Torreón Maciel
+14
Leonart
Percy
Lops
Harek
LEC
Isma
Kanyum
Yber
Aes
Evanna
Giniroryu
Jack
Reifon
Tak
18 participantes
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Torreón Maciel
10/03/19, 05:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Cuanto más se acercaba Garoni a los restos del antiguo torreón Maciel, mejor podía escuchar las voces que daban órdenes o se pasaban mensajes entre los escombros. Un buen número de esclavos y miembros del ejército trabajaban en la reconstrucción del refugio desde que la ciudad había sido liberada de las pesadillas. Su estructura comenzaba a tomar forma de nuevo, y los escombros que iban a ser reutilizados estaban apartados a un lado para no entorpecer el trabajo.
El tesorero real buscaba al supervisor de la obra, Plumagris, quien se encargaba de vigilar regularmente que todo fuese bien y de dirigir a los soldados. El ziz se encontraba hablando con un animorfo, pero cuando se percató de la presencia del miembro del consejo le hizo volver a su trabajo con un movimiento de cabeza.
—¿Qué te parece? Avanzamos bien para la mano de obra de la que disponemos. Incluso me ha sorprendido la resiliencia de los esclavos más recientes —dijo en cuanto Garoni se detuvo a su lado.
—¿Crees que estará acabado en el plazo previsto y cumpliendo con el presupuesto?
—Debería. Tampoco me gustaría tener al ejército al completo distraído con obras durante demasiado tiempo. La lista de tareas pendientes que tenemos ahora mismo es demasiado larga. ¿Qué hay de los demás?
—También estiman cumplir el plazo.
—Tienen suerte de que no les haya tocado retirar escombros como a nosotros —comentó Plumagris señalando la montaña de piedras con la cabeza.
—Tenebra se quejó precisamente de lo contrario —dijo la momia—. Parecía creer que era más fácil tu trabajo porque ya tenéis unos cimientos excavados.
Plumagris frunció el ceño, pero no respondió. Garoni no tenía nada que ver con sus rencillas.
—Esta noche le daré el informe a Cicatriz en el cuartel. Todavía tengo que terminar de redactarlo.
—Bien. Solo quería asegurarme de que no hubiese ningún problema. Tengo que volver ya al castillo.
La momia se marchó volando, cosa que hizo que el ziz removiese las alas con incomodidad. Llevaba días atado con papeleo y responsabilidades, y por tanto atado a la tierra firme. Estaba deseando que todo acabase. O, al menos, que llegase el día del desfile.
Cuanto más se acercaba Garoni a los restos del antiguo torreón Maciel, mejor podía escuchar las voces que daban órdenes o se pasaban mensajes entre los escombros. Un buen número de esclavos y miembros del ejército trabajaban en la reconstrucción del refugio desde que la ciudad había sido liberada de las pesadillas. Su estructura comenzaba a tomar forma de nuevo, y los escombros que iban a ser reutilizados estaban apartados a un lado para no entorpecer el trabajo.
El tesorero real buscaba al supervisor de la obra, Plumagris, quien se encargaba de vigilar regularmente que todo fuese bien y de dirigir a los soldados. El ziz se encontraba hablando con un animorfo, pero cuando se percató de la presencia del miembro del consejo le hizo volver a su trabajo con un movimiento de cabeza.
—¿Qué te parece? Avanzamos bien para la mano de obra de la que disponemos. Incluso me ha sorprendido la resiliencia de los esclavos más recientes —dijo en cuanto Garoni se detuvo a su lado.
—¿Crees que estará acabado en el plazo previsto y cumpliendo con el presupuesto?
—Debería. Tampoco me gustaría tener al ejército al completo distraído con obras durante demasiado tiempo. La lista de tareas pendientes que tenemos ahora mismo es demasiado larga. ¿Qué hay de los demás?
—También estiman cumplir el plazo.
—Tienen suerte de que no les haya tocado retirar escombros como a nosotros —comentó Plumagris señalando la montaña de piedras con la cabeza.
—Tenebra se quejó precisamente de lo contrario —dijo la momia—. Parecía creer que era más fácil tu trabajo porque ya tenéis unos cimientos excavados.
Plumagris frunció el ceño, pero no respondió. Garoni no tenía nada que ver con sus rencillas.
—Esta noche le daré el informe a Cicatriz en el cuartel. Todavía tengo que terminar de redactarlo.
—Bien. Solo quería asegurarme de que no hubiese ningún problema. Tengo que volver ya al castillo.
La momia se marchó volando, cosa que hizo que el ziz removiese las alas con incomodidad. Llevaba días atado con papeleo y responsabilidades, y por tanto atado a la tierra firme. Estaba deseando que todo acabase. O, al menos, que llegase el día del desfile.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel
23/07/20, 03:11 pm
La sueca no esperaba para nada que la persona que se le adelantase sobre como lucia aquel cosechado llamado setenta y siete fuera precisamente alguien de su propio grupo. Rua apenas escucho las primeras palabras de Pefka, unió cabos. No era la primera vez que oía sobre los “hijos de Bakiar” ya lo había hecho, al inicio de toda esa mierda y no, no olvidaría a uno de esos hijos de perra con facilidad. El lagarto con pintas de camaleón. ¿¡Como narices habian podido dejar entrar a esa cosa!? ¿¡Donde habían estado cuando mato a la tortuga bípeda aquella en medio de la fuente y llevándose gente a su paso!? No, Rua no necesitaba ya descripción sobre como lucia, lo había visto con sus propios ojos y no le apetecía en lo más mínimo, volver a verlo.
Ahora se respondía muchas de las preguntas que se había hecho sobre las heridas que sufrían Nori y los demás. La sueca lo miro mientras Nery’s les ofrecía su torreón para vivir y llevarles comida, pero el otro grupo se negó.
Se veían afectado por lo sucedido, por confiar en aquel lagarto asesino, por las pérdidas que habían sufrido. Esa persona llamada Teyn. Alguien más llegó presentados como Reira, que de haber estado Rua en otra posición mental en ese momento no habría evitado indagar sobre ellos…sobre donde venían. Pero no era el momento ni el lugar.
-Ahora que sé de dónde viene, puedo deciros que habéis tenido muchísimos huevos…nosotros vimos a ese tipo cargándose a alguien también de Krabelin, en la fuente donde nos cambian el idioma. Fue aterrador- dijo Rúa sabiendo que no era un consuelo, para nada lo era, ¿pero con ese ser?¿sobrevivir la mayoría y aunque con heridas, igualmente vivo? Casi podía considerarlo un milagro- Lamento vuestra perdida…- añadió Rua al final con una voz suave, no sabía cuál cercanos habían sido al tal Teyn, pero no dejaba de ser un compañero asesinado por otro. Sin contar que dudaba que ninguno de los presentes, incluyéndose, estuviese acostumbrado a ver a morir a alguien asesinado frente a sus ojos. Rua aun tenia pesadillas con lo ocurrido en la fuente por más que lo ocultase.
La conversación entonces, tomo un giro inesperado provocando que las suecas les mirase con asombro. ¿Magia? ¿Habían dicho magia? <<¿¡Esa cosa tiene magia!?>> ¡como si ya no fuera jodido lidiar con el tenia magia! Y no podía estar más de acuerdo con Fleur al decir aquello, tras oír que había querido esclavizarlos apenas supo que podía hacer magia. ¡Era una locura! <<No, espera un momento…si tiene magia, si saben hacerla, tal vez…>> una nueva posibilidad si ellos alguno de ellos también podía hacerla, si podía aprender, no debería estar tan indefensos ¿verdad? Solo esperaba que a nadie de su grupo se le subiera el éxito a la cabeza de poder hacer magia e intentara imitar al lagarto.
Fue Pefka el que se adelantó a preguntar sobre la magia y Rua les miro expectantes., sabiendo que tal vez era un poco precipitado preguntarle así a saco. Pero sabiendo que ese hijo de bakiar estaba afuera, que poseía magia y un libro del que aparentemente debía aprender los hechizos, urgía incluso más que antes el tener una posible defensa extra. Mas desde que sabían lo ridículamente sencillo que era colarse en el torreón. No quería ni pensar que esa cosa tuviera en su poder el hechizo que le permitiera atravesar paredes.
-¿Sería mucho pedir que nos enseñéis los hechizos que sepáis…o nos dejéis copiar vuestros apuntes? También nos vendría genial saber de donde salieron…porque sabiendo que ese setenta y siete está ahí fuera y sabiendo magia, cualquier precaución es poca–pregunto interesada porque ellos no habían visto más que casas con apariencia sospechosa y ruinas, aparte de aquel torreón destacando entre los edificios aledaños. No sabía si tendría el don para hacer magia siquiera, peor no perdían nada por intentarlo ¿verdad?
Ahora se respondía muchas de las preguntas que se había hecho sobre las heridas que sufrían Nori y los demás. La sueca lo miro mientras Nery’s les ofrecía su torreón para vivir y llevarles comida, pero el otro grupo se negó.
Se veían afectado por lo sucedido, por confiar en aquel lagarto asesino, por las pérdidas que habían sufrido. Esa persona llamada Teyn. Alguien más llegó presentados como Reira, que de haber estado Rua en otra posición mental en ese momento no habría evitado indagar sobre ellos…sobre donde venían. Pero no era el momento ni el lugar.
-Ahora que sé de dónde viene, puedo deciros que habéis tenido muchísimos huevos…nosotros vimos a ese tipo cargándose a alguien también de Krabelin, en la fuente donde nos cambian el idioma. Fue aterrador- dijo Rúa sabiendo que no era un consuelo, para nada lo era, ¿pero con ese ser?¿sobrevivir la mayoría y aunque con heridas, igualmente vivo? Casi podía considerarlo un milagro- Lamento vuestra perdida…- añadió Rua al final con una voz suave, no sabía cuál cercanos habían sido al tal Teyn, pero no dejaba de ser un compañero asesinado por otro. Sin contar que dudaba que ninguno de los presentes, incluyéndose, estuviese acostumbrado a ver a morir a alguien asesinado frente a sus ojos. Rua aun tenia pesadillas con lo ocurrido en la fuente por más que lo ocultase.
