Torreón Silente
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- InvitadoInvitado
Torreón Silente
15/04/19, 08:23 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Magia:
Irán en negrita los traducidos.
Grimorio de hechicería de andar por casa:
-Curación general (orgánicos)
-Niebla mágica (ocultación o búsqueda)
-Ampliación de sonido (comunicación u obtención de información)
-Térmico (físico)
-Hechizos medidores de magnitudes sencillas (físico)
-Hechizo reflectante (físico)
-Nudo de cerática (menores)
-Limpieza de ropas (menores)
Hechizos para defenderse de bestias menores:
-Centella ambarina (ofensivo)
-Escudo mágico (defensivo)
-Sortilegio de defensa (defensivo)
-Levitación (transporte)
-Corte (físico)
-Hechizo de impacto (físico)
-Hechizo de inyección (físico)
-Traspaso de energía (varios)
-Hechizo de dentera (varios)
Hechizos que compartidos por los macieleros:
-Recomposicion (orgánico)
-Luz mágica (menor)
-Chispa de intuición mágica (ocultación o búsqueda)
-Hechizo de impulso (físico)
-Moldear materia orgánica (físico)
-Moldear materia inorgánica (físico)
-Cambio de color (menores)
-Sanación superficial (orgánico)
-Restauración (orgánico)
-Amplificación sensorial (orgánico)
-Curación nívea (orgánico - cerca de la luna)
-Hechizo de confusión (ofensivo)
-Centella ambarina (ofensivo)
-Protección básica (defensivo)
-Desvío (defensivo)
-Campo de fuerza (defensivo)
Luci estaba concentrado principalmente en poner un pie delante del otro. Se mantenía lejos de la cabeza del grupo y lejos de la cola, pues tenía miedo tanto de ser el primero en enfrentarse al paisaje como de quedarse rezagado. Aparte de sus pasos también prestaba atención a las tres personas que le habían dirigido la palabra, asegurándose de tener al menos una a su alcance en todo momento. El daeliciano necesitaba nuevos referentes a los que aferrarse.
En cuanto a la fealdad de la ciudad, Luci hacía grandes esfuerzos por ignorarla. La zona por la que avanzaban parecía cada vez más y más ruinosa y los pocos edificios que se tenían en pie eran verdaderas abominaciones. Entre semejante escombrera no tardaron en ver una torre alzarse, claramente nueva y en buenas condiciones pero igualmente horrenda en sus términos estéticos. Por mucho que lo deseara no le quedaba más remedio que aceptar que ese era el posible refugio que había divisado la persona emplumada pues no había ningún otro sitio donde meterse. Se le escapó un gemido lastimero.
La torre (o más bien torreón) era altísima, de piedra gris y salpicada de diminutas ventanitas que auguraban un interior oscuro y frío. El único adorno que tenía era un ¿reloj? Parecía un reloj pero Luci no era capaz de interpretar la hora que marcaba. Tenía un puente sujeto por cadenas sobre un foso. Al acercarse el pelirrosa comprobó con alivio que no había huesos en él aunque olía terriblemente mal. << ¿Es que todo en esa ciudad es desagradable?>> pensó angustiado, cubriéndose la nariz con el cuello del pijama. No sería el primero en entrar, pero tampoco el último, simplemente seguiría al grueso del grupo a pasitos inseguros.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Silente
20/04/19, 07:37 pm
El resto iba y venía en todas las direcciones del refugio. Cuando Chromsa volvió al interior del torreón, algunos salían al patio del que venía, subían las escaleras hacia los pisos superiores o incluso alguno se había quedado en la planta baja. Lo que más le llamó la atención fue Lethe, que había subido por unas escaleras que daban al sótano con una lanza. Un poco después también salieron Alec y Kolja, este último con armas y una cota de malla un tanto deteriorada. -Si hay armas tal vez haya herramientas también.- pensó animado.
Con esto en mente bajó por aquellas escaleras y llegó a una sala poco iluminada repleta de armas de todo tipo y tamaño. Le entraba bastante la curiosidad, tanto por la necesidad que tenían los que construyeron el torreón de poner un arsenal para quien lo habitase como por la variedad de armas allí presentes. En Ochroria vivía en una zona tranquila, así que no había visto muchas armas excepto por las que podía haber visto que llevaban los guardias o en una herrería. Algunas se parecían a las que se usaban en su mundo, aunque diferían en su aspecto. Aun con toda su curiosidad se centró en encontrar las herramientas para arar y cultivar. Por desgracia, tras rebuscar, no encontró nada. Lo más parecido serían las lanzas, pero no servirían para lo que se proponía.
Cuando iba a marcharse decepcionado, se fijó en que en una de las paredes había colgadas varías cuerdas de distintos tamaños y entonces se le ocurrió una idea. -Con unas cuantas dagas, la cuerda y uno de esos bastones largos podría hacer un rastrillo improvisado. No es lo más eficiente, pero es mejor que nada en esta situación.-
Subió las escaleras de vuelta a la planta baja y, sin subir del todo, dijo: -¿Alguien podría ayudarme? Voy a hacer un rastrillo para empezar a cultivar un huerto. Si no quereis no pasa nada, me las puedo arreglar por ahora.- Le pareció que había roto un poco todo el barullo que había en la sala y no era de extrañar. Había gente hablando entre ellas o un poco más apartadas del resto y se fijó sobre todo en Luci y la chica bicho, que tenían pinta de estar tristes.
Sintiéndose un poco mal dijo: -Oh, perdón. No quería molestar.- y bajó para fabricar el rastrillo con la esperanza de que alguien fuera con él y le ayudara. No estaba acostumbrado, pero con su maña y un poco de ayuda no le costaría demasiado.
Con esto en mente bajó por aquellas escaleras y llegó a una sala poco iluminada repleta de armas de todo tipo y tamaño. Le entraba bastante la curiosidad, tanto por la necesidad que tenían los que construyeron el torreón de poner un arsenal para quien lo habitase como por la variedad de armas allí presentes. En Ochroria vivía en una zona tranquila, así que no había visto muchas armas excepto por las que podía haber visto que llevaban los guardias o en una herrería. Algunas se parecían a las que se usaban en su mundo, aunque diferían en su aspecto. Aun con toda su curiosidad se centró en encontrar las herramientas para arar y cultivar. Por desgracia, tras rebuscar, no encontró nada. Lo más parecido serían las lanzas, pero no servirían para lo que se proponía.
Cuando iba a marcharse decepcionado, se fijó en que en una de las paredes había colgadas varías cuerdas de distintos tamaños y entonces se le ocurrió una idea. -Con unas cuantas dagas, la cuerda y uno de esos bastones largos podría hacer un rastrillo improvisado. No es lo más eficiente, pero es mejor que nada en esta situación.-
Subió las escaleras de vuelta a la planta baja y, sin subir del todo, dijo: -¿Alguien podría ayudarme? Voy a hacer un rastrillo para empezar a cultivar un huerto. Si no quereis no pasa nada, me las puedo arreglar por ahora.- Le pareció que había roto un poco todo el barullo que había en la sala y no era de extrañar. Había gente hablando entre ellas o un poco más apartadas del resto y se fijó sobre todo en Luci y la chica bicho, que tenían pinta de estar tristes.
Sintiéndose un poco mal dijo: -Oh, perdón. No quería molestar.- y bajó para fabricar el rastrillo con la esperanza de que alguien fuera con él y le ayudara. No estaba acostumbrado, pero con su maña y un poco de ayuda no le costaría demasiado.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Silente
20/04/19, 10:31 pm
El comentario simple de la pájara la descolocó por completo. Kahlo abrió aún más los ojos, convirtiendo nuevamente su confusión en rabia. ¿Es que era la única que veía el problema? ¿Qué esa chatarra no les iba a salvar de reptiles de dos metros armados hasta las dientes? ¿Lo que suponía poner armas al alcance de cualquier monstruo o psicópata con el que compartieran techo?
«Idiotas. Estoy rodeada de idiotas armados.»
—¿Defendernos de qué? —ladeó la cabeza, dudando genuinamente que tuviera un cerebro superior a una nuez. Trataba de contener la frustración de su tono, más sus pupilas rasgadas delataban su mal humor— ¿De monstruos irracionales gigantes con clara experiencia en los asesinatos como los que hemos visto antes?
Miró de arriba a abajo a los allí presentes sin pudor alguno: enclenques, débiles, blandos, sin colmillos afilados, ni colas como látigos, ni garras ni corazas, confusos, molestos y asustados. Ella misma era la primera en entrar en ese saco. Ni siquiera Kolja y el pelirrojo intimidarían tanto como el mismo lagarto si este tan solo midiera 1’50m. Al menos el primero dijo palabras con sentido, y aquello de que fuera parte de una familia dada a la forja de armas le infundía cierto nivel de seguridad. Añadió un segundo agradecimiento a su lista, al menos estaba diciendo cosas con sentido. Él, Chromsa y la chica de enormes pechos eran a los que en mejor estima tenía de momento.
