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- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
La última cena (de Sendar)
14/10/21, 09:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
(La cena en Sendar en la noche de la Luna)
Cuando decidieron sacar partido a la caja de provisiones, Pefka se puso manos a la obra. Vació el contenido de la caja en la mesa y le llamaron la atención las bebidas que habían llamado "alcohol" en otras ocasiones. Le recordaba a las pociones de los levynos que alteraban la conciencia y quería probarlo... pero no mientras estuvieran así. No entendía cómo alguien podía relajarse como si nada, pero ellos no sabían qué les deparaba la noche y el día siguiente, y él mismo quería estar lo más despejado que pudiera.
En fin, ya daba igual. Ya lo habían decidido y tenía hambre. También creía que se merecía un buen atracón y allí había muchas cosas desconocidas para él que también quería probar.
—A ver qué podemos preparar con esto para cenar, que hay muchas cosas raras... —dijo mientras sacaba unas y otras pero se detuvo con un extraño envoltorio en la mano. Lo olfateó y arrugó el entrecejo. Lo palpó y lo apretó entre sus manos. ¿Era una finísima caja transparente... con rodajas de comida dentro?—. ¿Qué es esto? No puedo abrirlo, parece que tiene carne dentro... ¿o algo así? ¿Esto se echa así en el fuego? No lo parece, no huele a algo que quisiera comerme... ¿Pero cómo lo... abro, lo rompo? —preguntó con creciente frustración mientras intentaba agujerear la superficie con los dedos, sin éxito. «¿Pero a quién se le ocurre meter carne dentro de algo tan resistente y luego dárnoslo para comer? ¿Es una broma pesada?»
(La cena en Sendar en la noche de la Luna)
Cuando decidieron sacar partido a la caja de provisiones, Pefka se puso manos a la obra. Vació el contenido de la caja en la mesa y le llamaron la atención las bebidas que habían llamado "alcohol" en otras ocasiones. Le recordaba a las pociones de los levynos que alteraban la conciencia y quería probarlo... pero no mientras estuvieran así. No entendía cómo alguien podía relajarse como si nada, pero ellos no sabían qué les deparaba la noche y el día siguiente, y él mismo quería estar lo más despejado que pudiera.
En fin, ya daba igual. Ya lo habían decidido y tenía hambre. También creía que se merecía un buen atracón y allí había muchas cosas desconocidas para él que también quería probar.
—A ver qué podemos preparar con esto para cenar, que hay muchas cosas raras... —dijo mientras sacaba unas y otras pero se detuvo con un extraño envoltorio en la mano. Lo olfateó y arrugó el entrecejo. Lo palpó y lo apretó entre sus manos. ¿Era una finísima caja transparente... con rodajas de comida dentro?—. ¿Qué es esto? No puedo abrirlo, parece que tiene carne dentro... ¿o algo así? ¿Esto se echa así en el fuego? No lo parece, no huele a algo que quisiera comerme... ¿Pero cómo lo... abro, lo rompo? —preguntó con creciente frustración mientras intentaba agujerear la superficie con los dedos, sin éxito. «¿Pero a quién se le ocurre meter carne dentro de algo tan resistente y luego dárnoslo para comer? ¿Es una broma pesada?»
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: La última cena (de Sendar)
27/10/21, 04:36 pm
Fleur no se fiaba del todo de aquellos alimentos y productos, habían pasado demasiado como para descuidarse ahora. Pero por otra parte su cuerpo le pedía algo de celebración ceremonial y tranquilidad. En realidad se descubrió estando algo contenta. Había sobrevivido, Sarah estaba despierta, su transformación no le dolía siquiera y Maila había mostrado preocupación por ella, de lo que deducía que aún significaba algo para ella. La cercana y la sudafricana no habían regresado, pero su mente hacía lo posible por no pensar en ellas, seguro que estaban a salvo.
Por todo ello la chica se dispuso a ayudar en lo que pudo con la comida, enfocándose en los alimentos vegetales y prestando atención a las conversaciones de su alrededor.
—Yo... —dijo, sintiéndose identificada con la sueca—. Es muy extraño... es como si mi cuerpo estuviera aquí y de pronto... desapareciera, me siento diferente pero no más ligera, es como si siguiera siendo yo —una sonrisa ilusionada cruzó su rostro—.Tener alas en lugar de brazos es... como más limitado y lustroso, pero no es tan distinto como pensaba. ¿Podré volar? Si soy un cisne... supongo que sí —por estúpido que pareciera era la primera vez que caía en la cuenta.
Por todo ello la chica se dispuso a ayudar en lo que pudo con la comida, enfocándose en los alimentos vegetales y prestando atención a las conversaciones de su alrededor.
—Yo... —dijo, sintiéndose identificada con la sueca—. Es muy extraño... es como si mi cuerpo estuviera aquí y de pronto... desapareciera, me siento diferente pero no más ligera, es como si siguiera siendo yo —una sonrisa ilusionada cruzó su rostro—.Tener alas en lugar de brazos es... como más limitado y lustroso, pero no es tan distinto como pensaba. ¿Podré volar? Si soy un cisne... supongo que sí —por estúpido que pareciera era la primera vez que caía en la cuenta.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejos
Re: La última cena (de Sendar)
02/11/21, 01:30 am
Solo con la mención de Maila de que no pasaría nada, Toni cogió la botella, la abrió y le pegó un trago por primera vez al alcohol. No cerró la botella.
Al andaluz le hacía tanta gracia como le contestaba Rúa que no paraba de picarla.
— Y lo que te quiero yo ¿qué? Menos mal que me tienes a mí porque con ese carácter tuyo a ver qué caballo se fija en ti bonita— dijo. Pese a eso le puso delante varias verduras que no había visto su amiga.
Él también tenía la pregunta que formuló la hawaiana. ¿Cómo sería cambiar de cuerpo? ¿Cambiarían ellos también? Escucho a Rúa primero y a Fleur después con atención.
Pegó otro trago a la botella.
—Qué malo está esto coño. —No estaba acostumbrado—.