La conversación entonces, tomo un giro inesperado provocando que las suecas les mirase con asombro. ¿Magia? ¿Habían dicho magia? <<¿¡Esa cosa tiene magia!?>> ¡como si ya no fuera jodido lidiar con el tenia magia! Y no podía estar más de acuerdo con Fleur al decir aquello, tras oír que había querido esclavizarlos apenas supo que podía hacer magia. ¡Era una locura! <<No, espera un momento…si tiene magia, si saben hacerla, tal vez…>> una nueva posibilidad si ellos alguno de ellos también podía hacerla, si podía aprender, no debería estar tan indefensos ¿verdad? Solo esperaba que a nadie de su grupo se le subiera el éxito a la cabeza de poder hacer magia e intentara imitar al lagarto.
Fue Pefka el que se adelantó a preguntar sobre la magia y Rua les miro expectantes., sabiendo que tal vez era un poco precipitado preguntarle así a saco. Pero sabiendo que ese hijo de bakiar estaba afuera, que poseía magia y un libro del que aparentemente debía aprender los hechizos, urgía incluso más que antes el tener una posible defensa extra. Mas desde que sabían lo ridículamente sencillo que era colarse en el torreón. No quería ni pensar que esa cosa tuviera en su poder el hechizo que le permitiera atravesar paredes.
-¿Sería mucho pedir que nos enseñéis los hechizos que sepáis…o nos dejéis copiar vuestros apuntes? También nos vendría genial saber de donde salieron…porque sabiendo que ese setenta y siete está ahí fuera y sabiendo magia, cualquier precaución es poca–pregunto interesada porque ellos no habían visto más que casas con apariencia sospechosa y ruinas, aparte de aquel torreón destacando entre los edificios aledaños. No sabía si tendría el don para hacer magia siquiera, peor no perdían nada por intentarlo ¿verdad?
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Maciel
23/07/20, 04:30 pm
Por suerte lo que fuera que hubiera visto Iemai había desaparecido. La hawaiana se sentía vulnerable en todos los sentidos que pudiera abarcar la palabra, los habían sacado de su refugio y pinchado con algo, y ahora tenían que preocuparse de que algo no los espiara o intentara infiltrarse en el torreón. <<Quizás se trata de quién nos sacó en plena noche...>> Pensó la chica, para inmediatamente arrepentirse con un escalofrío de haberlo hecho.
La idea de salir en busca del grupo le pareció más que oportuna, no deseaba estar en aquellos instantes allí. Y el hecho de que Fleur también quisera ir la instaba a apuntarse. Cuando salió del torreón con el grupo, miró a todos lados cautelosamente a la vez que apretaba con fuerza el machete en su mano.
Más tarde encontraron lo que parecía ser el refugio de aquellos otros supervivientes. Habían estado haciendo mapas de la ciudad para determinar lo más exacto posible el lugar, y la hawaiana deseaba de veras que no tuvieran que demorarse demasiado en aquellas calles. El torreón se veía mucho más nuevo que el suyo, construido a base de piedras de una tonalidad azulada. Maila incluso pensó que llegaba a ser bonito, si no se encontrara en una ciudad con peligros por doquier.
Cuando Rua llamó en voz alta Maila miró repentinamente en varias direcciones, estaba algo incómoda e inquieta. Normalmente cogían la comida y se largaban pitando, y en cambio ahora llamaban a las puertas de la gente, y eso podía llegar a ser un poco peligroso. <<Hay que hacerlo, Maila, hay que hacerlo... Seguro que quien abre la puerta es alguien de ese grupo>> Se dijo para relajarse. Efectivamente así fue, y aunque por unos momentos suspiró tranquila esa sensación no tardó en desaparecer al ver el estado de esa gente.
Estaban más que heridos, más bien destrozados. Y de hecho una de ellos que la hawaiana reconoció carecía de un brazo. Maila no paraba de preguntarse qué podía haberles pasado para verse en tal situación. Cuando entraron en el torreón se percató de que no era muy distinto del suyo, aunque igual que en el exterior era mucho más nuevo.
-M-Maila-. Se presentó haciendo un titánico esfuerzo por no mirar fijamente las heridas de aquellos chicos. El grupo les relató lo que les había ocurrido y Maila abrió los ojos, sorprendida, cuando dijeron que sus heridas se debían a uno de su mismo grupo. Nunca había pensado que nadie fuera capaz de hacer algo como eso en una ciudad en la que había que estar unidos para sobrevivir, que alguien quisiera incluso esclavizar a sus mismos compañeros. <<Hay que ser muy psicópata para hacer algo así.>>
La hawaiana, al igual que todos, intutó que se trataba de aquel reptil asesino de la plaza. El hecho de que aquella gente hubiera convivido, comido y dormido sin saberlo con un monstruo asesino como ese le ponía la piel de gallina. Tenía que haber asido muy duro para ellos darse cuenta de quién era en realidad.
-Lo siento mucho...- Expresó sin dejar de mirarlos.- Debe haber sido muy duro...-. Por desgracia el tal Setenta y siete seguía suelto, por lo que podían encontrárselo en cualquier momento, era peligroso y letal, ya lo habían visto en la plaza y por si fuera poco sabía hacer magia. ¡Magia! Por una parte le aterraba que aquel poder pudiera estar al alcance de alguien como el reptil. Pero una parte de ella se preguntaba si ellos serían capaces de lo mismo. Nada parecía indicar lo contrario, y aquella magia podía ser una valiosa ventaja para sobrevivirle a la ciudad... y ahora a Setenta y siete si se lo encontraban.
-Si hay algo que podamos hacer, decídnoslo.- Les dijo al otro grupo con una mirada decidida, aunque un leve temblor en su voz denotaba lo incómoda y tensa que se encontraba en aquel momento.-Deberíamos permanecer lo más unidos que podamos, ni siquiera ese psicópata se atrevería con tanta gente, ¿no?- Preguntó deseando que así fuera. Aún así una parte egoísta de ella se cuestionaba si intentar ayudarles no les pondría en peligro a ellos, si pondría en peligro a Fleur...
La idea de salir en busca del grupo le pareció más que oportuna, no deseaba estar en aquellos instantes allí. Y el hecho de que Fleur también quisera ir la instaba a apuntarse. Cuando salió del torreón con el grupo, miró a todos lados cautelosamente a la vez que apretaba con fuerza el machete en su mano.
Más tarde encontraron lo que parecía ser el refugio de aquellos otros supervivientes. Habían estado haciendo mapas de la ciudad para determinar lo más exacto posible el lugar, y la hawaiana deseaba de veras que no tuvieran que demorarse demasiado en aquellas calles. El torreón se veía mucho más nuevo que el suyo, construido a base de piedras de una tonalidad azulada. Maila incluso pensó que llegaba a ser bonito, si no se encontrara en una ciudad con peligros por doquier.
Cuando Rua llamó en voz alta Maila miró repentinamente en varias direcciones, estaba algo incómoda e inquieta. Normalmente cogían la comida y se largaban pitando, y en cambio ahora llamaban a las puertas de la gente, y eso podía llegar a ser un poco peligroso. <<Hay que hacerlo, Maila, hay que hacerlo... Seguro que quien abre la puerta es alguien de ese grupo>> Se dijo para relajarse. Efectivamente así fue, y aunque por unos momentos suspiró tranquila esa sensación no tardó en desaparecer al ver el estado de esa gente.
Estaban más que heridos, más bien destrozados. Y de hecho una de ellos que la hawaiana reconoció carecía de un brazo. Maila no paraba de preguntarse qué podía haberles pasado para verse en tal situación. Cuando entraron en el torreón se percató de que no era muy distinto del suyo, aunque igual que en el exterior era mucho más nuevo.
-M-Maila-. Se presentó haciendo un titánico esfuerzo por no mirar fijamente las heridas de aquellos chicos. El grupo les relató lo que les había ocurrido y Maila abrió los ojos, sorprendida, cuando dijeron que sus heridas se debían a uno de su mismo grupo. Nunca había pensado que nadie fuera capaz de hacer algo como eso en una ciudad en la que había que estar unidos para sobrevivir, que alguien quisiera incluso esclavizar a sus mismos compañeros. <<Hay que ser muy psicópata para hacer algo así.>>
La hawaiana, al igual que todos, intutó que se trataba de aquel reptil asesino de la plaza. El hecho de que aquella gente hubiera convivido, comido y dormido sin saberlo con un monstruo asesino como ese le ponía la piel de gallina. Tenía que haber asido muy duro para ellos darse cuenta de quién era en realidad.
-Lo siento mucho...- Expresó sin dejar de mirarlos.- Debe haber sido muy duro...-. Por desgracia el tal Setenta y siete seguía suelto, por lo que podían encontrárselo en cualquier momento, era peligroso y letal, ya lo habían visto en la plaza y por si fuera poco sabía hacer magia. ¡Magia! Por una parte le aterraba que aquel poder pudiera estar al alcance de alguien como el reptil. Pero una parte de ella se preguntaba si ellos serían capaces de lo mismo. Nada parecía indicar lo contrario, y aquella magia podía ser una valiosa ventaja para sobrevivirle a la ciudad... y ahora a Setenta y siete si se lo encontraban.
-Si hay algo que podamos hacer, decídnoslo.- Les dijo al otro grupo con una mirada decidida, aunque un leve temblor en su voz denotaba lo incómoda y tensa que se encontraba en aquel momento.-Deberíamos permanecer lo más unidos que podamos, ni siquiera ese psicópata se atrevería con tanta gente, ¿no?- Preguntó deseando que así fuera. Aún así una parte egoísta de ella se cuestionaba si intentar ayudarles no les pondría en peligro a ellos, si pondría en peligro a Fleur...
