal. La verdad es que Alec estaba empezando a comer por obligación y no por gusto. Siempre había sido de buen comer pero el lugar estaba empezando a quitarle el apetito. Levantó la mirada del plato y dirigió una sonrisa a los reunidos allí.
-¿Qué tal habéis dormido? - preguntó.- Yo como un bebé la verdad, pero echo de menos tener algo para abrazar mientras duermo. Estaba pensando en usar a Luci de peluche - le dirigió al niño una sonrisa y un guiño bromista.- ¿Qué hacemos hoy?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Re: Torreón Silente
15/03/20, 10:25 pm
Alyssa pasó los siguientes días de forma similar a los anteriores, sin hacer prácticamente nada y maldiciendo su impotencia ante lo que le tocaba vivir. La peor parte es que veía una posible salida a su problema: que alguien la enseñara a hacer algo que pudiera servir al resto, el problema era que no se atrevía a pedir ayuda a nadie.
En la parte de aprender a defenderse había tres opciones claras. Todavía seguía molesta por lo que había pasado el segundo día con Kolja así que se negaba a pedirle ayuda al chico. Lethe parecía la opción más razonable, pero la personalidad de la mujer pájaro la intimidaba.
En cuanto a tareas menos agresivas que pudiera desempeñar, tampoco tuvo mucha más suerte. No sabía cocinar y aunque barajó la posibilidad de pedir a Luci ayuda para aprender una esquina de su cerebro la convenció de no hacerlo, de que ya había alguien competente en la tarea y que, aunque los últimos días habían conseguido recoger comida, nunca sabían cuándo volvería a haber escasez y nadie necesitaba a alguien estropeando y tirando comida valiosa que podría ser esencial solo por intentar aprender algo que otro ya sabía.
Aquella mañana se despertó con tan pocos ánimos como las anteriores. Se levantó y bajó a desayunar por pura rutina más que por interés o por hambre. Se limitó a servirse de lo que ofrecieran y a comer en silencio mientras el resto hablaba. Dos cosas llamaron su atención: Que Kolja había terminado de fabricar los ganchos así que seguramente los probarían al día siguiente, y que planeaban salir en busca de aquella vegetación que habían visto el otro día.
Por un momento alzó la cabeza con interés. Quizás esta vez podría ir, quizás incluso lograría hacer algo útil y dejaría sentirse así… Sus intenciones duraron bien poco. Sabía que de haber algún peligro solo sería un lastre para el resto, y lo último que quería era que alguien se tuviera que poner en peligro para ayudarla como había hecho ella hacía unos días.
Volvió a bajar la mirada a su comida y continuó desayunando en silencio.
Alyssa no saldría aquel día.
En la parte de aprender a defenderse había tres opciones claras. Todavía seguía molesta por lo que había pasado el segundo día con Kolja así que se negaba a pedirle ayuda al chico. Lethe parecía la opción más razonable, pero la personalidad de la mujer pájaro la intimidaba.
En cuanto a tareas menos agresivas que pudiera desempeñar, tampoco tuvo mucha más suerte. No sabía cocinar y aunque barajó la posibilidad de pedir a Luci ayuda para aprender una esquina de su cerebro la convenció de no hacerlo, de que ya había alguien competente en la tarea y que, aunque los últimos días habían conseguido recoger comida, nunca sabían cuándo volvería a haber escasez y nadie necesitaba a alguien estropeando y tirando comida valiosa que podría ser esencial solo por intentar aprender algo que otro ya sabía.
Aquella mañana se despertó con tan pocos ánimos como las anteriores. Se levantó y bajó a desayunar por pura rutina más que por interés o por hambre. Se limitó a servirse de lo que ofrecieran y a comer en silencio mientras el resto hablaba. Dos cosas llamaron su atención: Que Kolja había terminado de fabricar los ganchos así que seguramente los probarían al día siguiente, y que planeaban salir en busca de aquella vegetación que habían visto el otro día.
Por un momento alzó la cabeza con interés. Quizás esta vez podría ir, quizás incluso lograría hacer algo útil y dejaría sentirse así… Sus intenciones duraron bien poco. Sabía que de haber algún peligro solo sería un lastre para el resto, y lo último que quería era que alguien se tuviera que poner en peligro para ayudarla como había hecho ella hacía unos días.
Volvió a bajar la mirada a su comida y continuó desayunando en silencio.
Alyssa no saldría aquel día.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
16/03/20, 02:04 am
La ciudad les recordaba como era con más muerte. A Kahlo le encantaría decir que ya no podían afectarle, que se habría acostumbrado llegados a este punto, pero no era así. Aún sin conocer de nada a la víctima el simple hecho de que sus compañeros hubieran presenciado otro aesinato era suficiente para tumbarla: el muerto podría haber sido cualquiera.
Kahlo superó los siguientes días alicaida, mucho menos habladora de lo normal. Cualquiera que conociera a la varmana en su mundo de origen sabría el cambio radical que aquello suponía. Procuraba mantenerse ocupada, pero a diferencia de su yo pasado apenas había orgullo en nada de lo que hacía. Se limita a mantenerse viva y en perfil bajo. De nada le servía allí destacar, y tampoco es que encontrase motivación en nada.
Como cada mañana la granta despertó en el estudio. Con la ayuda de sus compañeros de torreón había movido un colchón, sábanas y almohadas para dormir en condiciones, de forma que no tuviera que usar el sofá del salón y ganase en privacidad. Al menos estaba eso. Se tomó su tiempo en vestirse y arreglarse, bajando ya lista para el resto del día a desayunar.
—Buenos días —saludó de igual forma al bajar los últimos escalones. No añadió nada más, limitándose a esbozar pequeñas sonrisas a aquellos que viera más receptivos.
Kahlo superó los siguientes días alicaida, mucho menos habladora de lo normal. Cualquiera que conociera a la varmana en su mundo de origen sabría el cambio radical que aquello suponía. Procuraba mantenerse ocupada, pero a diferencia de su yo pasado apenas había orgullo en nada de lo que hacía. Se limita a mantenerse viva y en perfil bajo. De nada le servía allí destacar, y tampoco es que encontrase motivación en nada.
Como cada mañana la granta despertó en el estudio. Con la ayuda de sus compañeros de torreón había movido un colchón, sábanas y almohadas para dormir en condiciones, de forma que no tuviera que usar el sofá del salón y ganase en privacidad. Al menos estaba eso. Se tomó su tiempo en vestirse y arreglarse, bajando ya lista para el resto del día a desayunar.
—Buenos días —saludó de igual forma al bajar los últimos escalones. No añadió nada más, limitándose a esbozar pequeñas sonrisas a aquellos que viera más receptivos.
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