De nada serviría discutir, a lo sumo tan solo para empeorar el día.
—Para defendernos, claro. Que así sea —masculló en voz alta para nadie, sin reparo alguno de dejar claro que la única amenaza de la que podía defenderse con esas armas era de ellos—. ¿Sólo lo que sepamos usar, no?
Se dirigió directamente al rubio, alzando una ceja.
No esperó a que respondiera a su pregunta (más retórica que otra cosa), posando la vista en seguida en las armas. Quería demostrar sabía defenderse, que de ser el objetivo de alguno moriría devolviendo el golpe. Con gesto orgulloso y teniendo en cuenta las palabras del más alto, Kahlo fue dignamente hacia estas. Agarró un estoque con seguridad, sacándolo de su vaina para comprobar el estado en el que se encontraba, y lo amarró contra el talle de su falda. Luego se detuvo en una navaja estilete, la sujetó con la mano abierta, comprobando su peso antes de cerrar el puño en torno al mango. La primera era para impresionar, la segunda para uso en caso real y dormir con ella. Tras ello se dirigió escaleras arriba, con la barbilla bien alta. Al pasar ante Kolja sonrió con suavidad, una sonrisa falsa y automática.
—No soy tan buena en el arco como mi hermano —añadió con elegancia, en un falso deje de humildad—. Pero estoy dispuesta a mejorar.
«Idiotas. Estoy rodeada de idiotas armados.»
—¿Defendernos de qué? —ladeó la cabeza, dudando genuinamente que tuviera un cerebro superior a una nuez. Trataba de contener la frustración de su tono, más sus pupilas rasgadas delataban su mal humor— ¿De monstruos irracionales gigantes con clara experiencia en los asesinatos como los que hemos visto antes?
Miró de arriba a abajo a los allí presentes sin pudor alguno: enclenques, débiles, blandos, sin colmillos afilados, ni colas como látigos, ni garras ni corazas, confusos, molestos y asustados. Ella misma era la primera en entrar en ese saco. Ni siquiera Kolja y el pelirrojo intimidarían tanto como el mismo lagarto si este tan solo midiera 1’50m. Al menos el primero dijo palabras con sentido, y aquello de que fuera parte de una familia dada a la forja de armas le infundía cierto nivel de seguridad. Añadió un segundo agradecimiento a su lista, al menos estaba diciendo cosas con sentido. Él, Chromsa y la chica de enormes pechos eran a los que en mejor estima tenía de momento.
De nada serviría discutir, a lo sumo tan solo para empeorar el día.
—Para defendernos, claro. Que así sea —masculló en voz alta para nadie, sin reparo alguno de dejar claro que la única amenaza de la que podía defenderse con esas armas era de ellos—. ¿Sólo lo que sepamos usar, no?
Se dirigió directamente al rubio, alzando una ceja.
No esperó a que respondiera a su pregunta (más retórica que otra cosa), posando la vista en seguida en las armas. Quería demostrar sabía defenderse, que de ser el objetivo de alguno moriría devolviendo el golpe. Con gesto orgulloso y teniendo en cuenta las palabras del más alto, Kahlo fue dignamente hacia estas. Agarró un estoque con seguridad, sacándolo de su vaina para comprobar el estado en el que se encontraba, y lo amarró contra el talle de su falda. Luego se detuvo en una navaja estilete, la sujetó con la mano abierta, comprobando su peso antes de cerrar el puño en torno al mango. La primera era para impresionar, la segunda para uso en caso real y dormir con ella. Tras ello se dirigió escaleras arriba, con la barbilla bien alta. Al pasar ante Kolja sonrió con suavidad, una sonrisa falsa y automática.
—No soy tan buena en el arco como mi hermano —añadió con elegancia, en un falso deje de humildad—. Pero estoy dispuesta a mejorar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Silente
21/04/19, 12:45 am
A Lethe le daba igual que no fuesen armas bien forjadas, que estuviesen en un estado cuestionable o que no les fuesen a servir de gran cosa contra según qué amenazas, pero estar armado era mejor que no estarlo y, a juzgar por las reacciones que había presenciado, consideró que no valía la pena discutir con aquellos mamíferos que aparentemente venían de planetas idílicos donde nada intentaba matarte. Solo se encogería de hombros ante cualquiera que la viese y seguiría su camino, pero entonces uno de los mamíferos la detuvo. El de pelo naranja que al menos todavía no había dicho ninguna sandez. Detuvo sus pasos y le observó durante unos instantes, ladeando la cabeza y parpadeando de vez en cuando. Se podría pensar que estaba evaluándole, pero en realidad la enderth solo sopesaba los pros y los contras de abrir el pico en aquel momento: su experiencia con los mamíferos en el ámbito de mantener una conversación no había sido muy satisfactoria por ahora. Finalmente chasqueó la lengua y le respondió.
—No soy una cazadora así que mi manejo de las armas es más básico que el de uno de esos chiflados, pero por supuesto que sé. —Era obvio, hasta los bebés sabían. Aunque… —. Bueno, claro, deduzco que no todos vosotros sabéis usar algún arma, ¿verdad? Las armas de asta son una buena opción para novatos. Mientras no intentes criticar cada cosa que diga no veo por qué no enseñarte. Cuántos más sepan defenderse, mejor. Pero ahora hay que terminar de examinar este lugar.
Lethe siguió su camino, aunque no trataría de alejarse del humano de pelo naranja si este quería seguirle hablando. Pasó junto a Kradko y le dio una pequeña palmada en el hombro. El mamífero de piel rosada parecía querer animar a la clinger también y se detuvo cerca de él al oírle hablar sobre algo que todavía le rondaba la cabeza.
—¿Tú sabes lo que es una bañera?
—No soy una cazadora así que mi manejo de las armas es más básico que el de uno de esos chiflados, pero por supuesto que sé. —Era obvio, hasta los bebés sabían. Aunque… —. Bueno, claro, deduzco que no todos vosotros sabéis usar algún arma, ¿verdad? Las armas de asta son una buena opción para novatos. Mientras no intentes criticar cada cosa que diga no veo por qué no enseñarte. Cuántos más sepan defenderse, mejor. Pero ahora hay que terminar de examinar este lugar.
Lethe siguió su camino, aunque no trataría de alejarse del humano de pelo naranja si este quería seguirle hablando. Pasó junto a Kradko y le dio una pequeña palmada en el hombro. El mamífero de piel rosada parecía querer animar a la clinger también y se detuvo cerca de él al oírle hablar sobre algo que todavía le rondaba la cabeza.
—¿Tú sabes lo que es una bañera?
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torreón Silente
21/04/19, 03:27 pm
La pequeña Kradko agradeció las palabras del mamífero rosa, pero sobre todo agradeció que este la hubiera escuchado. Se sintió inquieta al principio cuando este se aproximó, pero su voz de mamífero tenía un no sé qué tranquilizador, como el sonido de su tambor. Lo echaba mucho de menos.
—No parece que haya muchas plantas por aquí, pero… Podemos intentarlo.
Levantó la cabeza y observó con más detalle a su acompañante. Era bastante más alto que ella, pero ni de lejos tanto como el resto —especialmente el Uniónhacelafuerza—, quitando el reptil volador asesino. Casi se había olvidado de este.
—Me llamo Kradko, vivo en Titkak. —Decidió confiar un poco en este—. ¿Cómo te llamas tú?
Interminables preguntas, como siempre, se empezaban a amontonar en su cabeza, pero decidió que solo aquella era mejor para empezar. Sintió que alguien se acercaba y comprobó que era Lethe, quien le dio una palmada de ánimo en el hombro. Mejor ya, se levantó mientras la enderth hacía una pregunta que le sonó muy extraña.
—¿Ba… ball… Ba-ñe-ra? —La palabra le resultó muy extraña, Rosadito también la había dicho y no tenía la menor idea de a qué se podría referir.
—No parece que haya muchas plantas por aquí, pero… Podemos intentarlo.
Levantó la cabeza y observó con más detalle a su acompañante. Era bastante más alto que ella, pero ni de lejos tanto como el resto —especialmente el Uniónhacelafuerza—, quitando el reptil volador asesino. Casi se había olvidado de este.
—Me llamo Kradko, vivo en Titkak. —Decidió confiar un poco en este—. ¿Cómo te llamas tú?
Interminables preguntas, como siempre, se empezaban a amontonar en su cabeza, pero decidió que solo aquella era mejor para empezar. Sintió que alguien se acercaba y comprobó que era Lethe, quien le dio una palmada de ánimo en el hombro. Mejor ya, se levantó mientras la enderth hacía una pregunta que le sonó muy extraña.
—¿Ba… ball… Ba-ñe-ra? —La palabra le resultó muy extraña, Rosadito también la había dicho y no tenía la menor idea de a qué se podría referir.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
23/04/19, 12:52 am
Luci trató de pronunciar el nombre del bicho. No era nada sonoro y en la boca de la propia Kradko sonaba un poco a atragantamiento, pero el nombre de su ciudad le pareció gracioso.