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel
23/07/20, 09:41 pm
Ulmara sentía una presión extraña en su pecho, como si dos fuerzas contrarias tiraran de la cuerda de su sosiego o dos nubes de tormenta chocaran en sus pulmones. Por un lado sentía el peso de la ilusión por la magia, que podría ser una baza importante para la supervivencia de su grupo; por otro lado, sin embargo, se le instalaba una incertidumbre desagradable ante la certeza de que Teyn había muerto como cualquier animal inferior de la Cercanía. Llevaba dudando desde que llegaron y, a cada paso que daban, cada día que pasaba, parecía que la muerte ganaba a la lejanía. Sin embargo, tozuda como ella sola, Ulmara quería creer que sus dioses velaban por ella y por Iemai; se aferraba a una brizna de esperanza que no soltaría hasta que la muerte sobrevolara a algún cercano igual que había hecho con el resto de especies.
Miro de reojo a Fleur y se preguntó qué pasaría por su cabeza. Había llevado razón todo este tiempo, habían llegado tarde, tardísimo, con una información que guardaban desde el primer día, como bien les había dicho Rua ahora, y que habría sido vital para ellos. Intentó no mostrar desagrado por las heridas por una cuestión de ego propio y ajeno, ya que tampoco quería que sus anfitriones se sintieran juzgados negativamente. Había lejanos que mostraban heridas peores, pero siempre difuminadas por su aspecto translúcido. Aun así, aquello le sirvió de base para no bajar la mirada.
—Lo siento —musitó, había algo de rabia en su rostro. Sus compañeros preguntaron por los hechizos y, mientras, tras Maila, Ulmara habló sin pensar demasiado en lo que decía, dirigiendo una mirada inquisitiva a Pefka por el camino—: Tal vez… ¿Creéis que podríamos pararle los pies entre todos? ¿Tenderle una emboscada?
Pararle los pies podía significar matarlo, o atraparlo y esconderlo en una celda para que se arrepintiera por el resto de su existencia… No pensó mucho en ello, pero estaba segura que dejar a Setenta y Siete suelto iba a ser un problema. Tenía libros de magia y conocía los mismos puntos de abastecimiento que ellos, pero era solo uno contra muchos y Ulmara conocía los puntos débiles de los magos: boca, brazos, manos y dedos, principalmente. No era mucho, pero por algún motivo, en aquel torreón lleno de niños rotos, le pareció suficiente para autojalearse.
Miro de reojo a Fleur y se preguntó qué pasaría por su cabeza. Había llevado razón todo este tiempo, habían llegado tarde, tardísimo, con una información que guardaban desde el primer día, como bien les había dicho Rua ahora, y que habría sido vital para ellos. Intentó no mostrar desagrado por las heridas por una cuestión de ego propio y ajeno, ya que tampoco quería que sus anfitriones se sintieran juzgados negativamente. Había lejanos que mostraban heridas peores, pero siempre difuminadas por su aspecto translúcido. Aun así, aquello le sirvió de base para no bajar la mirada.
—Lo siento —musitó, había algo de rabia en su rostro. Sus compañeros preguntaron por los hechizos y, mientras, tras Maila, Ulmara habló sin pensar demasiado en lo que decía, dirigiendo una mirada inquisitiva a Pefka por el camino—: Tal vez… ¿Creéis que podríamos pararle los pies entre todos? ¿Tenderle una emboscada?
Pararle los pies podía significar matarlo, o atraparlo y esconderlo en una celda para que se arrepintiera por el resto de su existencia… No pensó mucho en ello, pero estaba segura que dejar a Setenta y Siete suelto iba a ser un problema. Tenía libros de magia y conocía los mismos puntos de abastecimiento que ellos, pero era solo uno contra muchos y Ulmara conocía los puntos débiles de los magos: boca, brazos, manos y dedos, principalmente. No era mucho, pero por algún motivo, en aquel torreón lleno de niños rotos, le pareció suficiente para autojalearse.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel
24/07/20, 12:10 pm
Todos se dedicaron miradas entre sí cuando Rua explicó el incidente de la Plaza de la Fuente.
—Creo que ahora tienen sentido varias cosas —dijo Nori al cabo de unos instantes de silencio.
—Al parecer desde el principio había tenido la intención de hacernos sus esclavos, pero creo que fingió querer ayudarnos para que le enseñásemos cosas...
—Teyn siempre le estaba ayudando a aprender cosas nuevas y se lo agradeció con... —Reira no fue capaz de terminar la frase.
—Enfrentarnos a él... No lo sé. Ahora mismo solo querría que nos dejase en paz. No ha vuelto por aquí, aunque la verdad es que solo hemos ido en una ocasión a por comida por miedo a encontrárnoslo y tendremos que salir pronto a por más...
Se hizo otro silencio durante el cual algo se volvió a remover en el bolsillo de la irrense hasta que una cabecita de color verde asomó en él.
—Hola... Yo soy Jara. También podéis llamarme Saltamontes, así es como... me llamó Sheila —Reira la sacó de su bolsillo y la acercó para que pudieran escucharla mejor—. Gracias por querer ayudarnos... Yo... Yo puedo enseñaros algunas cosas de magia.
—Voy a buscar los apuntes —se ofreció Nori, levantándose de la silla.
—Trae papel y lápiz para que podamos copiarles las instrucciones —le recordó Reira cuando el chico empezaba a subir las escaleras.
La irrense dejó a Jara sobre la mesa, quien miró a los presentes con cautela y curiosidad a partes iguales. Le costó un poco volver a hablar, pero finalmente carraspeó y comenzó su explicación.
—Para hacer magia hay que saber dos cosas: la ristra de palabras correcta y los gestos adecuados. Por ejemplo para este hechizo de luz...
La repobladora les hizo una demostración de como llevar a cabo el hechizo de luz mágica, y un orbe de luz apareció en las manos de Jara.
—Aquí están —Nori había vuelto con los apuntes—. Solo tenemos anotados tres hechizos, me temo... Aunque uno de ellos sirve para curar las heridas.
—Ya me encargo yo de copiarlo: yo no tengo los brazos heridos —se adelantó Reira, sentándose en la mesa para empezar a escribir.
—Creo que ahora tienen sentido varias cosas —dijo Nori al cabo de unos instantes de silencio.
—Al parecer desde el principio había tenido la intención de hacernos sus esclavos, pero creo que fingió querer ayudarnos para que le enseñásemos cosas...
—Teyn siempre le estaba ayudando a aprender cosas nuevas y se lo agradeció con... —Reira no fue capaz de terminar la frase.
—Enfrentarnos a él... No lo sé. Ahora mismo solo querría que nos dejase en paz. No ha vuelto por aquí, aunque la verdad es que solo hemos ido en una ocasión a por comida por miedo a encontrárnoslo y tendremos que salir pronto a por más...
Se hizo otro silencio durante el cual algo se volvió a remover en el bolsillo de la irrense hasta que una cabecita de color verde asomó en él.
—Hola... Yo soy Jara. También podéis llamarme Saltamontes, así es como... me llamó Sheila —Reira la sacó de su bolsillo y la acercó para que pudieran escucharla mejor—. Gracias por querer ayudarnos... Yo... Yo puedo enseñaros algunas cosas de magia.
—Voy a buscar los apuntes —se ofreció Nori, levantándose de la silla.
—Trae papel y lápiz para que podamos copiarles las instrucciones —le recordó Reira cuando el chico empezaba a subir las escaleras.
La irrense dejó a Jara sobre la mesa, quien miró a los presentes con cautela y curiosidad a partes iguales. Le costó un poco volver a hablar, pero finalmente carraspeó y comenzó su explicación.
—Para hacer magia hay que saber dos cosas: la ristra de palabras correcta y los gestos adecuados. Por ejemplo para este hechizo de luz...
La repobladora les hizo una demostración de como llevar a cabo el hechizo de luz mágica, y un orbe de luz apareció en las manos de Jara.
—Aquí están —Nori había vuelto con los apuntes—. Solo tenemos anotados tres hechizos, me temo... Aunque uno de ellos sirve para curar las heridas.
—Ya me encargo yo de copiarlo: yo no tengo los brazos heridos —se adelantó Reira, sentándose en la mesa para empezar a escribir.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Maciel
27/07/20, 05:20 pm
Poco a poco las piezas del puzzle fueron encajando conforme sucedía la conversación. El reptil gigante y asesino de la plaza tuvo que parar en alguna parte, y acababan de dar con la respuesta, un grupo de desafortunados que no habían visto aquel acto cruel por azares del destino que Fleur no se quiso preguntar. ¿Por qué ponerles una piedra tan desmesurada en el camino? Y lo peor de todo... ¿podían haber hecho mucho más por ellos, verdad? >>De encontrarlos antes, esto no hubiera sucedido, cualquiera de nosotros o el mismo Pefka habría reconocido a ese monstruo. Hemos llegado tarde, y ellos han pagado las consecuencias...<<
Sintió la tensión en su cuerpo a la par que profundas oleadas de compasión. Esa gente necesitaba ayuda, pero ella no quería enfrentarse a nadie, ni que nadie de su grupo o del otro lo intentara. Pero debían poder defenderse al menos hasta que el tiempo pusiera a aquel tipo en su lugar.
Por ello la noticia de que poseían magia pareció idónea. Fleur contempló curiosa varios aspectos a continuación, las dimensiones de Jara, las normas básicas del hechizo y como ante sus propios ojos se obró el milagro. En ese instante la francesa se percató de que con dieciséis años había avistado un acto sobrenatural, hecho que muchas monjas ancianas no habrían visto en su vida. Era magia de verdad, aquel orbe resplandeciente lo era.
-Vaya... -suspiró, incapaz de articular más palabras por lo sorprendida que se encontraba- gracias... sois muy amables por compartir esto -logró rematar con los ojos abiertos de par en par, pocas veces su realidad se había desdoblado para ofrecerle algo más complejo y denso. Le ocurrió con Akeyo y sus criaturas extrañas, luego al olvidar los idiomas que sabía hablar y cuando con sangre Kiki encendió uno de los cristales. Esta era la cuarta y se lamentaba porque ojalá la situación hubiera sido diferente.