Totalmente, es como euforia. Yo noto como si fuera invencible. Aunq me preocupa que cambiemos como los del libro. Espero que no la verdad, no creo que me siente muy bien la podredumbre en la cara — dijo.
» Espero que no cambiemos porque me parece injusto que vosotras seáis un unicornio y un cisne, con su belleza y su luz y nosotros seamos muertos en vida.
Al andaluz le hacía tanta gracia como le contestaba Rúa que no paraba de picarla.
— Y lo que te quiero yo ¿qué? Menos mal que me tienes a mí porque con ese carácter tuyo a ver qué caballo se fija en ti bonita— dijo. Pese a eso le puso delante varias verduras que no había visto su amiga.
Él también tenía la pregunta que formuló la hawaiana. ¿Cómo sería cambiar de cuerpo? ¿Cambiarían ellos también? Escucho a Rúa primero y a Fleur después con atención.
Pegó otro trago a la botella.
—Qué malo está esto coño. —No estaba acostumbrado—.
Totalmente, es como euforia. Yo noto como si fuera invencible. Aunq me preocupa que cambiemos como los del libro. Espero que no la verdad, no creo que me siente muy bien la podredumbre en la cara — dijo.
» Espero que no cambiemos porque me parece injusto que vosotras seáis un unicornio y un cisne, con su belleza y su luz y nosotros seamos muertos en vida.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: La última cena (de Sendar)
02/11/21, 05:11 pm
Rua escucho la elección de Fleur asintiendo, eran animales distintos en los que se convertían, pero comprendía la sensación perfectamente. El saber que no era la única en sufrir tal fenómeno confuso en cierto forma le aliviaba, aunque agradecía que su transformación a cisne no viniera acompañada de posibles amenazas de ser troceada. O al menos no venía nada de eso en los licántropos.
- ¿Volar? Deberias poder, si pesas como un cisne y tiene aldas adaptadas a ese cuerpo, no debería existir más problema que bueno...aprender cómo se usan- dijo Rua entendiendo eso al menos, igual que ella había tenido que mirar como demonios se usaban sus patas, ya que quiera que no como cisne Fleur solo tenía dos patas, era menos confuso que de pronto pasar de dos a cuatro.
Rua le saco la lengua a Toni mientras continuaba haciendo su platillo improvisado, un poco realmente a la imaginación. Mientras fuera comestible no tenía por qué verse especialmente bonito.
- ¿Cuál carácter? ¿El que me hace ser una diosa? Soy divina, ya lo sé, gracias por el halago –respondio Rua con una sonrisa orgullosa, cuya autoestima claramente nunca bajaría de donde estaba, mientras cortaba las verduras pulcramente, aquellas que Toni le había pasado, sosteniendo el cuchillo con sus uñas de stiletto con toda la gracilidad que da la costumbre- Comparte de eso, perro…- dijo señalando la botella que se estaba hincando a tragos sin ningún reparo, extendiéndole un vaso para que le echara un poco. No iba a emborracharse ni por asomo con un vaso tenía mas tolerancia que eso, pero no sonaba mal el humedecerse los labios mientras cocinaba.
- Puag, gran imagen cuando estamos a punto de comer, Toni, joder…- dijo arrugando la nariz ante lo de podrirse de Toni- Igual no recuerdo si en el libro ponía algo de que sufrierais cambios tan bestias, ¿solo estaba ese dibujo no? Deberíais releerlo bien- añadió encogiéndose de hombros, a ella le parecería raro que sufrieran eso al menos. Si hubiera sido así ¿no debería haber comenzado ya? Llevaba largas horas ya bajo el influjo lunar a plena potencia, como si estuvieran sufriendo una carga masiva de adrenalina y magia. Y para ese entonces hasta Pefka parecía haber cambiado del todo, aparentemente al menos.
>>-Pense algo ¿si alguien llega a preguntar que cojones somos? Vosotros de quererlo tenis fácil decirlo si quereis. Yo no puedo ir diciendo que mierda soy, incluso si encuentro la forma de ocultar esto a la vista -dijo pinchando ligeramente su cuerno con una de sus uñas. Eso era algo, no sabía cómo funcionaba la ciudad ¿Era normal preguntar transformaciones ajenas o no? Como quien muestra el DNI. Y de ser así, ¿cómo se las arreglaban seres como ella para ocultar las evidencias físicas y mágicas? Suponiendo que habrían mas, que imaginaba que sí- Asi que...porfa...hasta que descubra como lidio con esto, fingiendo ser otra cosa o algo asi, hagamos como que aun no sabemos que soy. Ya vere como oculto el cuerno con alguna capucha o algo mientras busco alguna otra forma mejor de hacerlo. - añadio con un chasqueo de lengua. No podia evitar darle vueltas y preocuparse no es como si fuera cosas que podia simplemente dejar pasar sin tenerlas en cuenta. Era su vida la que corria peligro sino se cuidaba.
- ¿Volar? Deberias poder, si pesas como un cisne y tiene aldas adaptadas a ese cuerpo, no debería existir más problema que bueno...aprender cómo se usan- dijo Rua entendiendo eso al menos, igual que ella había tenido que mirar como demonios se usaban sus patas, ya que quiera que no como cisne Fleur solo tenía dos patas, era menos confuso que de pronto pasar de dos a cuatro.
Rua le saco la lengua a Toni mientras continuaba haciendo su platillo improvisado, un poco realmente a la imaginación. Mientras fuera comestible no tenía por qué verse especialmente bonito.
- ¿Cuál carácter? ¿El que me hace ser una diosa? Soy divina, ya lo sé, gracias por el halago –respondio Rua con una sonrisa orgullosa, cuya autoestima claramente nunca bajaría de donde estaba, mientras cortaba las verduras pulcramente, aquellas que Toni le había pasado, sosteniendo el cuchillo con sus uñas de stiletto con toda la gracilidad que da la costumbre- Comparte de eso, perro…- dijo señalando la botella que se estaba hincando a tragos sin ningún reparo, extendiéndole un vaso para que le echara un poco. No iba a emborracharse ni por asomo con un vaso tenía mas tolerancia que eso, pero no sonaba mal el humedecerse los labios mientras cocinaba.