-Yo soy Lucifehridhe, pero puedes llamarme Luci -dijo.
Se sobresaltó un poco con la llegada de la persona pájaro pero ya estaba empezando a acostumbrarse a su aspecto y su forma brusca de hablar. La pregunta le descolocó bastante. ¿Es que era el único allí que se bañaba?
-Una bañera es como un… recipiente muy grande que sirve para bañarse. Ya sabéis, para lavarse con agua y jabón. A veces también para estar en remojo y relajarse. ¿Vosotros no os bañais?
A lo mejor era una pregunta poco apropiada pero le estaba matando la curiosidad.
Lethe el pájaro también quería explorar el resto del refugio así que se pusieron en marcha. Luci dejó que fueran delante, no para evitar encontrarse de frente con alguna posible amenaza si no porque las escaleras estaban tan oscuras que apenas veía. Por suerte tenía la pared para apoyarse.
La primera planta tenía varias habitaciones. Olía a humedad y polvo acumulado y a madera vieja. Se las apañó para no chocarse con ningún mueble y llegar hasta la ventana de la primera habitación. La luz pálida del único sol desveló un escritorio cutre, sillas y un armario. Abrió el armario con cuidado y una pizca de esperanza, sin embargo dentro solo encontró un par de mantas grises enrolladas y varios pares de botas. Luci arrugó el morro.
Las demás habitaciones era por el estilo, todas polvorientas y llenas de muebles feísimos y baúles con ropa también feísima. El daeliciano estaba llegando al punto del mosqueo, nadie podía ser tan antiestético si no era a propósito.
Al abrir la última puerta Luci vio algo que por fin le hizo algo de ilusión, aunque fuera una tontería, y rápidamente llamó a sus dos estrafalarias compañeras.
-Mirad, eso es una bañera -dijo, señalando el mueble blanco y desconchado que presidía la habitación. -Bueno, las de mi mundo son más bonitas. La de mi casa es celeste y tiene flores pintadas.
También había algunas palanganas y barreños de cobre repartidas por aquí y por allá. Luci inspeccionó la bañera. Tenía su tapón unido a una cadenita pero el grifo no estaba conectado a nada.
-No tiene sentido, ¿para qué suben una bañera aquí arriba si no hay agua corriente? -bufó. Miró a su alrededor -Y tampoco hay estufa. ¿Es que pretenden que subamos el agua del pozo, la calentemos en la cocina y la subamos aquí?
Por supuesto, ni se le había pasado por la cabeza lavarse con agua fría. Siguió buscando por la habitación y dio con un cesto lleno de pastillas de jabón grandes como ladrillos y varias toallas ásperas. Quería llorar.
-Yo soy Lucifehridhe, pero puedes llamarme Luci -dijo.
Se sobresaltó un poco con la llegada de la persona pájaro pero ya estaba empezando a acostumbrarse a su aspecto y su forma brusca de hablar. La pregunta le descolocó bastante. ¿Es que era el único allí que se bañaba?
-Una bañera es como un… recipiente muy grande que sirve para bañarse. Ya sabéis, para lavarse con agua y jabón. A veces también para estar en remojo y relajarse. ¿Vosotros no os bañais?
A lo mejor era una pregunta poco apropiada pero le estaba matando la curiosidad.
Lethe el pájaro también quería explorar el resto del refugio así que se pusieron en marcha. Luci dejó que fueran delante, no para evitar encontrarse de frente con alguna posible amenaza si no porque las escaleras estaban tan oscuras que apenas veía. Por suerte tenía la pared para apoyarse.
La primera planta tenía varias habitaciones. Olía a humedad y polvo acumulado y a madera vieja. Se las apañó para no chocarse con ningún mueble y llegar hasta la ventana de la primera habitación. La luz pálida del único sol desveló un escritorio cutre, sillas y un armario. Abrió el armario con cuidado y una pizca de esperanza, sin embargo dentro solo encontró un par de mantas grises enrolladas y varios pares de botas. Luci arrugó el morro.
Las demás habitaciones era por el estilo, todas polvorientas y llenas de muebles feísimos y baúles con ropa también feísima. El daeliciano estaba llegando al punto del mosqueo, nadie podía ser tan antiestético si no era a propósito.
Al abrir la última puerta Luci vio algo que por fin le hizo algo de ilusión, aunque fuera una tontería, y rápidamente llamó a sus dos estrafalarias compañeras.
-Mirad, eso es una bañera -dijo, señalando el mueble blanco y desconchado que presidía la habitación. -Bueno, las de mi mundo son más bonitas. La de mi casa es celeste y tiene flores pintadas.
También había algunas palanganas y barreños de cobre repartidas por aquí y por allá. Luci inspeccionó la bañera. Tenía su tapón unido a una cadenita pero el grifo no estaba conectado a nada.
-No tiene sentido, ¿para qué suben una bañera aquí arriba si no hay agua corriente? -bufó. Miró a su alrededor -Y tampoco hay estufa. ¿Es que pretenden que subamos el agua del pozo, la calentemos en la cocina y la subamos aquí?
Por supuesto, ni se le había pasado por la cabeza lavarse con agua fría. Siguió buscando por la habitación y dio con un cesto lleno de pastillas de jabón grandes como ladrillos y varias toallas ásperas. Quería llorar.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
23/04/19, 07:06 pm
Alec asintió a las palabras del pájaro.
-Normalmente en mi mundo no todo el mundo sabe pelear, mi especie está en lo alto de la cadena alimenticia y no hay nada que nos amenace para que debamos hacerlo - respondió con tranquilidad.- Yo he sido el que te ha pedido ayuda, si criticase tu forma de ayudarme no sería más que un desagradecido - dijo, luego volvió a asentir.- Sí, pensaba ir hacia arriba cuando terminase de mirar lo que había abajo, quiero ver lo que tenemos alrededor y nada mejor que desde lo alto. Hablamos luego cuando terminemos.
Después la acompañó a la planta pero en vez de quedarse allí coninuó subiendo. Miró en el primer piso y observó las habitaciones, les hacía falta un buen repaso, pero aparte de eso nada remarcable. La bañera no estaba mal, al menos podrían limpiarse aunque fuese con agua fría. No es que le entusiasmara la idea pero no había de otra. Subió al segundo piso y encontró un par de habitaciones vacías.
Finalmente llegó al tercer piso y buscó la forma de seguir subiendo, tenía que haber una manera de llegar a la azotea. Encontró una escalerilla y una trampilla que llevaban afuera así que subió y se encontró efectivamente en el techo. En el que además estaba la dragona en miniatura que los había acompañado, la saludó y se presentó, luego se asomó con cuidado por el borde y encontró al gigante humano abajo en la muralla.
- Eh, el vikingo - dijo lo suficientemente alto para que lo oyese desde allí abajo.- ¿No crees que para vigilar sería mejor desde aquí arriba?
-Normalmente en mi mundo no todo el mundo sabe pelear, mi especie está en lo alto de la cadena alimenticia y no hay nada que nos amenace para que debamos hacerlo - respondió con tranquilidad.- Yo he sido el que te ha pedido ayuda, si criticase tu forma de ayudarme no sería más que un desagradecido - dijo, luego volvió a asentir.- Sí, pensaba ir hacia arriba cuando terminase de mirar lo que había abajo, quiero ver lo que tenemos alrededor y nada mejor que desde lo alto. Hablamos luego cuando terminemos.
Después la acompañó a la planta pero en vez de quedarse allí coninuó subiendo. Miró en el primer piso y observó las habitaciones, les hacía falta un buen repaso, pero aparte de eso nada remarcable. La bañera no estaba mal, al menos podrían limpiarse aunque fuese con agua fría. No es que le entusiasmara la idea pero no había de otra. Subió al segundo piso y encontró un par de habitaciones vacías.
Finalmente llegó al tercer piso y buscó la forma de seguir subiendo, tenía que haber una manera de llegar a la azotea. Encontró una escalerilla y una trampilla que llevaban afuera así que subió y se encontró efectivamente en el techo. En el que además estaba la dragona en miniatura que los había acompañado, la saludó y se presentó, luego se asomó con cuidado por el borde y encontró al gigante humano abajo en la muralla.
- Eh, el vikingo - dijo lo suficientemente alto para que lo oyese desde allí abajo.- ¿No crees que para vigilar sería mejor desde aquí arriba?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Torreón Silente
23/04/19, 10:26 pm
(Antes de salir)
-Me alegro Kahlo, mañana mismo me gustaria empezar. Por cierto, ¿el estilete sabes usarlo? ¿Has recibido clases? Yo la verdad es que tengo que admitir que es una arma con la que no tengo ninguna experiencia, pero si tambien quieres entrenar con el puedo coger una espada y a ver si podemos aprender los dos algo.
(Continúa en el anterior post).