Sintió la tensión en su cuerpo a la par que profundas oleadas de compasión. Esa gente necesitaba ayuda, pero ella no quería enfrentarse a nadie, ni que nadie de su grupo o del otro lo intentara. Pero debían poder defenderse al menos hasta que el tiempo pusiera a aquel tipo en su lugar.
Por ello la noticia de que poseían magia pareció idónea. Fleur contempló curiosa varios aspectos a continuación, las dimensiones de Jara, las normas básicas del hechizo y como ante sus propios ojos se obró el milagro. En ese instante la francesa se percató de que con dieciséis años había avistado un acto sobrenatural, hecho que muchas monjas ancianas no habrían visto en su vida. Era magia de verdad, aquel orbe resplandeciente lo era.
-Vaya... -suspiró, incapaz de articular más palabras por lo sorprendida que se encontraba- gracias... sois muy amables por compartir esto -logró rematar con los ojos abiertos de par en par, pocas veces su realidad se había desdoblado para ofrecerle algo más complejo y denso. Le ocurrió con Akeyo y sus criaturas extrañas, luego al olvidar los idiomas que sabía hablar y cuando con sangre Kiki encendió uno de los cristales. Esta era la cuarta y se lamentaba porque ojalá la situación hubiera sido diferente.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel
30/07/20, 05:59 pm
Era evidente aquella noticia sobre lo ocurrido en la fuente les era algo nuevo, posiblemente llegaron más tarde o se fueron antes. Si hubiera venido antes y hubieran visto aquel ser, o incluso si durante aquel breve encuentro que tuvieron alguno de ellos hubiera investigado algo más sobre el “solitario del otro grupo que era capaz de salir solo por comida" tal vez habrían podido evitar aquella masacre. Había demasiados “tal vez” y “quizás”, no podían cambiar ya lo ocurrido y sentir culpabilidad por no haber actuado antes cuando tampoco sabían nada al respecto no les ayudaría en nada.
Rua se mordió el labio inferior ante como Ulmara o Maila se sumaban la posibilidad de lidiar con aquel ser de alguna manera, ya sea para defenderse, ya sea para atacarlo o librarse de él, cualquiera de las opciones le aprecia igual de peligrosa la sueca. En aquel torreen aun indo muchos, no había podido lidiar con el sin acabar heridos y algunos muertos ¿que los diferenciaría de ellos? Lo único que tenía era la preparación previa de no poder ser pillados por sorpresa, cierto, pero ese ser contaba con fuerza, con magia y aparentemente con la capacidad de un camaleón, por lo poco que recordaba de el.
Confiarse porque eran mas no le parecía prudente, al fin de cuenta seguían siendo mayormente un monto de gente sin conocimiento alguno en armas…pue s semanas de prácticas y entrenamiento ni de lejos los haría unos expertos en defenderse. << Además ¿qué hacer, ¿cazarlo y encerrarlo…matarlo?>> aquello no dejaba de producirle desazón, por mucho monstruo que lo consideras, e casi al nivel de los que habitaban en esa ciudad por mas cosechado que fuese. Matar no dejaba de ser una palabra mayor en su diccionario, no sabía cuánto de su grupo se atrevería a dar ese golpe…y cuánto podría afectar eso posteriormente a la moral grupal.
Aquellas dudas pulsaron durante lo que pareció mucho tiempo, pero donde solo minutos trascurrieron, colapsando en nulas respuestas cuando la cabecita verde salió de entre los ropajes de Reira. La confusión de ver una especie de bicho planta, logro sacar a Rua de sus cavilaciones por completo.
La situación era seria, tensa e incómoda y no ameritaba comentarios extraños, pero en la mente de Rua no pudo evitar comparar a Jara con un pokemon.
- Muchas gracias, en serio- dijo Rua sinceramente cuando Noir dijo que iría por algo para tomar apuntes, antes de volver su atención hacia Jara cuyas palabras al mencionar aquel sobrenombre dejaba claro que esa tal Sheila, debía ser alguien más que habían perdido. Sus ojos y oídos se centraron en la explicación en las palabras pronunciada y en lo movimiento que ejercía. Rua estaba sumamente concentrada en cada paso, por lo que la aparición de la repentina bola de luz la sobresalto, maravillándola.
Habían hablado mil veces de magia en el último tiempo, pero hablar de ello y verla ahí realmente frente a sus ojos, sin trucos aparente era algo increíble.
-Tres hechizos…y uno que cura, incluso si fuese solo ese seria de una ayuda inmensa…las heridas es una de las cosas por las que más nos tenemos que preocupar -aunque a juzgar por el estado en el que estaban, no debía ser un hechizo especialmente potente. Aun así, explicaba por qué no había muerto con las heridas que tenían. Rua se acercó solo un poco hacia donde Reira copiaba los hechizos sin molestar, intentando recordar los movimientos de manos que había realizado Jara, de forma mecánica, aunque sin pronunciar nada pues con las palabras no se había quedado
- ¿Dónde encontrasteis algo semejante? Quiero decir, el libro que perdisteis y estos apuntes que imagino tomasteis del libro ¿en alguna casa abandonada? -pregunto interesada y algo preocupada por eso ya de por si le parecía riesgoso en grado sumo ir metiéndose en casa a lo locos. No se olvidaba de la dichosa trampa del templo y es si no había sido peligrosa más allá de tenerlos allí encerrados y dentro de lo que cabía habían tenido suerte. Dudaba mucho que todas las trampas fueran igual e magnánimas con la sed que parecía tener aquel maldito lugar por la sangre.
Rua se mordió el labio inferior ante como Ulmara o Maila se sumaban la posibilidad de lidiar con aquel ser de alguna manera, ya sea para defenderse, ya sea para atacarlo o librarse de él, cualquiera de las opciones le aprecia igual de peligrosa la sueca. En aquel torreen aun indo muchos, no había podido lidiar con el sin acabar heridos y algunos muertos ¿que los diferenciaría de ellos? Lo único que tenía era la preparación previa de no poder ser pillados por sorpresa, cierto, pero ese ser contaba con fuerza, con magia y aparentemente con la capacidad de un camaleón, por lo poco que recordaba de el.
Confiarse porque eran mas no le parecía prudente, al fin de cuenta seguían siendo mayormente un monto de gente sin conocimiento alguno en armas…pue s semanas de prácticas y entrenamiento ni de lejos los haría unos expertos en defenderse. << Además ¿qué hacer, ¿cazarlo y encerrarlo…matarlo?>> aquello no dejaba de producirle desazón, por mucho monstruo que lo consideras, e casi al nivel de los que habitaban en esa ciudad por mas cosechado que fuese. Matar no dejaba de ser una palabra mayor en su diccionario, no sabía cuánto de su grupo se atrevería a dar ese golpe…y cuánto podría afectar eso posteriormente a la moral grupal.
Aquellas dudas pulsaron durante lo que pareció mucho tiempo, pero donde solo minutos trascurrieron, colapsando en nulas respuestas cuando la cabecita verde salió de entre los ropajes de Reira. La confusión de ver una especie de bicho planta, logro sacar a Rua de sus cavilaciones por completo.
La situación era seria, tensa e incómoda y no ameritaba comentarios extraños, pero en la mente de Rua no pudo evitar comparar a Jara con un pokemon.
- Muchas gracias, en serio- dijo Rua sinceramente cuando Noir dijo que iría por algo para tomar apuntes, antes de volver su atención hacia Jara cuyas palabras al mencionar aquel sobrenombre dejaba claro que esa tal Sheila, debía ser alguien más que habían perdido. Sus ojos y oídos se centraron en la explicación en las palabras pronunciada y en lo movimiento que ejercía. Rua estaba sumamente concentrada en cada paso, por lo que la aparición de la repentina bola de luz la sobresalto, maravillándola.
Habían hablado mil veces de magia en el último tiempo, pero hablar de ello y verla ahí realmente frente a sus ojos, sin trucos aparente era algo increíble.
-Tres hechizos…y uno que cura, incluso si fuese solo ese seria de una ayuda inmensa…las heridas es una de las cosas por las que más nos tenemos que preocupar -aunque a juzgar por el estado en el que estaban, no debía ser un hechizo especialmente potente. Aun así, explicaba por qué no había muerto con las heridas que tenían. Rua se acercó solo un poco hacia donde Reira copiaba los hechizos sin molestar, intentando recordar los movimientos de manos que había realizado Jara, de forma mecánica, aunque sin pronunciar nada pues con las palabras no se había quedado
- ¿Dónde encontrasteis algo semejante? Quiero decir, el libro que perdisteis y estos apuntes que imagino tomasteis del libro ¿en alguna casa abandonada? -pregunto interesada y algo preocupada por eso ya de por si le parecía riesgoso en grado sumo ir metiéndose en casa a lo locos. No se olvidaba de la dichosa trampa del templo y es si no había sido peligrosa más allá de tenerlos allí encerrados y dentro de lo que cabía habían tenido suerte. Dudaba mucho que todas las trampas fueran igual e magnánimas con la sed que parecía tener aquel maldito lugar por la sangre.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel
01/08/20, 06:30 pm
Al cabo de un rato Reira les tendió las instrucciones de los hechizos. De aquel galimatías inicialmente solo podrían entender con claridad el nombre de cada uno de los hechizos: recomposición, hechizo térmico y luz mágica.
—Hay una biblioteca —les dijo la propia irrense—. En ella hay un bibliotecario muy raro pero que nos ayudó a encontrar algún que otro libro útil... Como el de magia que se llevó Setenta y siete, pero no es el único.
Keskit volvió en ese momento cargando bajo su único brazo otro libro que abrió sobre la mesa. En la página que les mostraba había un mapa.
—Como este. Nosotros estamos aquí —Señaló con un dedo la posición en la que se encontraba el torreón—. La biblioteca estaba más o menos por aquí. No sale en este mapa, es más antiguo que su construcción, probablemente. Desde aquí hay que ir hacia el noreste, es un edificio bastante llamativo.
