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Rocavarancolia Rol
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Herrería Parabellum Empty Herrería Parabellum

17/10/21, 03:03 pm
Edificio de mampostería y madera, con dos plantas, en forma de L, orientado al amanecer. Techo de madera en pico.

En la planta baja, de la fachada nace una fragua y a su alrededor se disponen mesas de trabajo, estanterías de herramientas y soportes para cosas en venta o barriles para armas largas, y la puerta de acceso a clientes.

En la planta superior, un balcón del que cuelgan más herramientas o productos, y ventanas con vidrieras con un sol dibujado sobre un yunque.

Sobre la fragua, una pequeña cúpula que alcanza la mitad del edificio y de la que nace una chimenea. En el extremo opuesto, una escalera de acceso a la planta superior. Ventanas con decoración de forja en ambas fachadas y en los muros laterales.

En el interior, la planta baja dispone de la otra boca de la fragua, una zona expositora y otra para atender a clientes, junto a una puerta de acceso al almacén subterráneo. La planta superior, privada, es una casa equipada con lo suficiente para vivir cómodamente y sin lujos.

Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia

Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.

Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

Herrería Parabellum Empty Re: Herrería Parabellum

03/11/21, 11:40 pm
Desde antes del inicio hasta la mitad de la octava cosecha, aproximadamente
Alice y Atol

Hacía ya muchos meses, desde casi el inicio de la cosecha, que se había lanzado a estudiar todo lo que pudiera sobre albañilería, fontanería y otras materias impulsadas por circuitos rúnicos, carpintería... todo tanto manual como de manera mágica, y también arquitectura de la ciudad aunque esta no fuera del todo homogénea. No solo estudiaba en la ciudad sino que también en algunos de los mundos vinculados, en los que además investigaba sobre distintos materiales y la mejor forma de aprovecharlos con eficacia. Echaba largas horas en la Biblioteca Mágica y también en la de Serpentaria, y también paseando por la ciudad tomando notas y realizando bocetos de los edificios rocavarancoleses que aún mantenían su forma original, o intentando averiguar qué faltaba en este o aquel, o qué habrían perdido o qué les había pasado para haberse derrumbado de una u otra manera. También compartía todo lo que aprendía con sus onyces, a quienes aquello no les interesaba a no ser que les permitiera derribar ruinas en las que la bruja practicaba o matar a alimañas que rondasen por las ruinas, pero el hecho de explicárselo a alguien le venía bastante bien para aprenderlo mejor.

Además de tanta lectura, también se estaba especializando en hechizos físicos o relacionados con la mampostería. Había buscado la ayuda de alguien de Serpentaria o de la Sede y Skarog el helión se había prestado a ello a cambio de que las sombras le ayudasen a cazar bestias más grandes para conseguir huesos de gran volumen que usaría en su propio negocio ya que en más de una ocasión le encargaban complementos de hueso para armaduras y armas. También había estado estudiando materiales de otros mundos o de otras bestias de esos mundos, y por supuesto formas de emplearlos en equipo de combate, así que de una forma u otra les convenía bastante tanto al helión como a la bruja unirse y compartir conocimientos.

Quedaban al amanecer, lo más temprano posible para aprovechar bien el día, y el soldado libense se tomó los entrenamientos de magia de la bruja con la misma disciplina que su rutina en el Ejército, solo que en este caso el instructor era él. Onyx no tardó mucho en adaptarse a su nuevo horario, y el entrenamiento del helión era tan enérgico que incluso empezó a coger peso y musculatura con los ejercicios. Atol escogía una zona en ruinas y allí practicaban ejercicios útiles para la labor a la que deseaba dedicarse la onycemante, mientras las sombras daban buena cuenta de alimañas que hubiera cerca o más allá en el desierto cuando entrenaban cerca de las montañas. Pusieron en práctica cualquier hechizo que él conociera o que uno u otro pudieran desenterrar de la Biblioteca y que sirviera para ello... pero también le hacía ejercitarse físicamente pues no creía que debiera depender solo de la magia para las tareas menores. Onyx tuvo que aprender a usar herramientas del oficio, a coger y mover escombros adecuadamente sin lesionarse, colocar elementos estructurales con su propia fuerza... El entrenamiento mágico de Skarog duraba pocas horas (pues tenía que atender sus asuntos), pero tenía tarea cada día para seguir ella misma por su cuenta.  Y tanto que estaba cogiendo peso, cuando volvía a Serpentaria devoraba el desayuno de dos personas y almorzaba como una reina para la tarea que le quedaba por las tardes. Vaya, más de lo mismo, seguir aprendiendo y mejorando.