Mientras el resto exploraba el resto del torreon, kolja se dedicó a remendar la cota de malla que habia cogido de la armeria mientras pensaba en sus asuntos y en los acontecimientos de las últimas 24 horas. Una mujer se habia aparecido en su habitación y le habia hecho muchas promesas de grandeza. Esa misma mujer le habia drogado y le habia traido a otro mundo, donde se habia despertado en una especie de mazmorra. Habia descubierto que los aliens existian y los habia visto con sus propios ojos. Uno de esos aliens se habia puesto a matar gente, lo que añadia ver su primer cadáver ¿humano?, y habia tenido que uir con un grupo de alienigenas. Tambien habian encontrado un torreón con una armeria, habia discutido con una mujer pájaro, se habia hecho amigo de un chico nutria y probablemente le habia salvado la vida a una chica gato. Desde luego tenia repertorio para escribir una historia de ciencia ficción. En ese momento oyó como el naranja le gritaba desde la azotea de la torre a grito de vikingo. Desde luego no tiene ni idea de cuanta razón tiene, pensó Kolja. Decidió que podia dejar la cota de malla a un lado un rato y explorar un poco el torreón. Llego al interior a tiempo de oir la petición de Chromsa de que le ayudasen a hacer un rastrillo.
-Yo te ayudo Chromsa, traete las cosas con las que quieras hacerlo a la muralla y te hecho una mano, ¿pero antes voy a explorar un poco este sitio vale?- le dijo animado por tener algo más que hacer, no soportaba estarse quieto.
Subió las escaleras y hecho un ojo a las diferentes estancias. La verdad es que necesitaban limpiarse un poco, pero no estaban del todo mal. Por lo menos tenian camas y una bañera, aunque no tuviesen ni comida ni agua corriente. Ni electricidad, claro. Lo mas importante era encontrar comida cuanto antes, y seria lo primero que propusiera mañana. Llegó hasta la azotea, saludo a los ahi presente con un gesto de la cabeza y observó los alrededores. Al fondo hacia el este se veia lo que parecia un parque lo cual le pareció muy interesante ya que no habia visto apenas verde desde que llegarón.
-Desde aqui se puede vigilar bien, si, pero mejor me quedo en las murallas desde donde puedo lanzar una flecha a cualquiera que se acerque. -le dijo a Alec. Volvió a bajar hasta la planta baja. Allí le dijo a Chromsa y al resto que se dedicaria a limpiar los colchones y luego le dijo a Chromsa específicamente que luego le acompañase a la muralla para ayudarle con el rastrillo.
-Me alegro Kahlo, mañana mismo me gustaria empezar. Por cierto, ¿el estilete sabes usarlo? ¿Has recibido clases? Yo la verdad es que tengo que admitir que es una arma con la que no tengo ninguna experiencia, pero si tambien quieres entrenar con el puedo coger una espada y a ver si podemos aprender los dos algo.
(Continúa en el anterior post).
Mientras el resto exploraba el resto del torreon, kolja se dedicó a remendar la cota de malla que habia cogido de la armeria mientras pensaba en sus asuntos y en los acontecimientos de las últimas 24 horas. Una mujer se habia aparecido en su habitación y le habia hecho muchas promesas de grandeza. Esa misma mujer le habia drogado y le habia traido a otro mundo, donde se habia despertado en una especie de mazmorra. Habia descubierto que los aliens existian y los habia visto con sus propios ojos. Uno de esos aliens se habia puesto a matar gente, lo que añadia ver su primer cadáver ¿humano?, y habia tenido que uir con un grupo de alienigenas. Tambien habian encontrado un torreón con una armeria, habia discutido con una mujer pájaro, se habia hecho amigo de un chico nutria y probablemente le habia salvado la vida a una chica gato. Desde luego tenia repertorio para escribir una historia de ciencia ficción. En ese momento oyó como el naranja le gritaba desde la azotea de la torre a grito de vikingo. Desde luego no tiene ni idea de cuanta razón tiene, pensó Kolja. Decidió que podia dejar la cota de malla a un lado un rato y explorar un poco el torreón. Llego al interior a tiempo de oir la petición de Chromsa de que le ayudasen a hacer un rastrillo.
-Yo te ayudo Chromsa, traete las cosas con las que quieras hacerlo a la muralla y te hecho una mano, ¿pero antes voy a explorar un poco este sitio vale?- le dijo animado por tener algo más que hacer, no soportaba estarse quieto.
Subió las escaleras y hecho un ojo a las diferentes estancias. La verdad es que necesitaban limpiarse un poco, pero no estaban del todo mal. Por lo menos tenian camas y una bañera, aunque no tuviesen ni comida ni agua corriente. Ni electricidad, claro. Lo mas importante era encontrar comida cuanto antes, y seria lo primero que propusiera mañana. Llegó hasta la azotea, saludo a los ahi presente con un gesto de la cabeza y observó los alrededores. Al fondo hacia el este se veia lo que parecia un parque lo cual le pareció muy interesante ya que no habia visto apenas verde desde que llegarón.
-Desde aqui se puede vigilar bien, si, pero mejor me quedo en las murallas desde donde puedo lanzar una flecha a cualquiera que se acerque. -le dijo a Alec. Volvió a bajar hasta la planta baja. Allí le dijo a Chromsa y al resto que se dedicaria a limpiar los colchones y luego le dijo a Chromsa específicamente que luego le acompañase a la muralla para ayudarle con el rastrillo.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
24/04/19, 12:33 am
Lethe frunció ligeramente el ceño ante la explicación de Luci, a quien había oído decir su nombre justo antes de acercarse a él. ¿Jabón? ¿De verdad lo usaban para lavarse? No quería imaginarse como debería escocer eso, por no hablar de que debía resecar muchísimo la piel. Decidió dejar esos pensamientos para sí por el momento, pues no le interesaba entorpecer la conversación.
—Eh, eh, que yo me acicalo a menudo para mantener las plumas lustrosas e impermeables —replicó a su suposición—. Y cuando hace falta agarro el cubo de agua y me lo echo por encima. Alivia bastante durante las peores épocas de muda. Pero creo que ya capto lo que es una bañera: imagino que son cosas de mamíferos.
A continuación le hizo un gesto a Kradko para que se pusiesen en marcha tras el pequeño mamífero rosado, dispuesta a revisar las plantas superiores del torreón. Las habitaciones no parecían contener nada interesante para la enderth, aunque encontraron justamente una de aquellas tan cacareadas bañeras. Lethe se acercó desde la puerta para inspeccionarla. El barreño grande, pues eso era lo que le parecía a ella, no tenía ningún interés en sí mismo, pero no se quitaba de la cabeza la mención a tan mundano objeto que habían hecho aquellas personas en su discurso.
—¿Y qué merluza tendrán que ver estos trastos con la comida? Desde luego esta está vacía. Mala suerte otra vez —le dijo a la clinger mientras volvía sobre sus pasos.
La extrañeza de Luci, en cambio, transcurría por otros derroteros. El ave se detuvo junto al mamífero mientras este se quejaba y se rascó el cuello con aire distraído antes de responderle.
—Pues sí, diría que eso es exactamente lo que pretenden. Por mi parte voy a seguir haciendo uso del cubo cuando sea necesario —se encogió de hombros.
Abrió la puerta del siguiente cuarto que se encontraron y la visión la dejó desconcertada unos instantes. Había unos armazones con telas…
—Espera, esta creo que la puedo adivinar. ¿Son camas? —le preguntó a Luci mientras se acercaba caminando a pequeños pasos hacia atrás a una de ellas. Puso una garra sobre las telas—. Qué blando.
Sin pensarlo mucho se sentó de un pequeño salto, haciendo que lo que fuera que hubiese debajo rebotase ligeramente. Compuso una expresión de aprobación y volvió a mirar al niño rosado.
>>Esta os la reconozco a los mamíferos: parece cómodo. Ven, Krako: tienes que probarlo.
—Eh, eh, que yo me acicalo a menudo para mantener las plumas lustrosas e impermeables —replicó a su suposición—. Y cuando hace falta agarro el cubo de agua y me lo echo por encima. Alivia bastante durante las peores épocas de muda. Pero creo que ya capto lo que es una bañera: imagino que son cosas de mamíferos.
A continuación le hizo un gesto a Kradko para que se pusiesen en marcha tras el pequeño mamífero rosado, dispuesta a revisar las plantas superiores del torreón. Las habitaciones no parecían contener nada interesante para la enderth, aunque encontraron justamente una de aquellas tan cacareadas bañeras. Lethe se acercó desde la puerta para inspeccionarla. El barreño grande, pues eso era lo que le parecía a ella, no tenía ningún interés en sí mismo, pero no se quitaba de la cabeza la mención a tan mundano objeto que habían hecho aquellas personas en su discurso.
—¿Y qué merluza tendrán que ver estos trastos con la comida? Desde luego esta está vacía. Mala suerte otra vez —le dijo a la clinger mientras volvía sobre sus pasos.
La extrañeza de Luci, en cambio, transcurría por otros derroteros. El ave se detuvo junto al mamífero mientras este se quejaba y se rascó el cuello con aire distraído antes de responderle.
—Pues sí, diría que eso es exactamente lo que pretenden. Por mi parte voy a seguir haciendo uso del cubo cuando sea necesario —se encogió de hombros.