- Puag, gran imagen cuando estamos a punto de comer, Toni, joder…- dijo arrugando la nariz ante lo de podrirse de Toni- Igual no recuerdo si en el libro ponía algo de que sufrierais cambios tan bestias, ¿solo estaba ese dibujo no? Deberíais releerlo bien- añadió encogiéndose de hombros, a ella le parecería raro que sufrieran eso al menos. Si hubiera sido así ¿no debería haber comenzado ya? Llevaba largas horas ya bajo el influjo lunar a plena potencia, como si estuvieran sufriendo una carga masiva de adrenalina y magia. Y para ese entonces hasta Pefka parecía haber cambiado del todo, aparentemente al menos.
>>-Pense algo ¿si alguien llega a preguntar que cojones somos? Vosotros de quererlo tenis fácil decirlo si quereis. Yo no puedo ir diciendo que mierda soy, incluso si encuentro la forma de ocultar esto a la vista -dijo pinchando ligeramente su cuerno con una de sus uñas. Eso era algo, no sabía cómo funcionaba la ciudad ¿Era normal preguntar transformaciones ajenas o no? Como quien muestra el DNI. Y de ser así, ¿cómo se las arreglaban seres como ella para ocultar las evidencias físicas y mágicas? Suponiendo que habrían mas, que imaginaba que sí- Asi que...porfa...hasta que descubra como lidio con esto, fingiendo ser otra cosa o algo asi, hagamos como que aun no sabemos que soy. Ya vere como oculto el cuerno con alguna capucha o algo mientras busco alguna otra forma mejor de hacerlo. - añadio con un chasqueo de lengua. No podia evitar darle vueltas y preocuparse no es como si fuera cosas que podia simplemente dejar pasar sin tenerlas en cuenta. Era su vida la que corria peligro sino se cuidaba.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: La última cena (de Sendar)
02/11/21, 05:41 pm
—¿De verdad lo crees? —preguntó emocionada a su amiga, la Luna Roja la había dotado de diversos cambios, entre ellos el poder de transformarse en un cisne. Inicialmente aquello le había producido miedo, uno atroz que nacía de su pesadilla. Pero ahora sabía que podía ser humana, aunque no conocía todavía ninguna fórmula que le permitiera controlarlo era un alivio. Sin el pánico nuevas promesas y dudas la asaltaban, en ocasiones llenas de esperanza. ¿Qué había más bonito que aprender a volar? Con ilusión, Fleur cerró los ojos por unos segundos, en cuanto estuvieran más tranquilos y el azar decidiera que volvía a ser un ave, lo intentaría con cuidado.
Sin ser parte activa de ello, la chica disfrutaba del pique que la sueca y el español se traían entre ellos, esgrimiendo risas suaves de vez en cuando. Sin embargo, Rúa expresó sus temores, y las indicaciones de lo que le gustaría que todos hicieran.
—En realidad yo tampoco sé que es lo que soy —musitó, con voz relajada—. Pero tranquila, haremos lo que dices. Seguro que nadie cambia tanto —dijo por Toni y Maila, quiénes aún pensaban que podían volverse horribles—.Y que nadie va a hacerte nada, podemos buscar lo de la capucha cuando quieras.
Puede que por el frenesí de la Luna Roja y que se sentía pletórica los ojos de Fleur se desviaron sutilmente a la botella que el español tenía en las manos. Quería probar, si acababan de sobrevivir, qué mas daba. Pero no era algo que expresaría en voz alta.
Sin ser parte activa de ello, la chica disfrutaba del pique que la sueca y el español se traían entre ellos, esgrimiendo risas suaves de vez en cuando. Sin embargo, Rúa expresó sus temores, y las indicaciones de lo que le gustaría que todos hicieran.
—En realidad yo tampoco sé que es lo que soy —musitó, con voz relajada—. Pero tranquila, haremos lo que dices. Seguro que nadie cambia tanto —dijo por Toni y Maila, quiénes aún pensaban que podían volverse horribles—.Y que nadie va a hacerte nada, podemos buscar lo de la capucha cuando quieras.
Puede que por el frenesí de la Luna Roja y que se sentía pletórica los ojos de Fleur se desviaron sutilmente a la botella que el español tenía en las manos. Quería probar, si acababan de sobrevivir, qué mas daba. Pero no era algo que expresaría en voz alta.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: La última cena (de Sendar)
03/11/21, 08:24 pm
El español se le acercó y le enseñó cómo funcionaba el envoltorio aquel. En efecto, había que despegar la película transparente y después separar las lonchas de carne. Todo muy extraño, igual que el nombre que supuestamente tenían. «Hamburguesas... Huele raro pero me fiaré» pensó dubitativo mientras las echaba al fuego. Maila también sugirió hacer las verduras y el comentario de la sueca al respecto ratificó la decisión, así que también se pondría con ellas.
—Estoy totalmente a favor de darme el atracón de mi vida —se reía— pero no me fío de esas bebidas, así que ya me contaréis.
Le estaba encantando el ambiente que había en la cocina. Todos volcados en la comida, en dar buena cuenta de todo, repartidos cocinando una u otra cosa, y bromeando con esto o aquello. Le hizo gracia la reacción de Toni al probar el licor y le confirmó que hacía bien en no probarlo.
—¡Tiraré al pozo a quien vomite dentro, eh! —amenazó de broma tras escuchar a la terrícola. ¡Su preciado pozo!
Después, la conversación derivó a sus metamorfosis y sus dones. Maila preguntó algo a lo que le había dado vueltas y que había descartado por no poder investigarlo, y prestó atención mientras se servía y empezaba a devorar su plato. Miraba a unos y otros concentrado en los detalles y tomando nota mental de todo. Incluso aprendió que las bestias como los caballos terrícolas veían el entorno de otra manera, no a todo color como ellos. O las sensaciones de ambas chicas con respecto a cambiar de forma o del resto respecto a su transformación en general. También se reía con las bromas entre Toni y Rua, aunque no las entendiera todas. Y picaba de aquí y allá porque había mucha comida extraña a su alcance... tanto que al final acabaría más perjudicado por comer que por beber.