Los macieleros les tratarían de dar indicaciones de como encontrar la biblioteca lo mejor que podían.
—Si sacáis un libro de magia vais a necesitar también otro para traducirlo... Están todos en idiomas extraños —les explicó Nori a continuación.
—Aseguraos de preguntar por papel y algo para escribir también: dudo que el bibliotecario os lo dé sin más... Su forma de ayudar es un poco caótica —añadió Reira.
—Hay una biblioteca —les dijo la propia irrense—. En ella hay un bibliotecario muy raro pero que nos ayudó a encontrar algún que otro libro útil... Como el de magia que se llevó Setenta y siete, pero no es el único.
Keskit volvió en ese momento cargando bajo su único brazo otro libro que abrió sobre la mesa. En la página que les mostraba había un mapa.
—Como este. Nosotros estamos aquí —Señaló con un dedo la posición en la que se encontraba el torreón—. La biblioteca estaba más o menos por aquí. No sale en este mapa, es más antiguo que su construcción, probablemente. Desde aquí hay que ir hacia el noreste, es un edificio bastante llamativo.
Los macieleros les tratarían de dar indicaciones de como encontrar la biblioteca lo mejor que podían.
—Si sacáis un libro de magia vais a necesitar también otro para traducirlo... Están todos en idiomas extraños —les explicó Nori a continuación.
—Aseguraos de preguntar por papel y algo para escribir también: dudo que el bibliotecario os lo dé sin más... Su forma de ayudar es un poco caótica —añadió Reira.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel
01/08/20, 07:57 pm
Rua leyó con atención lo que Reira había escrito, tomando la hoja con atención y frunciendo ligeramente el ceño, cuando se el mostro a los demás. Ahí estaba el hechizo de curación ¿reconstitución? Y el térmico…el cual solo escucharlo le daba años de vida. ¿Iban a poder tener agua caliente a partir de ahora sin tener que estar calentando agua en cubetas e ir subiéndolas hasta la bañera? ¡Necesitaba eso!
Cuando escucho la palabra biblioteca, los ojos de Rua se ampliaron. ¿Por qué no había pensado en esa opción antes? Aquello no dejaba de ser una ciudad, ruinosa en su gran mayoría, pero ciudad al fin de cuentas. Casi sintió el apuro de ayudar a Keskit cuando le vio cargando el libro que dejo frente a la mesa, mostrándole el mapa, Rua se acercó inclinándose un poco para observar las indicaciones que les daban.
Vio donde se encontraba aquel torreón en cuyo mapa venia el nombre “Maciel”, intento ubicar el de ellos en el mismo mapa con suma atención, no sabiendo si estaría siquiera siendo que era bastante antiguo aparentemente. Intento buscar algo parecido al propio torreón de Maciel, para encontrar el torreón donde ellos Vivian, que no debía estar demasiado lejos en el mapa en comparación, aunque andando hasta allí habían tardado un rato considerable.
<<Entonces…nosotros debemos ser este edificio alto de aquí que en el mapa no se ve tan, tan lejos ¿no? ¿Sendar? Eso parece poner, y por acá hay otro llamado Letargo, aunque está más lejos…hay muchos edificios dibujados de forma similar, que supongo serán altos también...por los nombres que parecen tener no tiene pinta de refugios.>> pensó Rúa entre curiosa y suspicaz, porque algunos de los nomrbes que veia por ahi escrito no le daban mucha confianza.
Rua siguió las indicaciones que intentaba dar los que ahora sabían era los miembros de Maciel, de aquel mapa y como ubicar la biblioteca que no aparecia. Por lo que describían al menos estaba un tanto lejos de su ubicación, aunque si su lectura del mapa era correcta, lo cual no pondría las manos en el fuego tampoco, ellos mismos partiendo desde Sendar parecían estar algo más cerca ¿tal vez?
-Creo que nos pilla algo más cerca de donde nosotros vivimos, si el lugar que indicáis es ese…creo, no sé si abre leído bien el mapa- admitió Rua pensativa concentrada, antes de asentir ligeramente antes las recomendaciones que les daba no solo sobre como ubicar la biblioteca, sino que hacer una vez estuvieran allí. La mención del bibliotecario le descoloco un poco. ¿Había alguien trabajando en ese lugar? Le aprecia a la vez surrealista y con sentido. Una biblioteca no se mantenía sola a no ser que estuviera en ruinas y no parecían indicar eso al menos. - ¿Entonces habéis tenido que traducir estos hechizos vosotros mismos? Imagino entonces que el libro que se llevó setenta y siete contenía tanto hechizos con su gesticulación, como traducciones de los mismos ¿no es así? - comento dudosa, pensando que, si eran puras traducciones de hechizos, pero sin la parte gestual, no valía un pimiento y lo mismo a la inversa. O al menos eso había dicho Jara; que se necesitaban ambas cosas para que un hechizo funcionase bien.
Rua sonrió agradecida mirándoles.
- Esto nos va a ser muy útil, gracias. Y alo hemos forecido ante spero…- añadió sabiendo que se habían negado peor quería al menos dejar claro el punto- Si podemos ayudaros, en cualquier coss, decidnos. Nosotros tenemos la suerte de decir que no hemos tenido mayores heridos por el momento y esperemos siga así- añadió Rua mirando a los heridos presentes- Aunque tengáis magia, debe ser difícil igual, así que podéis contad con nosotros de ser necesario. Lo principal es sobrevivir a toda la esta mierda. - dijo Rua, que tal vez hablaba de más hablando en general, pero les debían eso al menos, ¿no? Estaban ayudándoles con la magia, estaban dándoles indicaciones, hechizos. Tenían que ayudarse mutuamente porque en ese lugar nadie más lo haría, la premisa era sobrevivir, al fin y al cabo.
A Rua le preocupaba enormemente encontrarse con el lagarto aquel, era un hecho, pero al fin de cuentas no quitaba que podrían encontrarse con el independientemente si era ayudando a algo de ese grupo, como en una de las salidas ocasionales que tenían por comida o investigar la zona. Miró a sus compañeros con atención antes de añadir.
-Ahora al menos tenemos una idea de a dónde ir e ideas de que libros no vendría genial encontrar...es mejor que ir dando vueltas a lo loco. El mapa va a ser necesario tambien.– ya no solo les convendría un libro de hechizos o más de uno si daban con ellos y los de traducciones, sino tener su propio mapa, con suerte más actualizado que el que ellos poseían.
Cuando escucho la palabra biblioteca, los ojos de Rua se ampliaron. ¿Por qué no había pensado en esa opción antes? Aquello no dejaba de ser una ciudad, ruinosa en su gran mayoría, pero ciudad al fin de cuentas. Casi sintió el apuro de ayudar a Keskit cuando le vio cargando el libro que dejo frente a la mesa, mostrándole el mapa, Rua se acercó inclinándose un poco para observar las indicaciones que les daban.
Vio donde se encontraba aquel torreón en cuyo mapa venia el nombre “Maciel”, intento ubicar el de ellos en el mismo mapa con suma atención, no sabiendo si estaría siquiera siendo que era bastante antiguo aparentemente. Intento buscar algo parecido al propio torreón de Maciel, para encontrar el torreón donde ellos Vivian, que no debía estar demasiado lejos en el mapa en comparación, aunque andando hasta allí habían tardado un rato considerable.
<<Entonces…nosotros debemos ser este edificio alto de aquí que en el mapa no se ve tan, tan lejos ¿no? ¿Sendar? Eso parece poner, y por acá hay otro llamado Letargo, aunque está más lejos…hay muchos edificios dibujados de forma similar, que supongo serán altos también...por los nombres que parecen tener no tiene pinta de refugios.>> pensó Rúa entre curiosa y suspicaz, porque algunos de los nomrbes que veia por ahi escrito no le daban mucha confianza.
Rua siguió las indicaciones que intentaba dar los que ahora sabían era los miembros de Maciel, de aquel mapa y como ubicar la biblioteca que no aparecia. Por lo que describían al menos estaba un tanto lejos de su ubicación, aunque si su lectura del mapa era correcta, lo cual no pondría las manos en el fuego tampoco, ellos mismos partiendo desde Sendar parecían estar algo más cerca ¿tal vez?
-Creo que nos pilla algo más cerca de donde nosotros vivimos, si el lugar que indicáis es ese…creo, no sé si abre leído bien el mapa- admitió Rua pensativa concentrada, antes de asentir ligeramente antes las recomendaciones que les daba no solo sobre como ubicar la biblioteca, sino que hacer una vez estuvieran allí. La mención del bibliotecario le descoloco un poco. ¿Había alguien trabajando en ese lugar? Le aprecia a la vez surrealista y con sentido. Una biblioteca no se mantenía sola a no ser que estuviera en ruinas y no parecían indicar eso al menos. - ¿Entonces habéis tenido que traducir estos hechizos vosotros mismos? Imagino entonces que el libro que se llevó setenta y siete contenía tanto hechizos con su gesticulación, como traducciones de los mismos ¿no es así? - comento dudosa, pensando que, si eran puras traducciones de hechizos, pero sin la parte gestual, no valía un pimiento y lo mismo a la inversa. O al menos eso había dicho Jara; que se necesitaban ambas cosas para que un hechizo funcionase bien.
Rua sonrió agradecida mirándoles.
- Esto nos va a ser muy útil, gracias. Y alo hemos forecido ante spero…- añadió sabiendo que se habían negado peor quería al menos dejar claro el punto- Si podemos ayudaros, en cualquier coss, decidnos. Nosotros tenemos la suerte de decir que no hemos tenido mayores heridos por el momento y esperemos siga así- añadió Rua mirando a los heridos presentes- Aunque tengáis magia, debe ser difícil igual, así que podéis contad con nosotros de ser necesario. Lo principal es sobrevivir a toda la esta mierda. - dijo Rua, que tal vez hablaba de más hablando en general, pero les debían eso al menos, ¿no? Estaban ayudándoles con la magia, estaban dándoles indicaciones, hechizos. Tenían que ayudarse mutuamente porque en ese lugar nadie más lo haría, la premisa era sobrevivir, al fin y al cabo.