Abrió la puerta del siguiente cuarto que se encontraron y la visión la dejó desconcertada unos instantes. Había unos armazones con telas…
—Espera, esta creo que la puedo adivinar. ¿Son camas? —le preguntó a Luci mientras se acercaba caminando a pequeños pasos hacia atrás a una de ellas. Puso una garra sobre las telas—. Qué blando.
Sin pensarlo mucho se sentó de un pequeño salto, haciendo que lo que fuera que hubiese debajo rebotase ligeramente. Compuso una expresión de aprobación y volvió a mirar al niño rosado.
>>Esta os la reconozco a los mamíferos: parece cómodo. Ven, Krako: tienes que probarlo.
- Birdo
Ficha de cosechado
Nombre: Qirra
Especie: Parqia
Habilidades: Habilidad manual, Inmutabilidad, Imaginación.Personajes : oof
oof
● Qirra: Parqia azulita con piedrecitas.
oof
Status : Feels bad man.
oof
Humor : Dorime
oof
Re: Torreón Silente
24/04/19, 12:04 pm
oofSe sobresaltó un poco cuando, de la trampilla que había estado ignorando hasta ahora, salió un señor extraño y pelirrojo de los que habían llegado con ella al torreón. El chico se presentó y Qirra hizo lo mismo, haciendo un leve gesto con la cabeza a modo de aprobación. Recogió su saquito de tesoros. Cuando vió al otro asomarse hacia abajo por el borde se acercó caminando. Estaba llamando al del pelo claro, al menos eso creía ella, pero no le quedaba clara una cosa.
─ ¿Qué es un vikingo? ─ dijo mirando con la cabeza ladeada a Alec.
─ ¿Qué es un vikingo? ─ dijo mirando con la cabeza ladeada a Alec.
upper secret oof
secret oof
Embeces la bida no es como keremos
secret oof
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Silente
24/04/19, 06:47 pm
Chromsa estaba bajando ligeramente decepcionado hacia el sótano cuando notó que alguien se le había acercado. Se giró y vio que se trataba de Kolja. Cada palabra que dijo hizo que su sonrisa habitual fuera cada vez más y más grande hasta que el terrestre terminó de hablar. Acto seguido Chromsa le dijo con mucha alegría: -Muchísimas gracias, Kolja. Te estoy muy agradecido.- y justo después contestó a la otra parte de lo que había dicho: -Por supuesto, de hecho creo que tendría que hacer lo mismo. Lo único que he visto es esta planta y el patio.-
Cuando terminó la conversación, Kolja subió con cierta rapidez a los pisos superiores mientras que Chromsa hacía el mismo camino pero mucho más lento.
Entre la primera y tercera planta lo único que encontró fueron habitaciones muy parecidas entre si. Tenían muebles no muy limpios y camas de aspecto ligeramente antiguo, aunque pudo comprobar que eran bastante blanditas. -Si arreglamos un par de cosas puede ser un refugio bastante bueno.- pensó. Aparte en uno de los pisos pudo encontrar un baño y una de las cosas que Luci y Amira le habían aclarado. Allí había un recipiente más o menos grande de un color blanco envejecido que encajaba con la descripción de "bañera". Ya entendía por completo el concepto y el para qué servía, solo que no había caído hasta entonces en un detalle. En Ochroria tenían barreños de un tamaño parecido que tenían la misma función, pero como su casa estaba cerca de un río nuca habían tenido una. Menos mal que el agua del río no solía estar muy fría...
Después del descubrimiento de la bañera siguió explorando los pisos que quedaban. Cuando terminó de mirar el tercer piso se encontró de nuevo con Kolja, que estaba bajando por una escalerilla que llevaba a la azotea. Así que su siguiente acción fue subir a la azotea. Había bastante espacio en aquella parte del torreón y vio que desde allí se podía ver gran parte de la ciudad. O al menos lo intuía, porque no podía verlo bien. No estaba solo en aquel lugar, pues estaban el otro terrestre grande, Alec, y la lagarta alada. -¿Disfrutando de las vistas?- preguntó. Se fijó también en una bolsita que llevaba la lagarta. Estaba un poco abierta y pudo ver algunas piedras brillantes. -Por cierto, son muy bonitas.- le dijo a la lagarta señalando al contenido de la bolsa. Un poco después dijo: -Bueno, vuelvo abajo. Nos vemos luego.- y se marchó a la planta baja.
Allí se encontró a Kolja diciéndole al resto que iba a limpiar los colchones. Entonces el terrestre se dio cuenta de su presencia y le dijo que, cuando terminara, le ayudaría con el rastrillo. -De acuerdo. Buscaré algo que hacer mientras.- le dijo.
Cuando Kolja se fue, empezó a pensar en que podría hacer y se le ocurrió que no eran solo las camas lo que estaba acumulando polvo en el torreón. Buscó algo para poder limpiar y encontró varios trapos en la cocina junto a un par de escobas. Así que cogió un paño y salió al patio a por el cubo. Sacó agua, desató el cubo del pozo (por suerte podía quitar y ponerse sin mucha dificultad) y se lo llevó al interior. Ya en la planta baja dijo para todos los presentes: -Solo hay un cubo, pero con los paños, las escobas y trabajo en equipo podemos dejar nuestro refugio como los chorros del osmio.- dijo intentando animar al resto a colaborar.
Hecho esto empezó a limpiar los muebles de la planta baja.
Cuando terminó la conversación, Kolja subió con cierta rapidez a los pisos superiores mientras que Chromsa hacía el mismo camino pero mucho más lento.
Entre la primera y tercera planta lo único que encontró fueron habitaciones muy parecidas entre si. Tenían muebles no muy limpios y camas de aspecto ligeramente antiguo, aunque pudo comprobar que eran bastante blanditas. -Si arreglamos un par de cosas puede ser un refugio bastante bueno.- pensó. Aparte en uno de los pisos pudo encontrar un baño y una de las cosas que Luci y Amira le habían aclarado. Allí había un recipiente más o menos grande de un color blanco envejecido que encajaba con la descripción de "bañera". Ya entendía por completo el concepto y el para qué servía, solo que no había caído hasta entonces en un detalle. En Ochroria tenían barreños de un tamaño parecido que tenían la misma función, pero como su casa estaba cerca de un río nuca habían tenido una. Menos mal que el agua del río no solía estar muy fría...
Después del descubrimiento de la bañera siguió explorando los pisos que quedaban. Cuando terminó de mirar el tercer piso se encontró de nuevo con Kolja, que estaba bajando por una escalerilla que llevaba a la azotea. Así que su siguiente acción fue subir a la azotea. Había bastante espacio en aquella parte del torreón y vio que desde allí se podía ver gran parte de la ciudad. O al menos lo intuía, porque no podía verlo bien. No estaba solo en aquel lugar, pues estaban el otro terrestre grande, Alec, y la lagarta alada. -¿Disfrutando de las vistas?- preguntó. Se fijó también en una bolsita que llevaba la lagarta. Estaba un poco abierta y pudo ver algunas piedras brillantes. -Por cierto, son muy bonitas.- le dijo a la lagarta señalando al contenido de la bolsa. Un poco después dijo: -Bueno, vuelvo abajo. Nos vemos luego.- y se marchó a la planta baja.
Allí se encontró a Kolja diciéndole al resto que iba a limpiar los colchones. Entonces el terrestre se dio cuenta de su presencia y le dijo que, cuando terminara, le ayudaría con el rastrillo. -De acuerdo. Buscaré algo que hacer mientras.- le dijo.
Cuando Kolja se fue, empezó a pensar en que podría hacer y se le ocurrió que no eran solo las camas lo que estaba acumulando polvo en el torreón. Buscó algo para poder limpiar y encontró varios trapos en la cocina junto a un par de escobas. Así que cogió un paño y salió al patio a por el cubo. Sacó agua, desató el cubo del pozo (por suerte podía quitar y ponerse sin mucha dificultad) y se lo llevó al interior. Ya en la planta baja dijo para todos los presentes: -Solo hay un cubo, pero con los paños, las escobas y trabajo en equipo podemos dejar nuestro refugio como los chorros del osmio.- dijo intentando animar al resto a colaborar.
Hecho esto empezó a limpiar los muebles de la planta baja.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Silente
26/04/19, 01:57 pm
—¿Bañarse? ¿Sumergirse en el agua? ¿Como los peces? —A kradko eso le sonaba a una locura en toda regla—. ¡Me ahogaría, no podría respirar!
Kradko siguió a ambos mientras subían a explorar el resto de pisos. Formaban un trío muy particular, casi podrías hacer un chiste con ellos entrando en un bar. Aunque primero dos deberían llegar a la edad necesaria para entrar en bares.
—Yo no me lavo, ningún clinger lo hace —declaró con toda la normalidad, pues para ella lo era—. Cuando estoy sucia, mudo el caparazón. Es muy práctico, deberíais tener caparazón los enderth y los… —¿mamíferos?— ¿Qué clase de mamífero eres? Nunca había visto nada similar a vosotros. ¿Por qué el color de tu piel es distinto al del resto? ¿Vivís en el oeste? Es peligroso vivir en el oeste, por eso no hay clingers allí.