—Yo también siento eso que decís, es como si tuviese chispas de fuego bajo la piel, pero sin tener calor. Tengo ganas de brincar y de hacer magia y de correr y de hablar mucho y de leer... Y mi cabeza va como si galopara en un kerlax a toda velocidad sin marearme siquiera. Estoy genial así, me apenaría transformarme en algo más sin haber disfrutado bien de esta fase —comentó finalmente, en respuesta a las dudas de Toni sobre cambiar de aspecto por obra y arte de la Luna. Después siguió hablando pero se centró en el tema que le traía de cabeza desde hacía rato—. ¿Pero sentís algo antes de hacer uso de vuestros dones o de adoptar vuestra forma animal? ¿Se os viene algo a la cabeza antes de que suceda o sentís algo extraño?
»Ah y por supuesto que podrás aprender a volar, ¡ya verás! Te ayudaremos, yo mismo sin problema. He visto cómo vuelan las bestias aladas de mi mundo así que podría echarte una mano. Y lo mismo con Rua, no diré nada e intentaré ayudarte como sea, quizás puedas camuflarte con ayuda de la energía superior aprendiendo algún hechizo —les aseguró a Fleur y Rua también. Con la sueca no se le ocurría nada que no fuera recurrir a la magia, la verdad... porque encapuchar a una bestia como ella solo servía para decir qué había debajo de la capucha, pero quizás con algún sortilegio podrían disimular el cuerno y su aspecto brillante o cualquier rasgo que la identificase como unicornio a lo lejos para que la confundieran con un simple caballo.
—Estoy totalmente a favor de darme el atracón de mi vida —se reía— pero no me fío de esas bebidas, así que ya me contaréis.
Le estaba encantando el ambiente que había en la cocina. Todos volcados en la comida, en dar buena cuenta de todo, repartidos cocinando una u otra cosa, y bromeando con esto o aquello. Le hizo gracia la reacción de Toni al probar el licor y le confirmó que hacía bien en no probarlo.
—¡Tiraré al pozo a quien vomite dentro, eh! —amenazó de broma tras escuchar a la terrícola. ¡Su preciado pozo!
Después, la conversación derivó a sus metamorfosis y sus dones. Maila preguntó algo a lo que le había dado vueltas y que había descartado por no poder investigarlo, y prestó atención mientras se servía y empezaba a devorar su plato. Miraba a unos y otros concentrado en los detalles y tomando nota mental de todo. Incluso aprendió que las bestias como los caballos terrícolas veían el entorno de otra manera, no a todo color como ellos. O las sensaciones de ambas chicas con respecto a cambiar de forma o del resto respecto a su transformación en general. También se reía con las bromas entre Toni y Rua, aunque no las entendiera todas. Y picaba de aquí y allá porque había mucha comida extraña a su alcance... tanto que al final acabaría más perjudicado por comer que por beber.
—Yo también siento eso que decís, es como si tuviese chispas de fuego bajo la piel, pero sin tener calor. Tengo ganas de brincar y de hacer magia y de correr y de hablar mucho y de leer... Y mi cabeza va como si galopara en un kerlax a toda velocidad sin marearme siquiera. Estoy genial así, me apenaría transformarme en algo más sin haber disfrutado bien de esta fase —comentó finalmente, en respuesta a las dudas de Toni sobre cambiar de aspecto por obra y arte de la Luna. Después siguió hablando pero se centró en el tema que le traía de cabeza desde hacía rato—. ¿Pero sentís algo antes de hacer uso de vuestros dones o de adoptar vuestra forma animal? ¿Se os viene algo a la cabeza antes de que suceda o sentís algo extraño?
»Ah y por supuesto que podrás aprender a volar, ¡ya verás! Te ayudaremos, yo mismo sin problema. He visto cómo vuelan las bestias aladas de mi mundo así que podría echarte una mano. Y lo mismo con Rua, no diré nada e intentaré ayudarte como sea, quizás puedas camuflarte con ayuda de la energía superior aprendiendo algún hechizo —les aseguró a Fleur y Rua también. Con la sueca no se le ocurría nada que no fuera recurrir a la magia, la verdad... porque encapuchar a una bestia como ella solo servía para decir qué había debajo de la capucha, pero quizás con algún sortilegio podrían disimular el cuerno y su aspecto brillante o cualquier rasgo que la identificase como unicornio a lo lejos para que la confundieran con un simple caballo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La última cena (de Sendar)
04/11/21, 06:03 pm
Rua empezó a explicar cómo se sentía cuando se transformaba en unicornio y tras los comentarios de Fleur afirmando lo mismo al ser un cisne la hawaiana se quedó con cara pensativa. Todo aquello no hacia más que plantearle más dudas sobre las naturalezas de sus amigas. ¿Sus transformaciones pertenecían entonces a la misma "familia" por así decirlo? Tal y cómo ella misma y Toni, que ambos eran brujos pero de cosas completamente muy diferentes. Lo único que sabía era que seguía bastante perdida.
-Oh pues yo no siento nada extraño tampoco, aparte de esa euforia-. Le contestó a Rua.- Es como si sintiera dentro de mi una ola super fuerte de energía y ganas de hacer de todo y no pudiera resistirme. ¿Creéis que tendrá que ver con la Luna Roja o así es como se nota un transformado toda la vida?- Preguntó la chica con curiosidad. -Y estoy segura de que aprenderás a volar y más con ayuda de Pefka, pero con cuidado por favor.- Le dijo a la francesa mientras le daba un manotazo a la arena de su alrededor.
El hecho de que ella y Toni pudieran cambiar la aterraba profundamente, pero por otro lado no veía nada nuevo en su cuerpo. Quizás Rua tuviera razón y lo mejor sería leer de nuevo aquel libro para aclararse. <<Por favor, que sea un malentendido... No quiero convertirme en una masa de arena andante>> Pensó mirando el techo de la sala con aire distraído.