A Rua le preocupaba enormemente encontrarse con el lagarto aquel, era un hecho, pero al fin de cuentas no quitaba que podrían encontrarse con el independientemente si era ayudando a algo de ese grupo, como en una de las salidas ocasionales que tenían por comida o investigar la zona. Miró a sus compañeros con atención antes de añadir.
-Ahora al menos tenemos una idea de a dónde ir e ideas de que libros no vendría genial encontrar...es mejor que ir dando vueltas a lo loco. El mapa va a ser necesario tambien.– ya no solo les convendría un libro de hechizos o más de uno si daban con ellos y los de traducciones, sino tener su propio mapa, con suerte más actualizado que el que ellos poseían.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Maciel
02/08/20, 11:19 am
Fleur se vio obligada a aproximarse para poder entender algo de lo escrito en aquel papel, ahora algo más tranquila no le costó disimular el temblor de sus rodillas y pudo leer con claridad el nombre de los hechizos. Además del que acababa de realizar Jara parecía haber dos más, recomposición y hechizo térmico. Su mente divagó, tratando de imaginar sus posibles aplicaciones pero al final terminó por resumirse todo en una cuestión. ¿La capacidad de hacer magia se aplicaba a todos? Quizá solo pudieran aquellos en los que sabía que la magia existía en su mundo, miró brevemente a Ulmara tras pensar también en Iemai. Sin embargo Setenta y Siete podía, y eso significaba que igual Pefka también o que... la magia se saltaba todo tipo de moralidad. >>¿Por qué?<< En el convento siempre le habían dicho que los milagros eran cosa de unos pocos elegidos, de personas humildes y con un toque divino. ¿Por qué entonces dejarla a cargo de gente cruel?
Se estremeció, aquel sitio... la ciudad. Rocavarancolia cada vez le parecía más lejos de la mano de Dios, como una habitación oscura que jamás había visto la luz del sol.
—Gracias... —volvió a repetir, la hospitalidad de Maciel le había dado una buena lección y sin duda aprendería de ello— es muy considerado, gracias —luego asintió a las palabras de Rúa, quién como ella parecía muy agradecida por todas las indicaciones que estaban recibiendo, ya no solo de magia, también de localizaciones importantes— sí, si hay algo que podamos hacer para devolveros el favor... —y lo dejó en el aire, Fleur creía en los gestos de buena fe sin recibir nada a cambio pero para no conocerse de nada aquello era demasiado y además sentía una profunda necesidad de reconciliarse consigo misma siendo útil. Al menos podría ayudar con las traducciones, hablaba varios idiomas antes de que la fuente los borrara todos pero... se consideraba buena encontrando patrones. O eso se dijo con una pizca de esperanza renovada.
Se estremeció, aquel sitio... la ciudad. Rocavarancolia cada vez le parecía más lejos de la mano de Dios, como una habitación oscura que jamás había visto la luz del sol.
—Gracias... —volvió a repetir, la hospitalidad de Maciel le había dado una buena lección y sin duda aprendería de ello— es muy considerado, gracias —luego asintió a las palabras de Rúa, quién como ella parecía muy agradecida por todas las indicaciones que estaban recibiendo, ya no solo de magia, también de localizaciones importantes— sí, si hay algo que podamos hacer para devolveros el favor... —y lo dejó en el aire, Fleur creía en los gestos de buena fe sin recibir nada a cambio pero para no conocerse de nada aquello era demasiado y además sentía una profunda necesidad de reconciliarse consigo misma siendo útil. Al menos podría ayudar con las traducciones, hablaba varios idiomas antes de que la fuente los borrara todos pero... se consideraba buena encontrando patrones. O eso se dijo con una pizca de esperanza renovada.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel
02/08/20, 08:58 pm
Las preguntas que le surgieron a Ulmara, en su mayoría, fueron formuladas por otros, por lo que se quedó sin mucho que decir. Además, seguía un poco alterada, pero hizo acopio de fuerzas por serenarse y no ceder a su peor faceta. Para ello, dejó que la curiosidad tomase las riendas y examinó a los cosechados que les habían recibido con la tranquilidad que no pudo el día que les atacó el reptil. Quien más llamaba su atención era Jara, la pequeña verde, cuyo aspecto se alejaba un poco más de la antropomorfia. A Ulmara le recordaba a las historias sobre los Otros, hasta el punto en que, si la hubiese encontrado en las mazmorras, tal vez no la habría tratado como un ser pensante más.
Aquel pensamiento intrusivo se desvaneció, sin embargo, gracias a la cantidad de información que les habían dado, a la demostración de magia y al mapa que les mostraron. <<Así que nosotros somos de Sendar y ellos de Maciel>>. Le gustaba ponerle nombre a los edificios, estaban a un paso de obtener un gentilicio y ayudaba a sentir que, de alguna forma distorsionada, pertenecían al lugar en el que habían caído.
No dio las gracias verbalmente, pero asintió tras la última vez que Fleur las dio.
—Podríamos ayudaros a conseguir comida si lo necesitáis, hasta que mejoreis, o compartir lo que consigamos nosotros de esa biblioteca…—No había pensado en que tal vez el resto de sus compañeros no quisieran arriesgarse a viajar a menudo tan lejos, pero Ulmara se sentía en deuda con ellos. Le reconcomía saber que se podía haber evitado todo. Sin embargo, su mente, de nuevo, dio un giro de ciento ochenta grados—. Por cierto, ¿os cansa realizar estos hechizos? Es lo que ocurre en mi plano.
Le parecía un dato importante, pues era uno de los puntos débiles de los magos según su formación militar. Un punto a explotar en tiempos de guerra, aunque la guerra fuesen diez niños contra un lagarto homicida. Una parte de ella, quizás la misma que sentía culpa, quería algo de gresca, quizás para recompensar de algún modo a estos pobres chiquillos (quizás porque en el fondo sentía que también podría haberle pasado a los de Sendar; a ella).
Aquel pensamiento intrusivo se desvaneció, sin embargo, gracias a la cantidad de información que les habían dado, a la demostración de magia y al mapa que les mostraron. <<Así que nosotros somos de Sendar y ellos de Maciel>>. Le gustaba ponerle nombre a los edificios, estaban a un paso de obtener un gentilicio y ayudaba a sentir que, de alguna forma distorsionada, pertenecían al lugar en el que habían caído.
No dio las gracias verbalmente, pero asintió tras la última vez que Fleur las dio.
—Podríamos ayudaros a conseguir comida si lo necesitáis, hasta que mejoreis, o compartir lo que consigamos nosotros de esa biblioteca…—No había pensado en que tal vez el resto de sus compañeros no quisieran arriesgarse a viajar a menudo tan lejos, pero Ulmara se sentía en deuda con ellos. Le reconcomía saber que se podía haber evitado todo. Sin embargo, su mente, de nuevo, dio un giro de ciento ochenta grados—. Por cierto, ¿os cansa realizar estos hechizos? Es lo que ocurre en mi plano.
Le parecía un dato importante, pues era uno de los puntos débiles de los magos según su formación militar. Un punto a explotar en tiempos de guerra, aunque la guerra fuesen diez niños contra un lagarto homicida. Una parte de ella, quizás la misma que sentía culpa, quería algo de gresca, quizás para recompensar de algún modo a estos pobres chiquillos (quizás porque en el fondo sentía que también podría haberle pasado a los de Sendar; a ella).
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Maciel
03/08/20, 03:42 pm
La hawaiana prestó atención a aquella pobre gente mientras les explicaban cómo funcionaban los hechizos. A pesar de todo lo que habían vivido aún se le antojaba extraño toda aquella situación, como si estuvieran en una Feria de Harry Potter y todo aquello no fuera más que mera decoración para el público. Existía la mera posibilidad de que ella pudiera hacer magia y aunque era motivo de alegría y alivio a ojos de Maila sonaba tan irreal como sumergirse en el interior del Sol y salir con un bonito bronceado.
Aún así no pudo evitar soltar una grito ahogado cuando vio aquel orbe de luz resplandecer en la mano de la tal Jara, la cual no era menos extraña. Diminuta y verde entre otras cosas. Ante tal prodigio mágico Maila no dejó de mirar con ahínco aquella esfera y a Fleur, como si quisiera que le confirmara que eso era real.
-Es genial, en serio... No sabéis cuánto os lo agradecemos...- Dijo la chica intentando todavia serenarse y dejar de estar sorprendida ante lo que acababa de ver. Cuando Keskit volvió con el mapa de la cicudad la hawaiana se acercómuy interesada mientras escuchaba las indicaciones que les estaban dando. <<Así que una biblioteca... ¿Así de fácil es entonces? ¿ Al alcance de cualquiera?>> Pensó algo intranquila con que cualquiera pudiera ir a a aquel sitio y tener obtener tal poder.
-Si, Ulmara tiene razón-. La secundó Maila, aunque sentía algo de temor por llamar la atención de aquel psicópata.- Nosotros no hemos tenido ningún problema con él, ya me entendéis. Estaríamos más seguros si nos lo encontráramos al buscar comida que vosotros-. Continuó la hawaiana, después volvió a fijar la vista en aquel intricado esquema de la ciudad. Preguntándose cuántos otros edificios habrían sido construidos después de la creación de aquel mapa, como la biblioteca, y cuántos de ellos serían peligrosos y mortales.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel
03/08/20, 04:31 pm
—Sí, hacer hechizos cansa al cabo de un rato... —respondió la repobladora a la pregunta de Ulmara.
—A mí me cansa mucho más rápido que a ella, parece ser —añadió el asreniano—. Además no puedo hacer tantos hechizos como ella o ni siquiera como Sere.
—Sere es otro compañero nuestro —aclaró Nori.
El grupo se miró entre sí ante el ofrecimiento de los que, ahora sabían, vivían en el torreón Sendar.