Cuando por fin pudo controlar sus ansias de preguntar mil cosas, se calló la boca o Luci no podría responder a tal bombardeo. Ya eran, de hecho, demasiadas cuestiones.
A la pequeña clinger no le dijo nada la susodicha bañera. Al fin y al cabo, ¿qué clase de clinger se metería en un barreño lleno de agua? Sería una locura, estaría más a salvo untándose en huevas de pez grapa —porque había pocas cosas que le parecieran más ricas que las huevas de pez grapa— y metiéndose en la boca de un gigantosaurio hambriento.
—Os dejo lo de subir cubos y sumergiros en agua a vosotros —respondió tras sentir lo que algo similar a un escalofrío. El acto que representaba la bañera podría ser sacado de las peores pesadillas de cualquier clinger—. Yo me quedo con mi caparazón.
Finalmente, llegaron a las camas. Le parecían muy raras, sobredimensionadas en muchos sentidos. Debido al reducido tamaño y peso de los clinger, sus camas eran mucho más pequeñas y ni de lejos tan blandas. «¿Cómo duermen los enderth?», se preguntó, pues eran mucho más grandes y pesados que los clinger.
Aún con el tamaño de estas, a Kradko le gustaron. ¿A qué niño, por muy soso que fuera, no le gustaría una superficie blanda y que rebotara como aquella? Y si a ello le sumamos el gusto de la joven por enfilarse y saltar por todas partes…
Si le sumamos eso…
Kradko. No lo hagas. No.
Demasiado tarde. Su primer instinto fue subirse en una de ellas, y desde allí probar los muelles para saltar hasta otra. Con su destreza habitual, aterrizó sin problema alguno. No contenta con solo esto, fue saltando de cama en cama como lo haría un saltamontes. Solo que los saltamontes no suelen reírse ni hacer todo tipo de cabriolas en medio del aire. Daba igual, ella lograba aterrizar siempre de pie, sobre una cama.
Kradko siguió a ambos mientras subían a explorar el resto de pisos. Formaban un trío muy particular, casi podrías hacer un chiste con ellos entrando en un bar. Aunque primero dos deberían llegar a la edad necesaria para entrar en bares.
—Yo no me lavo, ningún clinger lo hace —declaró con toda la normalidad, pues para ella lo era—. Cuando estoy sucia, mudo el caparazón. Es muy práctico, deberíais tener caparazón los enderth y los… —¿mamíferos?— ¿Qué clase de mamífero eres? Nunca había visto nada similar a vosotros. ¿Por qué el color de tu piel es distinto al del resto? ¿Vivís en el oeste? Es peligroso vivir en el oeste, por eso no hay clingers allí.
Cuando por fin pudo controlar sus ansias de preguntar mil cosas, se calló la boca o Luci no podría responder a tal bombardeo. Ya eran, de hecho, demasiadas cuestiones.
A la pequeña clinger no le dijo nada la susodicha bañera. Al fin y al cabo, ¿qué clase de clinger se metería en un barreño lleno de agua? Sería una locura, estaría más a salvo untándose en huevas de pez grapa —porque había pocas cosas que le parecieran más ricas que las huevas de pez grapa— y metiéndose en la boca de un gigantosaurio hambriento.
—Os dejo lo de subir cubos y sumergiros en agua a vosotros —respondió tras sentir lo que algo similar a un escalofrío. El acto que representaba la bañera podría ser sacado de las peores pesadillas de cualquier clinger—. Yo me quedo con mi caparazón.
Finalmente, llegaron a las camas. Le parecían muy raras, sobredimensionadas en muchos sentidos. Debido al reducido tamaño y peso de los clinger, sus camas eran mucho más pequeñas y ni de lejos tan blandas. «¿Cómo duermen los enderth?», se preguntó, pues eran mucho más grandes y pesados que los clinger.
Aún con el tamaño de estas, a Kradko le gustaron. ¿A qué niño, por muy soso que fuera, no le gustaría una superficie blanda y que rebotara como aquella? Y si a ello le sumamos el gusto de la joven por enfilarse y saltar por todas partes…
Si le sumamos eso…
Kradko. No lo hagas. No.
Demasiado tarde. Su primer instinto fue subirse en una de ellas, y desde allí probar los muelles para saltar hasta otra. Con su destreza habitual, aterrizó sin problema alguno. No contenta con solo esto, fue saltando de cama en cama como lo haría un saltamontes. Solo que los saltamontes no suelen reírse ni hacer todo tipo de cabriolas en medio del aire. Daba igual, ella lograba aterrizar siempre de pie, sobre una cama.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Silente
26/04/19, 02:10 pm
Alec se sorprendió por la pregunta de la dragona, no por la pregunta en sí sino por oírla hablar por primera vez. Pero claro, si el insecto gigante podía por qué no iba a poder un dragón en miniatura.
-Los vikingos fueron un pueblo guerrero de mi mundo, hace muchos siglos. Eran saqueadores y muy fieros, muchas veces no dejaban nada a su paso. Kolja se parece físicamente a ellos, espero que no mucho en personalidad - le explicó a la dragona.
La llegada de su compatriota humano no le sorprendió en absoluto, lo había visto volver a entrar en el torreón. Soltó una carcajada por su comentario.
-Espero que antes de disparar a nadie preguntes primero, no quiero accidentes ni muertes innecesarias - le dijo serio. Suponía que el chico no tenía tan pocas luces pero no venía mal recordar cosas básicas. No todos los que estaban en la fuente eran lagartos gigantes con cuchillos.
-Son buenas vistas - afirmó a Chromsa.- Nos permitirán ver los alrededores del torreón y buscar esas bañeras con comida.
-Los vikingos fueron un pueblo guerrero de mi mundo, hace muchos siglos. Eran saqueadores y muy fieros, muchas veces no dejaban nada a su paso. Kolja se parece físicamente a ellos, espero que no mucho en personalidad - le explicó a la dragona.
La llegada de su compatriota humano no le sorprendió en absoluto, lo había visto volver a entrar en el torreón. Soltó una carcajada por su comentario.
-Espero que antes de disparar a nadie preguntes primero, no quiero accidentes ni muertes innecesarias - le dijo serio. Suponía que el chico no tenía tan pocas luces pero no venía mal recordar cosas básicas. No todos los que estaban en la fuente eran lagartos gigantes con cuchillos.
-Son buenas vistas - afirmó a Chromsa.- Nos permitirán ver los alrededores del torreón y buscar esas bañeras con comida.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Silente
27/04/19, 12:25 pm
Reina
La Nipona tuvo su momento de disasociación. La purpurina y decoraciones de sus uñas, imperfectas durante horas, habian sido destrozadas al levantar el cubo, se dió cuenta. Molesto, sin duda, importante no tanto. Se sentia sucia, pero solo en el sentido físico de la palabra. Le hubiera gustado que les hubieran dado las instrucciones necesarias para prosperar, algún tipo de consejo aparte de buscar torreones y bañeras con comida, sea lo que significase eso. Pero quizás esperaba demasiado de algun tipo de culto con poderes sobrenaturales que secuestraba a jóvenes de distintos planetas. No se habia esperado encontrar alienígenas en su vida, y tampoco tenia demasiado interés por aquel descubrimiento cientifico. La mayoria parecian personas normales, nada parecido a los monstruos tentaculares o los hombrecillos grises que habitaban los medios de ciencia ficción en la Tierra. Era raro sin duda en que a partir de ahora deberia limitar su pensamiento y habla a hacer la distincción de "La Tierra" cuando hablase con ellos. Era un nombre realmente estupido. Si algo caracteriza a todos los planetas es que estan formados de tierra más o menos diferente. Deberian haber llamado al planeta por sus aguas o por sus montañas, mucho más bonitas e interesantes que mera tierra. Y, sin embargo, no podia decirse que se encontraba segura o tranquila con los que menos se parecian personas. Aun a pesar que no le habian dado motivo alguno, y que era más que consciente de lo que la forma de "persona" era capaz, era un pensamiento intrusivo que no lograba quitarse de la mente. Miró entonces hacia el torreón y su mirada se ensombreció durante unos instantes.
El dolor supurante de la quemadura la sacó de su ensimismamiento. No se habia dado cuenta, pero en el momento que su mente hacia un punto y aparte, disasociaba, pues aun estaba asimilando su situación en aquella ciudad. Un suspiro y se puso de pie de nuevo. Mirando a la puerta para que nadie saliera mientras lo hacia, se levantó la falda y comprobó la herida. Los puntitos blancos ya no lo eran tanto, más bien bultos surgiendo en un mar lechoso y color amarillo. Nunca se habia quemado tanto antes de aquello y el dolor crepitante por sus nervios que chillaban no era exactamente lo que necesitaba en aquellos momentos. Preparando el cubo una vez más, lo bajó por el pozo para rellenar.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Silente
28/04/19, 02:30 am
Kahlo asintió con una sonrisita de suficiencia a la pregunta de Kolja. No le vendría mal practicar aunque no tuviera especiales ganas. Hacía todo aquello para posicionarse en el grupo y, simple y llanamente, por su propio orgullo y bienestar. Con el peso del estoque en su cintura se sentía mucho más segura, con el estilete en su mano a salvo. Desde las escaleras lanzó un último vistazo a las armas que había dejado atrás, dubitativa. Apretó los dientes al inspeccionar los afilados filos de las hachas, rezando muy para sus adentros porque todos sus temores respecto a los demás seres fueran solo paranoias.