Por otro lado aquella nube de arenisca que la perseguía no cejaba en su empeño de molestarles a todos y sobretodo a la propia Maila. Había optado por abandonar cualquier esperanza de que le hiciera caso de manera permanente, porque como si se tratara de un muerto viviente al final se levantaba de nuevo y seguía con su misión de incordiar.
Sin embargo la pregunta del krabelinense sobre si sentían algo al usar sus dones la hizo reflexionar. Las pocas veces que le había dado órdenes a la arena no notó nada en especial, pero no pasaba nada por intentarlo de nuevo y estar más centrada a las sensaciones. La hawaiana miró a la arena y deseó con todas sus fuerzas que se quedara quieta, al principio no sirvió de nada y siguió danzando entre ellos pero de repente y sin previo aviso se quedó congelada en el aire. Como si alguien hubiera parado el tiempo en la habitación. Maila frunció el ceño concentrada sin prestar atención a los demás, y sin darse cuenta se inclinó hacia adelante.<<No te muevas, no te muevas... Te digo que no te muevas.>> Repetía constantemente en su cabeza como un mantra. Segundos después la arena volvió a girar sin control alguno y haciendo caso omiso de cualquier orden de Maila. La chica puso los ojos en blanco mientras levantaba las manos a la altura de su cabeza en señal de: Me vuelve loca esto.
-Bueno ya habéis visto todos que lo he intentado, pero mis millones de hijos me han salido rebeldes-. Comentó con una sonrisa y una pequeña carcajada, siguiendo la broma que hizo la sueca en su momento sobre su dominio. Aún se le hacía extraño pensar en la arena como su dominio...- Y no he sentido nada especial al darle esa orden, Pefka. Solo alegría por conseguir que me hiciera caso durante unos segundos.- Le contestó al hijo de lunas sin poder acostumbrarse aún a su nuevo físico.- Y tú Toni, ¡comparte un poco esa botella!- Le dijo burlona al español chinchándolo y cogiendo la botella para probar. Su amigo tenía razón, no era lo mejor que había probado en su vida y la hawaiana sacó la lengua haciendo ruidos raros.- Aggg, buaaj... Sí qué está malo, ¿cómo has podido darle dos tragos?-. Le preguntó mientras se lo devolvía entre risas. No se le habían escapado las miradas de la francesa a la botella, pero no estaba segura de si sería buena idea que su primera experiencia con la bebida fuera con algo tan asqueroso.
-Oh pues yo no siento nada extraño tampoco, aparte de esa euforia-. Le contestó a Rua.- Es como si sintiera dentro de mi una ola super fuerte de energía y ganas de hacer de todo y no pudiera resistirme. ¿Creéis que tendrá que ver con la Luna Roja o así es como se nota un transformado toda la vida?- Preguntó la chica con curiosidad. -Y estoy segura de que aprenderás a volar y más con ayuda de Pefka, pero con cuidado por favor.- Le dijo a la francesa mientras le daba un manotazo a la arena de su alrededor.
El hecho de que ella y Toni pudieran cambiar la aterraba profundamente, pero por otro lado no veía nada nuevo en su cuerpo. Quizás Rua tuviera razón y lo mejor sería leer de nuevo aquel libro para aclararse. <<Por favor, que sea un malentendido... No quiero convertirme en una masa de arena andante>> Pensó mirando el techo de la sala con aire distraído.
Por otro lado aquella nube de arenisca que la perseguía no cejaba en su empeño de molestarles a todos y sobretodo a la propia Maila. Había optado por abandonar cualquier esperanza de que le hiciera caso de manera permanente, porque como si se tratara de un muerto viviente al final se levantaba de nuevo y seguía con su misión de incordiar.
Sin embargo la pregunta del krabelinense sobre si sentían algo al usar sus dones la hizo reflexionar. Las pocas veces que le había dado órdenes a la arena no notó nada en especial, pero no pasaba nada por intentarlo de nuevo y estar más centrada a las sensaciones. La hawaiana miró a la arena y deseó con todas sus fuerzas que se quedara quieta, al principio no sirvió de nada y siguió danzando entre ellos pero de repente y sin previo aviso se quedó congelada en el aire. Como si alguien hubiera parado el tiempo en la habitación. Maila frunció el ceño concentrada sin prestar atención a los demás, y sin darse cuenta se inclinó hacia adelante.<<No te muevas, no te muevas... Te digo que no te muevas.>> Repetía constantemente en su cabeza como un mantra. Segundos después la arena volvió a girar sin control alguno y haciendo caso omiso de cualquier orden de Maila. La chica puso los ojos en blanco mientras levantaba las manos a la altura de su cabeza en señal de: Me vuelve loca esto.
-Bueno ya habéis visto todos que lo he intentado, pero mis millones de hijos me han salido rebeldes-. Comentó con una sonrisa y una pequeña carcajada, siguiendo la broma que hizo la sueca en su momento sobre su dominio. Aún se le hacía extraño pensar en la arena como su dominio...- Y no he sentido nada especial al darle esa orden, Pefka. Solo alegría por conseguir que me hiciera caso durante unos segundos.- Le contestó al hijo de lunas sin poder acostumbrarse aún a su nuevo físico.- Y tú Toni, ¡comparte un poco esa botella!- Le dijo burlona al español chinchándolo y cogiendo la botella para probar. Su amigo tenía razón, no era lo mejor que había probado en su vida y la hawaiana sacó la lengua haciendo ruidos raros.- Aggg, buaaj... Sí qué está malo, ¿cómo has podido darle dos tragos?-. Le preguntó mientras se lo devolvía entre risas. No se le habían escapado las miradas de la francesa a la botella, pero no estaba segura de si sería buena idea que su primera experiencia con la bebida fuera con algo tan asqueroso.
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: La última cena (de Sendar)
12/11/21, 12:33 am
—Bua, es una sensación muy rara ¿verdad? Yo llevo sin respirar como horas y mira, tan fresco estoy—dijo siguiendo la conversación.