—No os hemos ayudado para recibir nada a cambio, pero... —empezó Reira.
—Lo cierto es que os estaríamos muy agradecidos si compartís con nosotros tanto lo que encontréis en la biblioteca como algo de comida, si os sobra —finalizó Keskit por ella.
—S-sí... por favor, volved pronto por aquí —les pidió Jara antes de saltar de nuevo al bolsillo de la irrense.
Tanto Nori como Dren también les agradecerían el ofrecimiento y todos se despedirían antes de que el grupo de sendarios se marchase.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel
03/08/20, 05:58 pm
Todos estaban bastante de acuerdo en querer ayudarles, asique en ese aspecto no iba a tener demasiada discusión al respecto, lo cual era tranquilizador. Rua quería evitar tener más discusiones dentro de la medida de lo posible por una buena época.
La pregunta hecha por Ulmara, le intereso bastante, siendo que, de los presentes en el grupo, era la única que venía de un mundo donde la magia si existía, mas allá de trucos baratos de cartas o de manos. Magia real como la que había visto hacer a Jara.
<< Así que algunos se cansan más que otros… ¿eso es como tener resistencia cuando corres o algo así? ¿Se podrá aumentar la resistencia con la magia también? >> No tenía muy claro cómo funcionaba en ese aspecto. Eso sin contar que bien podría ser que ninguno de ellos, los humanos especialmente, pudieran hacer magia << Tal vez solo pueden Iemai y Ulmara >> cabía la posibilidad siendo que ellas tenían magia en sus mundos y porque ninguno de los que había visto de Maciel lucia precisamente como un terrestre, asique a saber si en sus respectivos mundos no existiría también.
EL pensar que tal vez no podría hacer magia aun de tenerla ahí, era un poco decepcionante, porque incluso sino le había dado demasiada importancia inicialmente, esta empezaba a tomar cierto peso real. << No adelantes cosas Rua, no lo sabrás hasta intentarlo >> pensó no queriendo rendirse antes de tiempo, mirando al grupo que habían terminando aceptando que les ayudasen de alguna forma.
- Lo haremos, vendremos pronto, probablemente en un día o dos para traeros comida en primer lugar, no os preocupeis. - aseguro la sueca mirándolos y diciéndolo muy en serio, mientras tomaba los apuntes que ellos le había entregado y los metía en la bolsa que habían fabricado con telas para poder enseñarlos luego a los demás y poder estudiarlas. Tras eso y despidiendo de los muy maltratados macieleros, salieron de allí.
La idea de volver pronto era importante no sabían cuanta comida poseían, pero si había mencionado aquello…y parecía haberles costado bastante, debían estar escaseando bastante. ¿Cuánto llevarían encerrados sin poder salir por las cestas, debido a las heridas y al miedo de encontrarse con el lagarto asesino? Bien podría haber sido más tiempo del que creian.
Siguen en Sendar
La pregunta hecha por Ulmara, le intereso bastante, siendo que, de los presentes en el grupo, era la única que venía de un mundo donde la magia si existía, mas allá de trucos baratos de cartas o de manos. Magia real como la que había visto hacer a Jara.
<< Así que algunos se cansan más que otros… ¿eso es como tener resistencia cuando corres o algo así? ¿Se podrá aumentar la resistencia con la magia también? >> No tenía muy claro cómo funcionaba en ese aspecto. Eso sin contar que bien podría ser que ninguno de ellos, los humanos especialmente, pudieran hacer magia << Tal vez solo pueden Iemai y Ulmara >> cabía la posibilidad siendo que ellas tenían magia en sus mundos y porque ninguno de los que había visto de Maciel lucia precisamente como un terrestre, asique a saber si en sus respectivos mundos no existiría también.
EL pensar que tal vez no podría hacer magia aun de tenerla ahí, era un poco decepcionante, porque incluso sino le había dado demasiada importancia inicialmente, esta empezaba a tomar cierto peso real. << No adelantes cosas Rua, no lo sabrás hasta intentarlo >> pensó no queriendo rendirse antes de tiempo, mirando al grupo que habían terminando aceptando que les ayudasen de alguna forma.
- Lo haremos, vendremos pronto, probablemente en un día o dos para traeros comida en primer lugar, no os preocupeis. - aseguro la sueca mirándolos y diciéndolo muy en serio, mientras tomaba los apuntes que ellos le había entregado y los metía en la bolsa que habían fabricado con telas para poder enseñarlos luego a los demás y poder estudiarlas. Tras eso y despidiendo de los muy maltratados macieleros, salieron de allí.
La idea de volver pronto era importante no sabían cuanta comida poseían, pero si había mencionado aquello…y parecía haberles costado bastante, debían estar escaseando bastante. ¿Cuánto llevarían encerrados sin poder salir por las cestas, debido a las heridas y al miedo de encontrarse con el lagarto asesino? Bien podría haber sido más tiempo del que creian.
Siguen en Sendar
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel
03/08/20, 09:46 pm
Muchos nombres nuevos. Tendría que preguntar a sus compañeros cuando volvieran, porque tenía la cabeza muy ida a causa del miedo a Setenta y siete. Apenas levantaba la cabeza del suelo, y solo lo hacía cuando hablaban del hijo del dragón o de la magia. Además, su miedo iba a peor con pensamientos cada vez más opresivos. Había uno que se refería a sus compañeros: ¿y si ahora pretendían que les informara sobre el hijo del dragón o volcaban en él sus esperanzas para sobrevivir en caso de toparse con él en la ciudad? Por desgracia, la conversación avivó varios de esos pensamientos fugaces, sobre todo cuando Maila habló de no tener problemas con el hijo del dragón... ¡Como si hiciera falta, les intentaría cazar sin aviso!
Pero por suerte, eso fue algo pasajero y puntual. Los dos grupos se centraron en la magia y en cómo la habían conseguido. No solo eso, sino que había una biblioteca en la ciudad y tenían un mapa en uno de los libros. ¡Un mapa donde salían sus refugios, "Maciel" y "Sendar"¡Y libros! Qué maravilla sería poder ir a aquel lugar. También les dijeron que debían trabajar con varios idiomas, y eso era algo que también llamaba su atención aunque creía que no podría ser de mucha ayuda. ¿Podía él ser de ayuda en algo, acaso? Hasta ahora solo se había visto útil para entrenar al grupo, pero hasta que no tuvieran que ponerlo en práctica no se creería nada.
La magia hizo acto de presencia en las manos de un diminuto ser parlante. En condiciones normales se habría preguntado por su mundo y su especie, pero en esa ocasión solo podía mirar fijamente la luz que había convocado con tan solo un gesto y unas palabras. ¿Nada más? ¿Solo eso hacía falta para hacer uso de la energía superior? Se fijó en las instrucciones, y se alegró de que hubiera uno para sanar heridas, pero no se atrevió a probar. Sabía que no estaba en condiciones. No quería invocar la energía superior de las diosas mientras estuviera repleto de emociones y pensamientos inestables, o podían tomarlo como desesperación o una falta de respeto. ¡A saber!
Y al final, volvieron a los agradecimientos y ofrecimientos de ayuda, a los que se sumó como pudo.
—Disculpad que haya estado tan apartado, pero... sí, por supuesto que volveremos con lo que podamos. Seguro que nuestros compañeros del refugio también se unen.
Más tarde, en el camino de vuelta, se preocuparía por la impresión que habría dado allí parado junto a la pared y con sus reacciones extrañas. Le preocupaba volver allí, ya que sería una zona bastante conocida para Setenta y siete, pero deseaba poder ayudar a los de Maciel, con total sinceridad. Estaban muy lastimados y necesitaban cualquier aporte, lo dijeran o no. Quizá podría ser una buena motivación para empujarse a salir en el futuro. «Anda que menudo desastre estoy hecho... Siempre les he animado a ir al exterior y ahora a mí me da pánico solo pensarlo» Hacía tiempo que no se sentía tan mal: desde su fracaso en el ritual de doma, solo que ahora no tenía cerca al ganado de la ciudad de los seguidores para aislarse y recuperarse.
Poco después se despidieron y pusieron rumbo a Sendar.
—Volveremos a vernos, cuidaros mucho y buena suerte.
Pero por suerte, eso fue algo pasajero y puntual. Los dos grupos se centraron en la magia y en cómo la habían conseguido. No solo eso, sino que había una biblioteca en la ciudad y tenían un mapa en uno de los libros. ¡Un mapa donde salían sus refugios, "Maciel" y "Sendar"¡Y libros! Qué maravilla sería poder ir a aquel lugar. También les dijeron que debían trabajar con varios idiomas, y eso era algo que también llamaba su atención aunque creía que no podría ser de mucha ayuda. ¿Podía él ser de ayuda en algo, acaso? Hasta ahora solo se había visto útil para entrenar al grupo, pero hasta que no tuvieran que ponerlo en práctica no se creería nada.
La magia hizo acto de presencia en las manos de un diminuto ser parlante. En condiciones normales se habría preguntado por su mundo y su especie, pero en esa ocasión solo podía mirar fijamente la luz que había convocado con tan solo un gesto y unas palabras. ¿Nada más? ¿Solo eso hacía falta para hacer uso de la energía superior? Se fijó en las instrucciones, y se alegró de que hubiera uno para sanar heridas, pero no se atrevió a probar. Sabía que no estaba en condiciones. No quería invocar la energía superior de las diosas mientras estuviera repleto de emociones y pensamientos inestables, o podían tomarlo como desesperación o una falta de respeto. ¡A saber!
Y al final, volvieron a los agradecimientos y ofrecimientos de ayuda, a los que se sumó como pudo.
—Disculpad que haya estado tan apartado, pero... sí, por supuesto que volveremos con lo que podamos. Seguro que nuestros compañeros del refugio también se unen.