Aún llevaba las perlas de rutenio, ya calientes por el agarre. Puede que no tuvieran valor para ella -menos aún ahora-, pero eso no implicaba que quisiera dejarlas en manos de otro. Ya se las había ofrecido a alguien, luego las había tirado y había acabado con ellas de nuevo, casi parecía de chiste. Bueno, quizás tuvieran algún uso a futuro, así fuera como moneda de cambio. No quería, pero le empezaban a faltar manos, por lo que terminó por dejarlas al fondo de una estantería poco llamativa de la planta baja.
La gente exploraba el torreón, cosa que de primeras traía sin mucho cuidado a Kahlo: si todo estaba tan sucio como lo poco que había visto, le era preferible no meterse a ver el aseo o los dormitorios. No quería verse moqueando por el polvo de los colchones ni horrorizarse por donde tendrían que dormir.
El frío de la ciudad y más concretamente el de la armería se le había metido en los huesos, así que el cuerpo le pedía salir. Metió el estilete entre su falda y su camisa para tener las manos libres y se arregló el mantón para taparse mejor los hombros, sabiendo que poco abrigaría pero que sería mejor que nada antes de poner un pie en el patio. Escapaba de su entendimiento que los demás estuviesen tan activos y ansiosos por hacer cosas ya, aunque no lo recriminaba, no mientras no la culpasen por querer tomarse su tiempo. Después de todo acababan de ser secuestrados y de ver morir a gente a manos de dos monstruos. Lo sentía por Chromsa, pero se negaba a ponerse automáticamente a limpiar.
La chica de pelo negro y grandes pechos estaba al lado del pozo, concentrada tirando de las poleas. Había estado de acuerdo con ella en el puente y había apreciado su disgusto por las armas de abajo: alguien decente para empezar a socializar. Observó en silencio como bajaba el cubo unos instantes antes de dirigirse a su lado, procurando hacer ruido con los botines al caminar para indicarle que se acercaba y así no sobresaltarla. Inspeccionó sutilmente los rasgos de la chica, todas las diferencias y similitudes en común. El pelo negro no era posible en su mundo, motivo por el que se le antojaba especialmente llamativo.
«¿Será de verdad o un tinte? La ropa tiene arreglo, es una pena lo de las orejas y ese "morro"» pensó. «Porque no es fea.»
—Disculpa —habló con suavidad, rebuscando a toda prisa en el baúl en el que había echado el puñado de nombres. El suyo por suerte no estaba muy perdido—. Tu nombre era… ¿Tomoe? Perdóname si me equivoco, no estábamos en el mejor momento. ¿Molesto?
Esperó a que la chica acabase su tarea para tenderle una mano, sonriendo con la misma suavidad de su tono.
—Permíteme presentarme. Mi nombre es Kahlo.
Aún llevaba las perlas de rutenio, ya calientes por el agarre. Puede que no tuvieran valor para ella -menos aún ahora-, pero eso no implicaba que quisiera dejarlas en manos de otro. Ya se las había ofrecido a alguien, luego las había tirado y había acabado con ellas de nuevo, casi parecía de chiste. Bueno, quizás tuvieran algún uso a futuro, así fuera como moneda de cambio. No quería, pero le empezaban a faltar manos, por lo que terminó por dejarlas al fondo de una estantería poco llamativa de la planta baja.
La gente exploraba el torreón, cosa que de primeras traía sin mucho cuidado a Kahlo: si todo estaba tan sucio como lo poco que había visto, le era preferible no meterse a ver el aseo o los dormitorios. No quería verse moqueando por el polvo de los colchones ni horrorizarse por donde tendrían que dormir.
El frío de la ciudad y más concretamente el de la armería se le había metido en los huesos, así que el cuerpo le pedía salir. Metió el estilete entre su falda y su camisa para tener las manos libres y se arregló el mantón para taparse mejor los hombros, sabiendo que poco abrigaría pero que sería mejor que nada antes de poner un pie en el patio. Escapaba de su entendimiento que los demás estuviesen tan activos y ansiosos por hacer cosas ya, aunque no lo recriminaba, no mientras no la culpasen por querer tomarse su tiempo. Después de todo acababan de ser secuestrados y de ver morir a gente a manos de dos monstruos. Lo sentía por Chromsa, pero se negaba a ponerse automáticamente a limpiar.
La chica de pelo negro y grandes pechos estaba al lado del pozo, concentrada tirando de las poleas. Había estado de acuerdo con ella en el puente y había apreciado su disgusto por las armas de abajo: alguien decente para empezar a socializar. Observó en silencio como bajaba el cubo unos instantes antes de dirigirse a su lado, procurando hacer ruido con los botines al caminar para indicarle que se acercaba y así no sobresaltarla. Inspeccionó sutilmente los rasgos de la chica, todas las diferencias y similitudes en común. El pelo negro no era posible en su mundo, motivo por el que se le antojaba especialmente llamativo.
«¿Será de verdad o un tinte? La ropa tiene arreglo, es una pena lo de las orejas y ese "morro"» pensó. «Porque no es fea.»
—Disculpa —habló con suavidad, rebuscando a toda prisa en el baúl en el que había echado el puñado de nombres. El suyo por suerte no estaba muy perdido—. Tu nombre era… ¿Tomoe? Perdóname si me equivoco, no estábamos en el mejor momento. ¿Molesto?
Esperó a que la chica acabase su tarea para tenderle una mano, sonriendo con la misma suavidad de su tono.
—Permíteme presentarme. Mi nombre es Kahlo.
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Silente
28/04/19, 02:53 am
Luci abrió mucho los ojos. ¿De verdad el bicho se ahogaba si se metía en agua? ¿Acaso se hundía sin remedio o es que no había entendido que había que sacar la cabeza del agua cuando uno se bañaba? ¿¿Mudaba el caparazón?? Le estaba dando vueltas a si preguntar o no cuando la pequeña bicho le ametralló a preguntas.
-Veamos... soy un daeliciano, no sé si eso está clasificado de alguna otra forma. No sé por qué los otros tienen pieles de colores tan apagados y no vivo en el oeste, si no en la Ciudad del Norte. Y nunca jamás había visto nada como vosotros. ¡De verdad no salís ni en los libros!
Pasaron al otro cuarto. Estaba igual de oscuro así que el daeliciano abrió rápidamente los postigos de las ventanas mientras las dos aliens inspeccionaban las camas zarrapastrosas que había por la estancia. Ante el comentario de… la emplumada (no recordaba si le había dicho su nombre) se sentó también en uno de sus colchones y arrugó el morro al instante.
-Mi cama es cien veces no, un millón de veces más cómoda que esta.
Su cama en Daelicia constaba de un colchón firme y uno más blando encima. Tenía sábanas de tela de peluche y un edredón de plumas y montones de cojines mullidos con distintos estampados y animalitos de fieltro. Para rematar tenía un dosel azul pastel decorado con guirnaldas de lucecitas. Para él meterse en la cama era como entrar en un refugio, una nube esponjosa que lo alejaba de sus preocupaciones. Las camas de esa habitación no se parecían en nada a la suya.
No se dio cuenta de lo que Kradko hacía hasta que cayó en el mismo colchón en el que estaba él y lo levantó en el aire casi haciéndole caer al suelo. Se dió un susto de muerte pero no pudo quejarse, el espectáculo de la niña bicho saltando de cama en cama era demasiado extraordinario. Hacía piruetas en el aire y reía y movía unas alas traslúcidas y preciosas que reflejaban la luz dorada del mediodía. Luci no pudo evitar que se le contagiara esa risa desafinada y chirriante y no tardó en unirse también al juego. No tenía la destreza de la bicho por los motivos evidentes sin embargo tenía elegancia y agilidad y podía hacer sus propias piruetas. Tuvo que parar al poco para abrirse la parte de arriba del pijama pues se estaba cociendo en su salsa.
-Veamos... soy un daeliciano, no sé si eso está clasificado de alguna otra forma. No sé por qué los otros tienen pieles de colores tan apagados y no vivo en el oeste, si no en la Ciudad del Norte. Y nunca jamás había visto nada como vosotros. ¡De verdad no salís ni en los libros!
Pasaron al otro cuarto. Estaba igual de oscuro así que el daeliciano abrió rápidamente los postigos de las ventanas mientras las dos aliens inspeccionaban las camas zarrapastrosas que había por la estancia. Ante el comentario de… la emplumada (no recordaba si le había dicho su nombre) se sentó también en uno de sus colchones y arrugó el morro al instante.