Cuando vio la arena en suspensión pensó en soplar y soplar. No lo hizo porque por su cabeza vio a todos pegados a la pared por su soplido.
—Toma, anda, toma— le dijo a Maila pasándole la botella—Pos veras, el primer trago parecía que estaba chupando un rayo, pero el segundo pasó de la botella a mi estomago, no lo pasé por la lengua y mira, si no lo saboreas es hasta rico y todo, prometido.
Por un segundo se olvidó de la luz roja que no desaparecía en ningún momento. Parecía que siempre estarían así para siempre.
Cuando vio la arena en suspensión pensó en soplar y soplar. No lo hizo porque por su cabeza vio a todos pegados a la pared por su soplido.
—Toma, anda, toma— le dijo a Maila pasándole la botella—Pos veras, el primer trago parecía que estaba chupando un rayo, pero el segundo pasó de la botella a mi estomago, no lo pasé por la lengua y mira, si no lo saboreas es hasta rico y todo, prometido.
Por un segundo se olvidó de la luz roja que no desaparecía en ningún momento. Parecía que siempre estarían así para siempre.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La última cena (de Sendar)
01/12/21, 05:08 pm
Fleur estaba maravillada con todas las conversaciones que se daban a su alrededor y la manera en que sus amigos describían sus dones. Toni decía llevar bastante sin respirar y aunque la francesa se preguntó por unos segundos si solo era una forma de hablar no tardó en pensar que si ella podía transformarse en un cisne todo era posible. Pefka en cambio parecía activo pero de una manera diferente al español, quería brincar, hablar y leer mucho. ¿Tendría que ver con el hecho de que era una rana?. Maila tampoco podía controlar la arena que se congregaba a su alrededor, pero era divertido observarla mientras sus frutos no duraban más que unos segundos.
¿Qué había de sus dones? ¿Se limitaban a intercambiar su cuerpo con el de un ave? ¿Por qué en lo más hondo de sí misma intuía que había algo más?
—Yo no siento nada en absoluto —le respondió al hijo de Lunas con una sonrisa e intentando hacer introspección—.Es como si viniera de pronto, como al pestañear, sin un cosquilleo previo o sensaciones similares a una visión, es muy extraño... en especial el no saber cuando va a ocurrir —concluyó.
—¿Lo dices de veras? —la francesa tuvo que hacer esfuerzos por no levantarse de la silla con emoción, los ojos le hacían chiribitas y nuevamente todo aquel que la mirara sentiría algo de euforia. Que Pefka se ofreciera para ayudarla a volar era todo un alivio, al fin y al cabo gracias a él aprendió a manejar un poco el arco. No debía ser muy diferente, esperaba.
Puede que fuera la ilusión del momento, el notar como el ambiente estaba cargado de una magia electrizante y que parecía salir disparada de los cuerpos de unos a otros. Alimentándose constantemente. O puede que fueran sus sentimientos por Maila (impulsados por la Luna Roja) y el querer congraciarse con ella que Fleur estiró la mano hacia la botella, en un acto impulsivo que no era propio en la francesa pero que en lugar de parecer un movimiento brusco resultó en uno muy elegante. Luego mirándolos a todos dio un pequeño sorbo con las mejillas rojas por el calor de la felicidad y compañía.
Su lengua entró en contacto con ese líquido ardiente y tras unos segundos eternos en los que sus mejillas se hincharon giró la cabeza y escupió entre risas y arcadas como si no hubiera un mañana. Mala idea.
¿Qué había de sus dones? ¿Se limitaban a intercambiar su cuerpo con el de un ave? ¿Por qué en lo más hondo de sí misma intuía que había algo más?
—Yo no siento nada en absoluto —le respondió al hijo de Lunas con una sonrisa e intentando hacer introspección—.Es como si viniera de pronto, como al pestañear, sin un cosquilleo previo o sensaciones similares a una visión, es muy extraño... en especial el no saber cuando va a ocurrir —concluyó.
—¿Lo dices de veras? —la francesa tuvo que hacer esfuerzos por no levantarse de la silla con emoción, los ojos le hacían chiribitas y nuevamente todo aquel que la mirara sentiría algo de euforia. Que Pefka se ofreciera para ayudarla a volar era todo un alivio, al fin y al cabo gracias a él aprendió a manejar un poco el arco. No debía ser muy diferente, esperaba.
Puede que fuera la ilusión del momento, el notar como el ambiente estaba cargado de una magia electrizante y que parecía salir disparada de los cuerpos de unos a otros. Alimentándose constantemente. O puede que fueran sus sentimientos por Maila (impulsados por la Luna Roja) y el querer congraciarse con ella que Fleur estiró la mano hacia la botella, en un acto impulsivo que no era propio en la francesa pero que en lugar de parecer un movimiento brusco resultó en uno muy elegante. Luego mirándolos a todos dio un pequeño sorbo con las mejillas rojas por el calor de la felicidad y compañía.
Su lengua entró en contacto con ese líquido ardiente y tras unos segundos eternos en los que sus mejillas se hincharon giró la cabeza y escupió entre risas y arcadas como si no hubiera un mañana. Mala idea.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- PePo
Ficha de cosechado
Nombre: Jose Antonio De Arnaiz y La Vega Lopez (Toni)
Especie: Humano andaluz
Habilidades: habilidad mental, rapidez mental, reflejosPersonajes : Toni
Armas : Caída de ojos.
Re: La última cena (de Sendar)
11/12/21, 02:52 pm
Cuando le paso la botella a Maila no pensaba que la que la recogiera fuese la francesa.
—Vaya vaya con Fleur, y parecía tonta cuando la compramos— dijo mientras le guiñaba un ojo a su amiga.
»¿Os duele el cambio? Quiero decir, cuando cambiáis de cuerpo, es lo que hacéis ¿no?—. Le pegó un último trago a la botella. Empezaba a gustarle el sabor, pero si seguía bebiendo terminaría perdiendo la conciencia. Necesitaba comer algo antes de seguir bebiendo.