Más tarde, en el camino de vuelta, se preocuparía por la impresión que habría dado allí parado junto a la pared y con sus reacciones extrañas. Le preocupaba volver allí, ya que sería una zona bastante conocida para Setenta y siete, pero deseaba poder ayudar a los de Maciel, con total sinceridad. Estaban muy lastimados y necesitaban cualquier aporte, lo dijeran o no. Quizá podría ser una buena motivación para empujarse a salir en el futuro. «Anda que menudo desastre estoy hecho... Siempre les he animado a ir al exterior y ahora a mí me da pánico solo pensarlo» Hacía tiempo que no se sentía tan mal: desde su fracaso en el ritual de doma, solo que ahora no tenía cerca al ganado de la ciudad de los seguidores para aislarse y recuperarse.
Poco después se despidieron y pusieron rumbo a Sendar.
—Volveremos a vernos, cuidaros mucho y buena suerte.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel
24/09/20, 11:48 am
No le había sorprendido saber que había más gente como ellos en su misma situación, a fin de cuentas había visto muchísimas más personas en aquella plaza donde el que ahora sabían que se llamaba Setenta y siete y el otro reptil habían protagonizado el sangriento espectáculo. Lo que sí le había llamado la atención, le horrorizó para ser precisos, fue saber que el grupo al que iban a visitar convivió con el reptil psicópata durante bastante tiempo. Por supuesto, al final inevitablemente los había traicionado. Tenía alguna que otra pregunta al respecto, pero se la guardaría para hacérsela a aquellos chicos porque seguramente si sus compañeros supiesen la respuesta ya se lo habrían contado.
La enderth no sabía qué esperar de aquel inminente encuentro, pero por la historia del grupo que había salido, entre los que había personas con sentido común, no parecían un grupo peligroso y habían prometido nuevos hechizos e información. Así pues, ellos habían preparado una copia de sus propios hechizos para intercambiarlos, tal y como al parecer se había acordado. Lethe había colocado las hojas dentro del libro de mapas que les habían prestado para llegar a su torreón, para evitar que saliesen volando por causa de alguna posible corriente de aire que cada vez eran más comunes. De hecho, Lethe llevaba un par de capas de ropa en esa ocasión para tratar de combatir el creciente frío de la ciudad, aunque con éxito moderado.
—Ese debe ser —señaló un edificio muy parecido al torreón que ellos mismos habitaban.
La voz le había temblado ligeramente al final, a causa de un escalofrío que le hizo tratar de arrebujarse en su capa. La torre parecía coincidir con la localización del mapa, pero le llamó la atención algo al respecto.
>>Se supone que nuestra torre no aparece en los mapas porque es posiblemente nueva, pero esta tiene un aspecto muy similar, ¿no?
Una vez cerca, Kolja gritó para hacer saber que estaban allí y mientras tanto la enderth se dedicó a observar el edificio con más detenimiento. Era muy parecido a aquel en el que vivían.
La enderth no sabía qué esperar de aquel inminente encuentro, pero por la historia del grupo que había salido, entre los que había personas con sentido común, no parecían un grupo peligroso y habían prometido nuevos hechizos e información. Así pues, ellos habían preparado una copia de sus propios hechizos para intercambiarlos, tal y como al parecer se había acordado. Lethe había colocado las hojas dentro del libro de mapas que les habían prestado para llegar a su torreón, para evitar que saliesen volando por causa de alguna posible corriente de aire que cada vez eran más comunes. De hecho, Lethe llevaba un par de capas de ropa en esa ocasión para tratar de combatir el creciente frío de la ciudad, aunque con éxito moderado.
—Ese debe ser —señaló un edificio muy parecido al torreón que ellos mismos habitaban.
La voz le había temblado ligeramente al final, a causa de un escalofrío que le hizo tratar de arrebujarse en su capa. La torre parecía coincidir con la localización del mapa, pero le llamó la atención algo al respecto.
>>Se supone que nuestra torre no aparece en los mapas porque es posiblemente nueva, pero esta tiene un aspecto muy similar, ¿no?
Una vez cerca, Kolja gritó para hacer saber que estaban allí y mientras tanto la enderth se dedicó a observar el edificio con más detenimiento. Era muy parecido a aquel en el que vivían.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel
24/09/20, 01:12 pm
El puente de Maciel no tardó demasiado en bajarse, como si les hubiesen estado esperando. Cuando se abrió la puerta al otro lado les esperaban caras conocidas junto a otros a los que todavía no habían visto. Reira llevaba puesto un pantalón de peto, de cuyo bolsillo asomaba tímidamente una pequeña criatura de color verde, que podrían reconocer como repoblador debido a su conversación del día anterior; también verían a un mono calvo y un lagarto humanoide, y todos ellos los miraban con curiosidad. Nori llegaría entonces a la carrera desde las mazmorras, donde había estado accionando el mecanismo del puente.
—¡Hola! Os estábamos esperando. —Reira parecía dispuesta a hacerlos sentir bienvenidos—. Os presento, esta es Jara —señaló a la criatura de su bolsillo y luego al mono del queso y el drunai— y estos son Sere y Dren.
Los aludidos saludaron a los recién llegados, antes de que Nori interviniese.
—¿Habéis tenido algún problema para llegar?
Los tres que ya habían conocido al grupo dirigían miradas curiosas a Lethe y Kradko, esperando a que se presentasen. No habían visto antes cosechados con sus características.
—¡Hola! Os estábamos esperando. —Reira parecía dispuesta a hacerlos sentir bienvenidos—. Os presento, esta es Jara —señaló a la criatura de su bolsillo y luego al mono del queso y el drunai— y estos son Sere y Dren.
Los aludidos saludaron a los recién llegados, antes de que Nori interviniese.
—¿Habéis tenido algún problema para llegar?
Los tres que ya habían conocido al grupo dirigían miradas curiosas a Lethe y Kradko, esperando a que se presentasen. No habían visto antes cosechados con sus características.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Maciel
24/09/20, 04:56 pm
Kahlo había dudado en ir, no porque no le atrayese la idea de conocer al grupo al completo y el intercambio de hechizos, sino porque seguía dándole cosa que Luci se quedase en el torreón con poca compañía. Tampoco podía culparle, no es que salir a tomar el aire fuera lo más recetado en Rocavarancolia para la salud mental de nadie, y se convenció en que estaría bien dentro. Además, tenía muchas ganas de visitar otro de los refugios habitados.
Ayudó a anotar los hechizos, pues muchos se los sabía ya de memoria y era más rápido así que ir revisando los apuntes uno por uno. Se molestó en dejarlos claros y conscisos, con la caligrafía más bonita que tenía. Era lo más cercano a un regalo que hacía en mucho tiempo (aunque en realidad fuera un intercambio) y quería que se notara el esmero. Si algo atesoraba de las enseñanzas de sus padres eran las buenas costumbres como esa y el ojo a los detalles. Asímismo se había adecentado para la visita. Llevaba la misma falda larga con la que había llegado a la ciudad, sus botines, sus joyas (como no) y el mejor jersey que el torreón le había provisto. Aunque estuviera lleno de pelusillas, se ceñía bien al cuerpo y tenía un bonito color beig; también abrigaba, que era lo más importante.
—Pues... sí —respondió a Lethe. No había decepción en su voz, solo poca impresión. Se lo había imaginado mucho más roñoso, pero lo cierto es que apenas había diferencias. En realidad eso eran buenas noticias. Se encogió de hombros—. Quien sabe que es lo que la gente de esta ciudad entiende por nuevo. A lo mejor son los mapas los que están desfasados.
Las puertas se abrieron y dio un paso atrás por prudencia, frotándose las manos para entrar en calor. La granta le dedicó una sonrisa y un saludo a quienes salieron a recibirles, fijándose en la cosita verde que asomaba del peto de Reira, sin percatarse en lo poco disimulada que estaría siendo su expresión. Le habían dicho que era pequeña, y lo era, ¡pero mucho! Kahlo se puso las gafas entre las presentaciones para así ver mejor a Jara. Era... adorable, como los duendecitos verdes de las historias populares varmanas. Se preguntó si no serían lo mismo.
—Encantada. Yo soy Kahlo, un placer —dijo con buen humor contagiado—. ¡Oh, no, no, que va! Llegar ha sido más fácil de lo que esperábamos.
Ayudó a anotar los hechizos, pues muchos se los sabía ya de memoria y era más rápido así que ir revisando los apuntes uno por uno. Se molestó en dejarlos claros y conscisos, con la caligrafía más bonita que tenía. Era lo más cercano a un regalo que hacía en mucho tiempo (aunque en realidad fuera un intercambio) y quería que se notara el esmero. Si algo atesoraba de las enseñanzas de sus padres eran las buenas costumbres como esa y el ojo a los detalles. Asímismo se había adecentado para la visita. Llevaba la misma falda larga con la que había llegado a la ciudad, sus botines, sus joyas (como no) y el mejor jersey que el torreón le había provisto. Aunque estuviera lleno de pelusillas, se ceñía bien al cuerpo y tenía un bonito color beig; también abrigaba, que era lo más importante.
—Pues... sí —respondió a Lethe. No había decepción en su voz, solo poca impresión. Se lo había imaginado mucho más roñoso, pero lo cierto es que apenas había diferencias. En realidad eso eran buenas noticias. Se encogió de hombros—. Quien sabe que es lo que la gente de esta ciudad entiende por nuevo. A lo mejor son los mapas los que están desfasados.
Las puertas se abrieron y dio un paso atrás por prudencia, frotándose las manos para entrar en calor. La granta le dedicó una sonrisa y un saludo a quienes salieron a recibirles, fijándose en la cosita verde que asomaba del peto de Reira, sin percatarse en lo poco disimulada que estaría siendo su expresión. Le habían dicho que era pequeña, y lo era, ¡pero mucho! Kahlo se puso las gafas entre las presentaciones para así ver mejor a Jara. Era... adorable, como los duendecitos verdes de las historias populares varmanas. Se preguntó si no serían lo mismo.
—Encantada. Yo soy Kahlo, un placer —dijo con buen humor contagiado—. ¡Oh, no, no, que va! Llegar ha sido más fácil de lo que esperábamos.
- ♪♫♬:
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.