-Mi cama es cien veces no, un millón de veces más cómoda que esta.
Su cama en Daelicia constaba de un colchón firme y uno más blando encima. Tenía sábanas de tela de peluche y un edredón de plumas y montones de cojines mullidos con distintos estampados y animalitos de fieltro. Para rematar tenía un dosel azul pastel decorado con guirnaldas de lucecitas. Para él meterse en la cama era como entrar en un refugio, una nube esponjosa que lo alejaba de sus preocupaciones. Las camas de esa habitación no se parecían en nada a la suya.
No se dio cuenta de lo que Kradko hacía hasta que cayó en el mismo colchón en el que estaba él y lo levantó en el aire casi haciéndole caer al suelo. Se dió un susto de muerte pero no pudo quejarse, el espectáculo de la niña bicho saltando de cama en cama era demasiado extraordinario. Hacía piruetas en el aire y reía y movía unas alas traslúcidas y preciosas que reflejaban la luz dorada del mediodía. Luci no pudo evitar que se le contagiara esa risa desafinada y chirriante y no tardó en unirse también al juego. No tenía la destreza de la bicho por los motivos evidentes sin embargo tenía elegancia y agilidad y podía hacer sus propias piruetas. Tuvo que parar al poco para abrirse la parte de arriba del pijama pues se estaba cociendo en su salsa.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Silente
28/04/19, 12:29 pm
Reina
Sacó el cubo lleno de agua y lo posó brevemente sobre el bordillo del pozo. Sus manos ardian, no estaba acostumbrada a tirar de una cuerda tan seca y áspera. Aunque el dolor se concentraba más en la palma, hubiera agradecido tener su par de yugake consigo misma, porque, ya de paso, habia arcos abajo. Las pisadas sonoras de la chica gato llegarón a sus oidos perfectamente. No vaciló ni se sobresaltó, simplemente, optó por posar el cubo en el suelo y girarse gracilmente. Casi de inmediato, la chica comenzó a hablarle. Se fijaba en sus ojos, pero mentiria si dijera que sus rasgos gatunos no atrajesen la mirada de ojos azul eléctrico de vez en cuando. Una pregunta, fácil de contestar fue formulada y tras asentir educadamente eso mismo hizo.
—Tomoe es el nombre de Familia.— le aclaró. Ante su buena educación de preguntar antes de interferir en sus asuntos, Reina se mostró agradecida.—No, en absoluto, estaba refrescandome con el agua del pozo.—
Le estrechó la mano, su manera era firme y segura de si misma, pero segundos después de que acabasen de estrecharse la mano, tuvo que esconderla detrás de su espalda, pues los escalofrios de después de una quemadura le hacian temblar la mano entera. Muy discretamente, desvió toda atención que pudiera causar esto hacia su presentación, con una sonrisa pequeña, pero amigable.
—Encantada de conocerte Kahlo. ¿No teneis apellidos en donde provienes?—mencionó, pues no queria transgredir, si este era su nombre de pila.—De donde yo provengo, lo normal es apelarse por los apellidos respectivos, dejando los nombres de pila para amigos y familiares.—le explicó. Era consciente que no era la forma predominante de tratarse, especialmente con los occidentales, asi que no se asustaria demasiado si le llamaban por el nombre de pila.
Habría otros que se despreocuparian por faltar al respeto, pero Reina habia sido bien educada, y por lo poco que sabia de estos alienígenas, lo último que queria es que se ofendieran por ella. Que ya de eso se encagasen los otros.
—Disculpa que te haga una pregunta un tanto atrevida, pero ¿de donde vienes?—
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Silente
28/04/19, 05:43 pm
—Son de otro planeta, Kradko —añadió para la clinger tras la explicación de Luci—. No existen mamíferos como estos en Dryfus. Claro que no salimos en ningún libro —le dijo al daeliciano—. Ella es una clinger, yo soy una enderth. Me llamo Lethe, por cierto.
Decidió corresponder a la explicación del niño mamífero con información equivalente.
Se levantó de la cama mientras Kradko ya empezaba a dar saltos sobre ella y compuso una expresión de escepticismo ante la declaración de Luci sobre la comodidad de su propia cama.
—Críos… —murmuró para sí.
Volvería a pensarlo de nuevo al contemplar la escena que se desarrolló de pronto delante de ella. Al contrario que al daeliciano a ella no le impresionaba precisamente el despliegue de Kradko y, aunque no pensaba detener su diversión negó con la cabeza. No había ningún motivo de celebración, pero tampoco pensaba intentar discutir con críos ni mucho menos. Tenía mejores cosas que hacer como terminar de revisar a fondo aquel sitio.
>>Cuando hayáis acabo de… —hizo un gesto con su mano buscando un término adecuado—. Llenar el cuarto de polvo —dijo cuando le sobrevino la tos al levantarse una nube de polvo cerca de ella—. Podéis buscarme abajo. Voy a terminar de revisar este edificio.
Sin más dilación Lethe examinaría el resto de la torre. No había nada más interesante aparte de lo que ya había visto. Subió hasta la azotea y se encontró con la pequeña reptil, a quien miró con curiosidad antes de continuar su camino. Finalmente bajaría todas las escaleras hasta regresar a la puerta de entrada, cruzándose con el mamífero con bigotes que ya parecía afanado en la limpieza de aquel lugar. Asintió para sí, aprobando la disposición del mamífero y planeando comenzar a ayudarle ya que no había comida. Aunque antes de eso debería dejar la lanza apoyada contra alguna pared y… Suspiró profundamente al volver a ver su trozo de caña roto. No lo había dejado en ningún momento y empezaba a dolerle la mano de tanto apretarlo. Era ridículo: estaba rota, no había nada qué hacer. <<Por todas las aguas embravecidas…>>
La enderth abrió la puerta del torreón y salió a toda prisa. Sin perder ni un instante para pararse a pensar lanzó con todas sus fuerzas y dejando escapar un gruñido de rabia el trozo de caña al foso. Permaneció observando como caía al fondo hasta que escuchó el sonido de la madera haciendo eco allá abajo y le dio la espalda, volviendo al torreón y cerrando la puerta con un pequeño portazo. Puso sus brazos en jarras y se mantuvo allí de espaldas a la puerta hasta que volvió a ver pasar al mamífero que limpiaba.
—¿Hay más trapos?
Solo entonces se pondría en marcha de nuevo, dispuesta a ayudarle con la limpieza.
Decidió corresponder a la explicación del niño mamífero con información equivalente.
Se levantó de la cama mientras Kradko ya empezaba a dar saltos sobre ella y compuso una expresión de escepticismo ante la declaración de Luci sobre la comodidad de su propia cama.
—Críos… —murmuró para sí.
Volvería a pensarlo de nuevo al contemplar la escena que se desarrolló de pronto delante de ella. Al contrario que al daeliciano a ella no le impresionaba precisamente el despliegue de Kradko y, aunque no pensaba detener su diversión negó con la cabeza. No había ningún motivo de celebración, pero tampoco pensaba intentar discutir con críos ni mucho menos. Tenía mejores cosas que hacer como terminar de revisar a fondo aquel sitio.
>>Cuando hayáis acabo de… —hizo un gesto con su mano buscando un término adecuado—. Llenar el cuarto de polvo —dijo cuando le sobrevino la tos al levantarse una nube de polvo cerca de ella—. Podéis buscarme abajo. Voy a terminar de revisar este edificio.
Sin más dilación Lethe examinaría el resto de la torre. No había nada más interesante aparte de lo que ya había visto. Subió hasta la azotea y se encontró con la pequeña reptil, a quien miró con curiosidad antes de continuar su camino. Finalmente bajaría todas las escaleras hasta regresar a la puerta de entrada, cruzándose con el mamífero con bigotes que ya parecía afanado en la limpieza de aquel lugar. Asintió para sí, aprobando la disposición del mamífero y planeando comenzar a ayudarle ya que no había comida. Aunque antes de eso debería dejar la lanza apoyada contra alguna pared y… Suspiró profundamente al volver a ver su trozo de caña roto. No lo había dejado en ningún momento y empezaba a dolerle la mano de tanto apretarlo. Era ridículo: estaba rota, no había nada qué hacer. <<Por todas las aguas embravecidas…>>
La enderth abrió la puerta del torreón y salió a toda prisa. Sin perder ni un instante para pararse a pensar lanzó con todas sus fuerzas y dejando escapar un gruñido de rabia el trozo de caña al foso. Permaneció observando como caía al fondo hasta que escuchó el sonido de la madera haciendo eco allá abajo y le dio la espalda, volviendo al torreón y cerrando la puerta con un pequeño portazo. Puso sus brazos en jarras y se mantuvo allí de espaldas a la puerta hasta que volvió a ver pasar al mamífero que limpiaba.
—¿Hay más trapos?
Solo entonces se pondría en marcha de nuevo, dispuesta a ayudarle con la limpieza.
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