—Vaya vaya con Fleur, y parecía tonta cuando la compramos— dijo mientras le guiñaba un ojo a su amiga.
»¿Os duele el cambio? Quiero decir, cuando cambiáis de cuerpo, es lo que hacéis ¿no?—. Le pegó un último trago a la botella. Empezaba a gustarle el sabor, pero si seguía bebiendo terminaría perdiendo la conciencia. Necesitaba comer algo antes de seguir bebiendo.
No lo sabes, Invitado, pero te quiero.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: La última cena (de Sendar)
11/12/21, 07:14 pm
Maila abriría los ojos como platos y se llevaría las manos a la boca, en un gesto cómico puramente exagerado al ver a Fleur coger la botella. Sabía que aún debían hablar de varios temas importantes pero en aquellos instantes se sentía demasiado bien y cómoda como para no haber reaccionado de esa manera. Verla haciendo ese tipo de cosas habría sido impensable en la Tierra, pero era evidente que la francesa había cambiado a muchos niveles, no solo físicos.
Cuando la vio escupir entre arcadas y risas la hawaiana no pudo evitar reírse también y llevarse las manos al costado del dolor. Era evidente que iba a ocurrir algo así, pero presenciarlo no tenía precio. La hawaiana tomaría el relevo de la botella después de beber Toni, con el pensamiento de aplicar la estrategia del español y no saborear nada, aún con lagrimas en los ojos de tantas carcajadas.
-Menos mal que acabé reconociéndote como cisne.- Le diría algo más seria después de dar un trago. No quería ni pensar en lo mal que lo había pasado en esos momentos. Sin saber dónde estaba Fleur y cuando supo lo qué era sin saber si podría volver a ser humana. Maila dejaría la botella en la mesa para quién quisiera, mientras esperaba a escuchar lo que tuviera qué decir. Había estado bien aquel momento de diversión, pero hablarle directamente la francesa hacía que volviera a sentirse algo rara con la situación entre ambas.
Cuando la vio escupir entre arcadas y risas la hawaiana no pudo evitar reírse también y llevarse las manos al costado del dolor. Era evidente que iba a ocurrir algo así, pero presenciarlo no tenía precio. La hawaiana tomaría el relevo de la botella después de beber Toni, con el pensamiento de aplicar la estrategia del español y no saborear nada, aún con lagrimas en los ojos de tantas carcajadas.
-Menos mal que acabé reconociéndote como cisne.- Le diría algo más seria después de dar un trago. No quería ni pensar en lo mal que lo había pasado en esos momentos. Sin saber dónde estaba Fleur y cuando supo lo qué era sin saber si podría volver a ser humana. Maila dejaría la botella en la mesa para quién quisiera, mientras esperaba a escuchar lo que tuviera qué decir. Había estado bien aquel momento de diversión, pero hablarle directamente la francesa hacía que volviera a sentirse algo rara con la situación entre ambas.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: La última cena (de Sendar)
12/12/21, 05:54 pm
Algunos coincidían en euforia (como él), otros en no sentir nada especial al invocar sus dones más "performativos"... A Maila la arena le obedecía poco a poco, pero el nombrado imaginaba que era razonable. Fleur también le agradeció el ofrecimiento y Pefka asintió con vigor a ambas terrícolas
—Claro, claro, con mucho cuidado. Y de todas formas, creo que lo mejor es primero aprender a transformarte para tener eso asegurado al aprender a volar, para evitarte accidentes. Y nada de volar desde sitios peligrosos, lo haremos de menos a más. Todos iremos de poco a poco, chicos, ya veréis —aseguró convencido al resto.
Sabía que podrían adaptarse a sus dones y aprender con ellos, igual que él en su momento. Tenían tiempo por delante y hacían un buen equipo, y además tenían una biblioteca enorme en la que podrían informarse más si les era necesario.
—No sé si este "subidón" que decís es permanente pero yo espero acostumbrarme porque estoy frenético y me cuesta estar sentado —se rió—. Y qué curioso que no sintáis nada más allá... Imagino que vuestros nuevos cuerpos se adaptan a los dones, ¿como si fuera algo que habéis tenido siempre? A lo mejor... ¿y si es como cuando las larvas desarrollan alas y echan a volar? O sea, ese cambio es inconsciente y solo se da después de ciertas circunstancias, pero el uso de las alas, vuestro don, es consciente —fue elocubrando en voz alta hasta sumirse en sus pensamientos tanto que dejó de zapatear con los pies en el suelo o de inclinar la silla hacia atrás. Siguió comiendo, pero seguía dándole vueltas.
Él lo había llamado metamorfosis a falta de una palabra mejor que le viniera a la mente, pero quizás la Luna no les entregaba esos dones sino que los portaban ya en su interior y la energía del astro era lo que posibilitaba su surgimiento. ¿Podía ser? Se esforzó en recordar todo lo que habían hablado con Nerys sobre los dioses de la ciudad, lo que habían leído, lo que habían averiguado por su cuenta, etc... y entonces llegó al punto en que se le apareció la Emisaria de las Lunas. Se le apareció a él solo, en la fiesta del Día de la Luna, cuando se había dado su baño ritual y otro de multitudes. Estaba solo. Y ella se lo dijo.
De golpe, de sopetón, se levantó de un salto, la silla cayó hacia atrás y él dio un golpe en la mesa con las manos al volver a tocar el suelo con los pies.
—¡Estabaequivocado! ¡LaEmisarialodijo! ¡Meeligióporquevioqueyateníapotencial, noleservíacualquiercongéneresinoyoporqueyoloteníadentroya! ¡LaLunanodadones, losfacilita! —exclamó, extrañamente pletórico.
—Claro, claro, con mucho cuidado. Y de todas formas, creo que lo mejor es primero aprender a transformarte para tener eso asegurado al aprender a volar, para evitarte accidentes. Y nada de volar desde sitios peligrosos, lo haremos de menos a más. Todos iremos de poco a poco, chicos, ya veréis —aseguró convencido al resto.