En el presente, tras la octava cosecha

Un día, charlando con Skarog en un día libre de sus entrenamientos, ambos cayeron en la cuenta de que podían ir más allá con lo que llevaban haciendo tantos meses. La bruja necesitaba un desafío real y algo que le sirviera para publicitarse, y él un nuevo sitio al que mudarse, así que se lo plantearon como proyecto de "fin de curso". El helión tenía un taller con habitación en Libo y había estado trabajando en otro en una pequeña ruina que había adecentado un poco en la zona sur de la ciudad, una planta baja cochambrosa, pero deseaba tener más espacio y quería mudarse a un edificio más amplio, y no era un cliente exigente y conocía bien la capacidad de la onycemante después de aquel tiempo así que... no tenían nada en contra. Bueno, sí, quizás la misión del helión con Tap y el posterior asesinato del rey, que menudo palo fue. Al menos lo del poltergeist salió mejor de lo esperado.

Volviendo al proyecto... Aun teniéndolo todo claro, sin embargo, cuando decidieron lanzarse a ello definitivamente, la onycemante se preocupó y le atacó la inseguridad porque era la primera vez que intentaba algo así, más aún con un contrato y para algo bien hecho y muy serio, pero al libense no le importó e incluso le animó a hacerlo desde cero para aprender aún más (para mayor desasosiego de la bruja, quien a pesar de todo encajó bien el desafío). Total, no tenían prisa tampoco. Cambiaron las horas de ejercicios por encuentros para dibujar los planos y acordar materiales, tipos de sillares, de maderas, accesos, runas, pintura, materiales, presupuesto... y una vez apalabraron y esbozaron todo, la bruja y su hueste comenzaron las obras pero no de la herrería sino de un taller-almacén junto a Serpentaria, donde guardarían todo lo necesario para el proyecto del helión.

Sobre la herrería, respetarían la base en L del edificio donde se ubicaría y lo reciclarían todo cuando el helión diera su visto bueno. Las sombras lo derrumbarían como quien juega en un parque y después junto con la capataz lo levantarían siguiendo sus órdenes.

En más de una ocasión Skarog se pasó por allí para echar un vistazo, ayudarle con algo y por curiosidad también por ver a su dominio en acción. Onyx ahorraba bastante tiempo y energía empleando a sus onyces como grúas y transporte, bolas de demolición, así como para apuntalar superficies o lo que fuera necesario. Trabajaban todas a la vez, dominio y bruja, sin necesitar que la australiana les diera órdenes en alto. Esta, a su vez, se afanaba con su magia para darle la forma deseada al taller. Desde fuera parecía como si un enorme enjambre de sombras envueltas en oscuridad estuviera regurgitando un edificio al ritmo que dictaba la bruja, quien, intangible, entraba y salía constantemente de entre sus paredes. Para complacerlas, además de haberles dejado demoler el edificio original (en lugar de haberlo hecho a base de hechizos), también las llevaba a las montañas o a los subterráneos a buscar pelea con alimañas y monstruos. Además, la Luna Roja coincidió con sus trabajos y mientras estuvo en el cielo se volvió todo más enérgico.

El libense había pedido que la fachada principal tuviera acceso al taller y también que la fragua tuviera tanto boca en el interior como en el exterior para poder trabajar en la calle durante las horas de más luz. Además tendría una segunda planta para su casa. El interior de arriba era bastante sencillo y humilde en contraste con la tienda. Lo verdaderamente importante eran el taller de la herrería y el almacén, y por ello fue Skarog quien se encargó de la mayor parte de las defensas mágicas del lugar a pesar de que la bruja hubiera colocado algunas. Las ventanas del piso superior, además, eran vidrieras. Fue un capricho que idearon el helión y la bruja para aprovechar la luz del sol y darle un toque más estético. Investigaron cómo hacerlo para imitar la usanza gótica terrícola. Skarog no sabía nada sobre eso y le había podido la curiosidad, pero finalmente lo hicieron con magia.

Y por fin, pudieron colgar el cartel con el nombre en la pared lateral y repartir avisos por los edificios y zonas más emblemáticas de la ciudad, con especial hincapié en el mercado o en la Sede de los Taumaturgos y la Torre Serpentaria, informando de descuentos y baratijas por la mudanza del helión y dos nuevas aperturas: el taller definitivo de Skarog y el taller-almacén de suministros, con su caseta para recibir clientela, de la "Capataz Onyx", justo en la misma zona de Serpentaria (vaya, desde su habitación se podía ver el almacén). Ya se mudaría a su propia casa más adelante, quizás a solas o quizás con Dhelian.

No hicieron más revuelo sino que lo celebraron a solas con las sombras y un buen barril de cerveza en el mismo taller del helión. Skarog se había mudado y estaba bastante orgulloso de haber hecho buen equipo con la bruja y tener una herrería decente, y Onyx estaba bastante satisfecha de su trabajo y ya podía empezar a aceptar contratos de reconstrucción o reformas en la ciudad con seguridad en sí misma.

Referencia para la herrería:

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No Hope. No Dreams. No Love.
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