Sabía que podrían adaptarse a sus dones y aprender con ellos, igual que él en su momento. Tenían tiempo por delante y hacían un buen equipo, y además tenían una biblioteca enorme en la que podrían informarse más si les era necesario.
—No sé si este "subidón" que decís es permanente pero yo espero acostumbrarme porque estoy frenético y me cuesta estar sentado —se rió—. Y qué curioso que no sintáis nada más allá... Imagino que vuestros nuevos cuerpos se adaptan a los dones, ¿como si fuera algo que habéis tenido siempre? A lo mejor... ¿y si es como cuando las larvas desarrollan alas y echan a volar? O sea, ese cambio es inconsciente y solo se da después de ciertas circunstancias, pero el uso de las alas, vuestro don, es consciente —fue elocubrando en voz alta hasta sumirse en sus pensamientos tanto que dejó de zapatear con los pies en el suelo o de inclinar la silla hacia atrás. Siguió comiendo, pero seguía dándole vueltas.
Él lo había llamado metamorfosis a falta de una palabra mejor que le viniera a la mente, pero quizás la Luna no les entregaba esos dones sino que los portaban ya en su interior y la energía del astro era lo que posibilitaba su surgimiento. ¿Podía ser? Se esforzó en recordar todo lo que habían hablado con Nerys sobre los dioses de la ciudad, lo que habían leído, lo que habían averiguado por su cuenta, etc... y entonces llegó al punto en que se le apareció la Emisaria de las Lunas. Se le apareció a él solo, en la fiesta del Día de la Luna, cuando se había dado su baño ritual y otro de multitudes. Estaba solo. Y ella se lo dijo.
De golpe, de sopetón, se levantó de un salto, la silla cayó hacia atrás y él dio un golpe en la mesa con las manos al volver a tocar el suelo con los pies.
—¡Estabaequivocado! ¡LaEmisarialodijo! ¡Meeligióporquevioqueyateníapotencial, noleservíacualquiercongéneresinoyoporqueyoloteníadentroya! ¡LaLunanodadones, losfacilita! —exclamó, extrañamente pletórico.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: La última cena (de Sendar)
16/12/21, 01:26 pm
Fleur no solo estaba feliz, también pletórica. Se encontraba profundamente agradecida con las promesas de ayuda de Pefka y cómo poco a poco irían aprendiendo juntos. Y para colmo se lo estaba pasando muy bien. Probar el alcohol en otra circunstancia habría sido algo serio y arriesgado pero en este caso el hecho estaba suavizado por una sensación placentera que empezaba en la base del estómago y se extendía a todas sus terminaciones nerviosas. Era el calor del hogar y para ser justos, una buena dosis de éxtasis que proporcionaba la Luna Roja.
—¡Está asqueroso! —gimió, aún limpiándose la barbilla de gotas traviesas y sintiendo que le ardía la lengua. Rápidamente se deshizo de la botella para que el español le diera otro trago, no era muy higiénico la verdad, pero llevaban varios meses en un torreón mugriento sin poder ducharse en condiciones. Qué mas daba—. No todos estamos tan acostumbrados... —le contestaría a Toni a su intento de meterse con ella, aquello sería lo más parecido que la francesa podría decir para devolver la broma ya que ella no era dada a ese tipo de juegos.
—No sabía como hacer para que me reconocieras —el tono de la conversación pasó de nuevo a uno más neutro y la joven no podía estar más aliviada de que su amiga imaginara que aquel torpe cisne era ella, si la hubiera dejado sola no sabría que había hecho en tal momento de desconcierto—. No estoy segura de como se siente Rúa, pero a mi no me duele en absoluto, ¿Tú sientes algo especial en la garganta? ¿Algún cosquilleo? —respondió a Toni. No sabía por qué, pero se imaginaba que la sensación de expulsar ráfagas de viento por la boca sería parecida a masticar un caramelo de menta.
El hijo de lunas estaba conjeturando sin parar y una de esas veces dio un brinco que tiró la silla al suelo. Fleur se pegó un gran susto, sobresaltada por lo repentino de su amigo y el ruido pero luego terminó riéndose un poco confundida sin saber qué estaba pasando ni entenderle al hablar tan rápido.
—¿Qué... quieres decir? —quiso saber, divertida y curiosa por descubrir qué había puesto a Pefka en ese estado. Aún no se acostumbraba a su aspecto y sus tonos azulados.
—¡Está asqueroso! —gimió, aún limpiándose la barbilla de gotas traviesas y sintiendo que le ardía la lengua. Rápidamente se deshizo de la botella para que el español le diera otro trago, no era muy higiénico la verdad, pero llevaban varios meses en un torreón mugriento sin poder ducharse en condiciones. Qué mas daba—. No todos estamos tan acostumbrados... —le contestaría a Toni a su intento de meterse con ella, aquello sería lo más parecido que la francesa podría decir para devolver la broma ya que ella no era dada a ese tipo de juegos.
—No sabía como hacer para que me reconocieras —el tono de la conversación pasó de nuevo a uno más neutro y la joven no podía estar más aliviada de que su amiga imaginara que aquel torpe cisne era ella, si la hubiera dejado sola no sabría que había hecho en tal momento de desconcierto—. No estoy segura de como se siente Rúa, pero a mi no me duele en absoluto, ¿Tú sientes algo especial en la garganta? ¿Algún cosquilleo? —respondió a Toni. No sabía por qué, pero se imaginaba que la sensación de expulsar ráfagas de viento por la boca sería parecida a masticar un caramelo de menta.
El hijo de lunas estaba conjeturando sin parar y una de esas veces dio un brinco que tiró la silla al suelo. Fleur se pegó un gran susto, sobresaltada por lo repentino de su amigo y el ruido pero luego terminó riéndose un poco confundida sin saber qué estaba pasando ni entenderle al hablar tan rápido.
—¿Qué... quieres decir? —quiso saber, divertida y curiosa por descubrir qué había puesto a Pefka en ese estado. Aún no se acostumbraba a su aspecto y sus tonos azulados.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
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